Los Mellizos Peverell Black

Capitulo 1.

5 De mayo de 1980.
Hospital.

Sirius:

Observaba a a los dos recién nacidos que descansaban acostados en una cuna doble del hospital. Sus hijos eran perfectos un niño y una niña, ambos tenían su cabello negro y los ojos azules de Helena. Su esposa se encontraba dormida, era normal que se sintiera cansada luego del parto, no quería pensar como se encontraría si hubiera dado a luz a mellizos. Pero Helena era la mujer más fuerte que había conocido, eso lo sabía. Continuo mirando a sus pequeños pensando en que apenas habían nacido y ya los amaba profundamente.

–Son hermosos– menciono Lily con ternura.

Eso lo hizo recordar que no estaba solo en la habitación; James, Lily y Remus habían llegado tan pronto se enteraron que Helena entró en trabajo de parto.

–Lo son y mucho– concordó sin dejar de observar a sus hijos, se sentía extraño pensarlo, sus hijos.

–Tienen tu cabello y los ojos de Helena– dijo James asomándose. 

–Si, son la combinación perfecta de ambos.

–Hola bebes– saludó Remus inclinándose hacia los recién nacidos haciendo muecas raras.

Los bebés soltaron pequeñas risitas ante ellos.

–¿Puedo cargar a uno?– pregunto Lily casi titubeante– Quiero practicar para cuando nazca el mío.

Lily tenía seis meses de embarazo, por lo que Sirius junto a James decían que sus hijos irían a hogwarts juntos y serían mejores amigos tal como lo fueron ellos.

–Por supuesto- respondio Sirius. Tomo a su hijo que movía sus pequeños bracitos hacia su hermana– Ten, con cuidado– dijo mientras le pasaba su hijo a Lily.

–James tu también deberías intentarlo– dijo mientras mecía al pequeño bebé.

–Eso no pasara– negó rotundamente fingiendo molestia– No quiero que se le caiga uno de mis hijos y queden tan tontos como él.

–Cierra la boca y esperemos que los bebés hayan heredado la inteligencia de su madre o serán tan tontos como tú– peleo James siguiendo el juego.

Estaba por contestar, pero una voz que conocía muy bien lo interrumpió.

–Espero que no hereden su ego– murmuro la mujer en la cama empezando a despertar.

–Lena, ¿Cómo te sientes, cariño?– pregunto Sirius apresurandose a su lado con preocupación.

–Bien, pero estaré mejor cuando tenga a mis hijos en mis brazos- repondio Helena sentándose.

–Claro– dijo Lily acercándose a Helena y depositando al bebé en sus brazos.

–Canuto- llamó Remus– Creo que alguien quiere que la carguen.

Volteo para ver la cuna, vio a su pequeña hija estirando los bracitos hacia arriba. Se inclinó hacia la cuna, la cargó y su hija soltó una pequeña risita.
Volvió hacía la cama donde estaba Lena cargando a su hijo, se inclinó para que ella viera mejor a su hija.

–Son perfectos– murmuró Helena.

–Lo son– afirmó dándole un beso en la coronilla a Helena.

–Bueno, ya pueden decirnos los nombres de mis sobrinos– pidió James impacientemente.

–James, no interrumpas su momento– regaño Lily.

–Esta bien– dijo Helena. Moviendo la cabeza dirigiéndose a Sirius– ¿Aún no les dijiste los nombres?

–No– negó el hombre– Habías dicho que tu querías presentarlos.

–Cierto– recordo– Entonces, Remus, Lily, James les presento a Alexander Peverell Black– Continuo mirando a su hijo, giró para mirar a su hija en los brazos de Sirius– Y a Ariadna Peverell Black.

–Son hermosos nombres– Lily sonreía.

–Hermosos nombres para hermosos bebés– adulo Remus.

–Concuerdo con Lunático. Pero otro asunto importante. ¿Quiénes serán los padrinos?– siguió James ganándose otra mirada de reproche de su esposa.

Miro a Helena y ella lo miro, asintieron. Esa fue una larga discusión, pero después de ver lo que pasó en el parto no quizo pelear por ello.

–Los padrinos serán...

~◇~◇~◇~◇~◇~◇~◇~◇~◇~◇~◇~◇

Actualidad.

Recordaba el día en que sus hijos nacieron. El día más feliz de su vida, pero habían pasado quince años desde ese momento y muchas cosas cambiaron; Helena había muerto, James y Lily también. No veía a sus hijos desde que tenían un año y meses, Remus le contó muchas cosas de ellos que eran extremadamente inteligentes, las cosas que les gustaban, que ambos eran buenos bromistas, les gustaba el quidditch que eran muy buenos jugando, que Ariadna tenía una pequeña adicción al chocolate y Alexander coleccionaba tarjetas de jugadores de quidditch.

Recordó haber recibido cartas de Ariadna y Alexander en azkaban hace años, ellos solian contarle muchas cosas que hacían, a donde iban, Ari le hablaba de como cambiaba de color su cabello y ojos, metamorfa, y Alex le contaba que podía correr muy rápido y hacia una especie de rayos. Pero nunca contesto las cartas porque no sabía si algún día saldría de azkaban, no quería que ellos se ilusionaran con esa idea, que se encariñaran con él sabiendo que no podrían ser una familia normal mientras estaba en prisión o que se metieran en problemas por defenderlos de los que hablaban, aunque por lo que Lunatico le contó esa última había sucedido de todas formas. Las cartas se detuvieron cuando ellos tenían doce. Remus le dijo que las cartas se detuvieron por varias razones pero que el había influido un poco porque en ese momento pensaba que si era culpable.

No podía esperar a verlos abrazarlos, quería pedirles perdón por no haber estado para ellos, por no responder sus cartas, porque tuvieron que pasar por la muerte de su madre sin su padre. Por su culpa ellos tuvieron que ir lejos hasta Ilevermorny para estudiar sin ser molestados por ser hijos de un supuesto asesino. Pero lo haría, haría lo necesario para que lo perdonen y recuperar todo el tiempo perdido con ellos.

~♧~♧~♧~♧~♧~♧~♧~♧~♧~♧~♧~♧~♧

Narrador Omnisciente:

Lo que Remus no le había mencionado a Sirius es que los mellizos luego de años de escribirles cartas sin obtener respuestas, luego de comprender que su padre había ido a prisión por ir a buscar al delator que ocasionó la muerte de sus amigos, sin pensar en su propia familia luego de no haber escuchado a su madre, Helena, pidiéndole que le deje ese trabajo a los aurores y se quedará con ellos seguro. Luego el hecho de que él escapara de azkaban y no fuera a buscarlos a pesar de saber dónde están, el hecho de que luego de escapara haya tardado casi dos años en escribirles una carta. Mientras que cuando escapó fue a buscar a su precioso ahijado y que se haya mantenido cerca de Harry sin preocuparse por ellos. Luego de todo eso ¿Los mellizos podrán perdonarlo? ¿O sólo estarán más furiosos al enterarse que algunos de la orden ni siquiera sabían que Sirius tenía hijos?