𝐒𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭 𝐬𝐦𝐢𝐥𝐞 harry j. potter

08. La fiesta

— Genial —contesté.

— ¿Qué practicabas? —preguntó.

— Solo repasaba algunos hechizos que nos habías enseñado antes —respondí.

— Bien, ¿y cómo vas con tu patronus?

— No he tenido mucho avance, bueno, no lo he practicado —reí.

— Puedo ayudarte, piensa en tu recuerdo más feliz, cierra los ojos y con todas tus intenciones piensa en el momento más feliz —cerré los ojos.

Bien, un recuerdo feliz...

Nymphadora y yo abrazadas era la imagen que me venía a la men...

— ¿Por qué no me dejas ver? —susurraron en mi oído.

— No...

No.

Abrí los ojos volviendo a la realidad y Harry estaba frente a mi confundido.

— ¿Todo bien? —preguntó poniendo una mano en mi hombro.

— Si, necesito concentrarme mejor —contesté forzando una sonrisa y volví a cerrar los ojos.

Nymphadora puede ser mi felicidad...

— ¿Qué hiciste?

— Yo no hice nada...

Otra vez esos malditos pensamientos.

— Si no tienes no pasa nada, en algún momento te saldrán momentos que te hagan feliz —dijo Harry haciendo que abra mis ojos para mirarlo.

— Está bien Harry, me saldrá en algún momento.

Dicho eso nos quedamos practicando otros hechizos por un rato hasta que se hizo medio día.

— Iré a ver a mis amigos pero supongo que nos veremos mas tarde —dijo.

— Tienes razón, adiós Harry —esperé a que se fuera y al quedarme yo sola también salí solo que en dirección a la sala común de Ravenclaw.

Llegando unos chicos me saludaron y les regresé el saludo, fui a nuestro dormitorio y al abrir la puerta encontré a Luna sentada en su cama haciendo uno de sus tantos brazaletes.

— Muy lindo que te está quedando —hablé dandole un pequeño susto pero sonrió al verme.

— Oh gracias, se lo estoy haciendo especialmente para Roger que le gustó mucho el que traigo y me ofrecí a hacerle uno.

— Muy lindo de tu parte, igual yo quedé de enseñarle a Harry como hacer unos collares y ese tipo de cosas —hablé mientras me sentaba en mi cama quedando frente a Luna.

— Oh wow, que bueno que Harry haya mostrado interés en eso, a mi nunca me dijo antes nada.

— ¿En serio? Que raro.

— Lo sé, pero así llega a ser Harry y no tengo problema en que lo sea, es mejor que sea así a ser un chico muy normal y aburrido.

— Concuerdo contigo.

— ¿Y tú dónde estabas? No me digas que saliste con Fred otra vez.

— No, estuve en la sala practicando unos hechizos y de casualidad Harry también estuvo ahí.

— Suena a que Harry y tu se están llevando muy bien —levantó la vista por unos instantes para sonreírme.

— Eso parece, el es lindo.

— ¿Lindo de que manera? ¿Románticamente o de amigos?

— Amigos, supongo —hablé bajo sobre lo último.