17. Dormitorio

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— ¿Hablas en serio?

— Muy en serio —suspiró— llevo días pensando de que manera decírtelo pero se me salió en estos momentos. Me gustas, y mucho, desde que te vi en la madriguera no me pude creer que existiera una chica tan linda como tu y créeme, en ese momento se me revolvió el estómago cuando te acercaste. Me dio tanto miedo que hablara y no fuera de tu agrado pero de inmediato me di cuenta que eras una chica muy linda por tu manera de hablar con la gente y muy educada, de verdad que me quedé encantado contigo.

— Wow.

Dirán que que respuesta tan simple pero era lo único que me salía en el momento.

— ¿Te puedo decir algo? —dije.

— Dime.

— Tu también me gustas.

— ¿De verdad? —preguntó con una enorme sonrisa.

— Si, yo creí que ya lo sospechabas.

— ¿Por qué lo dices?

— Pues nos hemos besado, no creas que me gusta besar a las personas solo porque si.

— Buen punto, la primera vez que nos besamos en la fiesta creí que solo fue cosa de una noche y que después de ese día ya no ibas a querer hablarme.

— ¿Por qué pensarías una cosa así? —el se encogió de hombros— pues no Harry, yo te quiero y me gustas mucho.

— Oh —sonrió— yo también te quiero, voy a hacer de todo para que sea lo que tengamos funcione —me tomó las manos y sonrió.

Vaya, por primera vez en mi vida siento que si es un amor correspondido.

— Igual yo —contesté.

Solté su agarre y me acerqué para abrazarlo. Harry era el chico con el que me sentía segura, aparte de que pasar el rato con el es magnífico.

Nos quedamos abrazados un rato más hasta que nos separamos, pero la distancia aún era corta, podía admirar sus ojos y ese verde tan resplandeciente.

— Tienes unos ojos muy bonitos —dije.

— Y solo te miran a ti —susurró de manera coqueta y solo reí— no te rías, hablo en serio.

— Lo sé, solo que eres muy ocurrente.

— A veces —sonrió de lado, de repente puso su mano en mi mejilla— ¿por qué tienes unos labios tan bonitos?

— No lo sé, ¿te gustaría conocerlos? —susurré.

— Me encantaría —contestó con una sonrisa y ambos nos acercamos lentamente.

Al sentir sus labios rozar contra los míos fue de las cosas más increíbles que pude haber experimentado, puede que nos hayamos besado algunas veces anteriormente, pero cada que nos besamos era un sentimiento inigualable.

De un beso romántico se comenzó a intensificar, tal vez no era la única con las hormonas alocadas. Sin dejar de besarme Harry se levantó un poco y con mucho cuidado me acostó sobre la cama.

Esto me gusta.

De repente Harry se detuvo, pero seguía encima de mi, con la respiración acelerada y las mejillas un tanto sonrojadas.

— ¿Puedo? —preguntó pidiendo permiso para poder besar más allá de mis labios, ahora estaba más caliente que un horno y accedí.

Harry se acercó y con una mano tomó mi mentón para seguido levantarlo, comenzó a dar besos en mi cuello y sentí una especie de cosquillas en donde no sabía que daban. Poco a poco comenzó a bajar y mis cosquillas aumentaron, empezó a besar por encima de la ropa pero se detuvo.

𝐒𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭 𝐬𝐦𝐢𝐥𝐞 harry j. potterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora