19. La propuesta

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El día empezó bien, tomamos el desayuno y Luna y yo nos despedimos de Roger, tomamos la clase de Estudios Muggles como de costumbre, entregamos el proyecto y salió perfecto. La siguiente clase me tocó con Roger, a lo lejos vimos a Hermione pero Roger solo la evitó y tomó asiento más alejado de ella, también nos encontramos a Draco y nos saludó al igual que sus amigos.

Terminando la clase me tocaba Pociones y llegué al salón rogando para que a Harry no se le olvidara el proyecto en su dormitorio. Esperé en la mesa ansiosa sin dejar de mover mi pie hasta que entró Harry muy sonriente, en la mano llevaba en proyecto así que pude respirar mejor. Harry se acercó y besó mi mejilla antes de sentarse a mi lado.

— Buenas tardes bonita —dijo con una sonrisa.

— ¿Por qué tan sonriente? —pregunté.

— Todos los proyectos que he entregado me los han calificado con la máxima puntuación, además desde que en la mañana que me levanté recordé que le gusto al amor de mi vida. Que por cierto, en el desayuno te veías tan linda comiendo de tu torta.

Sonreí como boba.

— Te quiero mucho Harry —besé su mejilla.

Harry y yo nos quedamos platicando en lo que llegaba Snape que ni notamos que ya habían pasado 10 minutos que había comenzado la clase y el profesor no llegaba.

— Es raro que Snape llegue tarde —dijo Harry.

Justo en el momento en el que terminó de hablar se abrieron las puertas y apareció McGonagall.

— Les pido a todos mantenerse en su lugar y en orden, el profesor Snape llegará en unos minutos —dicho eso cerró las puertas dejándonos solos de nuevo.

— Vaya, un rato a solas —murmuró Harry.

— Déjame revisar el proyecto por última vez en lo que viene —dije.

Me entregó el proyecto y comencé a revisarlo detenidamente y Harry estaba muy cerca de mi observando lo mismo. Su respiración chocaba con mi cuello y eso me llegaba a distraer.

— Harry —hablé en voz baja.

— ¿Qué pasa? —preguntó mirándome.

— No hagas eso.

— ¿Hacer qué?

— Lo sabes muy bien.

— Lo siento —besó mi mejilla y se alejó un poco.

La verdad me había gustado pero estábamos en público y tenía que mantenerme quieta.

— Es que me pongo nerviosa —dije sin dejar de leer.

— Entiendo.

Fue solo cuestión de segundos para sentir su mano en mi pierna por debajo de la mesa, mi cuerpo se estremeció por un instante y pude ver a Harry sonriente.

— ¿Puedes leer el proyecto para mi? —preguntó fingiendo inocencia.

— La poción calmante es una que se usa para calmar —Harry comenzó a acariciar mi pierna cada vez subiendo su mano, cosa que me causó cierta torpeza en mi tono al hablar— a una persona después de haber sufrido un sh-shock, trauma o arrebato emocional, sus ingredientes va de la-lavanda, corazón de cocodrilo y menta.

Harry no dejaba de acariciar mi muslo por encima de la ropa y solo me estremecía con su tacto.

— Harry —susurré con debilidad.

— Dime —contestó.

— Nos pueden descubrir.

— Que chica tan obediente, eso me gusta.

𝐒𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭 𝐬𝐦𝐢𝐥𝐞 harry j. potterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora