𝐒𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭 𝐬𝐦𝐢𝐥𝐞 harry j. potter

18. El pasado

— Lo siento, en la tarde salí con Malfoy y saliendo pasé a terminar el proyecto de Snape con Harry.

— Oh, para la próxima avísame a donde vas, luego me anda dando un infarto.

— Si, lo siento —contesté.

Dejé caer mi cuerpo sobre la cama y di un suspiro largo.

Harry es increíble, y lo que pasó hace un rato es algo que a mi me daba miedo pero en el momento me sentí segura con el...

— ¿Qué pasa? —preguntó Luna— ¿por qué ese suspiro pesado?

Luna es una persona muy linda y ella es de las pocas personas que le cuentas las cosas y no te criticará ni le dirá a nadie más, así que le tomé mucha confianza en lo que llevo de conocerla.

— Hice algo.

Se escuchó como Luna se levantó de su cama y en segundos ya estaba sentada conmigo.

— ¿Qué hiciste?

— Con Harry...

—Oh, ¿tuvieron relaciones?

— Similar a eso —contesté y me tapé la cara de inmediato con la almohada.

— Ay cariño —acarició mi cabello— ¿Harry te obligó a hacerlo?

— No, al contrario, el me preguntó si yo quería y acepté, pero sigo pensando en lo buena persona que es porque yo pensaba otras cosas de los chicos.

— ¿Qué es lo que pensabas? —preguntó y yo me senté para poder hablar mejor con ella.

— Bueno, si existen personas así, de esas que no les importa tu opinión y solo te toman para satisfacer sus necesidades.

— Los chicos creen que tienen a las chicas a sus pies y por eso las tratan como si no fueran nada y eso es molesto, en ese caso son mejores las chicas —dijo— pero hablando de Harry, el es buena persona, lo conozco desde que somos pequeños y de verdad que es muy respetuoso.

— Eso lo sé, porque el me trata bien, solo que me acuerdo de cosas y me siento rara.

— ¿De que te acuerdas? —preguntó— aunque no te quiero forzar a decirlo si no estás lista.

Mi mente comenzó a divagar en el pasado y cada que lo hacía pensaba en alguna manera de lastimarme por lo que había hecho, pero con el tiempo aprendí que no había sido mi culpa, aunque si me entra un odio rotundo y prefiero evitar pensar en todo eso.

Al fin, ese era el propósito de cambiarme de país y empezar de nuevo con mi hermana.

— Eres el amor de mi vida y yo soy el tuyo, ¿en serio te gustaría dejarme así? —agachó la mirada triste.

Eso es manipulación, solo que en el momento no lo veía.

— Ándale amor, si eres el amor de mi vida vas a hacer lo que te diga, ¿no es así? —comenzó a besar mi mejilla repetidas veces.

— Está bien amor —contesté sin tener otra opción y esperé a que el tomara asiento.

No, definitivamente no puedo.

— Perdón si te hice recordar cosas que no querías —habló Luna mientras acariciaba mi espalda como consolación.

— No pasa nada, en algún momento tengo que contarle a alguien lo qué pasó, solo que jamás le había dicho a alguien que no sea mi familia.

— Una de la mejores soluciones es desahogarte de la manera que más te guste, si quieres gritar, llorar o hablarlo, aquí voy a estar —dijo.

— Gracias Luna, eso haré.