26. Segunda prueba

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— ¡Ya lo tengo! ¡La segunda prueba va a tratar en el lago! —exclamé dando un leve golpe a la mesa y levantándome de la silla causándole un gran susto a Luna que casi hace que caiga de la silla.

— Por Merlín _____, ¡me asustaste! —dijo Luna con una mano sobre su pecho sintiendo su respiración acelerada.

— Lo siento —volví a tomar asiento y me di cuenta que había llamado la atención de todos en la biblioteca.

— Pero me alegro que lo hayas descifrado, ya estás lista para mañana.

— Eso creo, necesitaré algo para respirar bajo el agua, ¿alguna idea?

— Creo tener algunas ideas, deja voy por un libro, ahora regreso —se levantó de la silla y caminó a través de los pasillos en busca de su libro.

Me quedé mirando a mi alrededor por lo mientras y justo cuando volteé a la entrada estaba Ron; solo. Lo seguí con la mirada y pude ver como se acercó a una mesa, llegó por atrás con una chica con sus rulos de oro, llegó de sorpresa y besó la comisura de sus labios. La chica sonrió y comenzaron a hablar muy sonrientes, Ron se sentó con ella y hablaron por unos minutos hasta que él le dio otro beso y se levantó de la mesa. Caminó hasta la salida pero antes volteó a verme y solo se le formó una sonrisa incómoda, siguió su camino pero dejé de verlo porque Luna llegó.

Me quedé con Luna investigando en un libro de Herbología y ahí encontramos un tipo de algas que podrían ayudar para respirar bajo el agua. Mientras yo me quedé en el dormitorio tomando el té que me había mencionado Luna, ella quedó de verse con un amigo suyo para ver si podía buscar las algas.

Unos minutos después de que tomé aquel té, comencé a bostezar mucho y decidí tomar asiento en mi cama pero sin darme cuenta me quedé dormida.

Sentí mi cuerpo moverse de un lado a otro hasta que desperté y Luna había sido la que me movió. Con el ceño fruncido me levanté y miré a Luna tratando de entender todo de nuevo.

— Lamento levantarte pero dos cosas, mañana tendrás las algas, y la segunda es que necesitas venir conmigo.

— ¿Huh?

— Ven —me tomó de la muñeca y me arrastró con ella por las escaleras para salir de la sala común.

La manera en la que caminaba era muy rápida para mi ser justo ahora que me acabo de levantar. Llegó un momento en el que se detuvo y al no avisarme me golpeé con un pilar de roca en la nariz.

— Lo siento —dijo en voz baja—. Tienes que ver esto.

Mientras detenía el sangrado presionando la nariz miré donde había señalado Luna. Era Roger, con una chica. Estaban tomados de la mano hablando muy enamorados a mi parecer, la chica era rubia, y era de la academia de Beauxbatons.

Roger y la chica se soltaron una mano y con la otra entrelazada comenzaron a caminar por el césped en nuestra dirección, esperen, yo conozco a esa chica, ¡es Fleur!

— Joder, ¿Roger sale con Fleur? —susurré.

— Al parecer, y ahora tenemos que irnos porque vienen en nuestra dirección.

Las dos salimos corriendo por el pasillo para no ser descubiertas y cuando llegamos a un pasillo donde ellos no pudieran llegar, nos detuvimos.

— ¿Por qué Roger no nos quiso decir quien era la chica? —me pregunté.

— Déjame te ayudo —sacó su varita y continuó hablando—. Tal vez porque ella es parte de tu competencia, tal vez pensó que no te lo tomarías bien.

— ¿Cómo me lo tomaría mal? Yo feliz de que salga con alguien, con tal de que lo trate bien yo feliz.

— Lo sé, pero luego uno no reacciona como debe de, o a lo mejor y el quería mantener la relación privada hasta que ambos estuvieran listos para contarnos.

𝐒𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭 𝐬𝐦𝐢𝐥𝐞 harry j. potterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora