30. "Ajedrez"

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Mi mano recorrió su cuello hasta que nos detuvimos al escuchar un ruido cerca. Le ayudé a colocar las piezas en su debido lugar y empezamos el juego. Un buen rato después estábamos empatados, pero ya tenía mi jugada perfecta para ganar. Hasta que se escuchó algo de cristal caerse.

Los dos nos pusimos de pie y bajamos rápido las escaleras a ver que todo estuviera en orden. Todos reían de las cosas que hacía James y Sirius, pero era más que nada porque el alcohol ya estaba haciendo efecto.

— ¿Todo bien mamá? —preguntó Harry, llamado la atención de Lily.

— Todo en orden cariño, solo que a tu padre se le ha caído un jarrón, nada de que preocuparse, pueden seguir jugando.

— Bueno.

Los dos volvimos a subir y ellos siguieron con su asunto. Una vez que entramos a su habitación de nuevo, cerró la puerta a sus espaldas. Yo tomé asiento y me di cuenta que al levantarnos de la cama se habían caído las piezas y ahora no podía hacer mi jugada.

—  Se han caído las piezas —dije.

—  Demonios, tocará empezar de nuevo.

Harry se sentó en el mismo lugar de hace rato.

— Bueno, ¿qué te parece si hacemos otra cosa?

— ¿Cómo qué?

— No lo sé, ¿alguna idea? —me negué—. Vamos a besarnos —dijo pero se comenzó a reír—. Es broma, pero si te gusta la idea podemos hacerlo.

Me reí por su comentario.

— Tengo una idea, vamos a hacernos preguntas para saber cuanto nos conocemos y cada que la contestemos bien, ganaremos algo, ¿qué te parece?

— Me agrada esa idea, ¿quién inicia?

— Yo —dije—. Veamos... Empecemos con algo sencillo, ¿cuál es mi asignatura favorita?

— Fácil, Herbología, y si hablamos de las clases opcionales podría ser Astrología.

— Bien —me acerqué y besé su mejilla—. Tu turno.

— También está fácil, ¿quién es el profesor con el que más problemas tengo?

— Snape.

— Pero ¿sabes por qué?

— Snape quería a tu mamá pero ella se quedó con James, además de que creía que ella es mucho para tu papá.

— Genial, ahí fueron dos preguntas y muy bien contestadas así que te toca tu premio.

Se acercó un poco más e hizo mi cabello hacia atrás, acercó sus labios a mi cuello y comenzó a dejar cortos besos causandome un cosquilleo en mi interior. Inconscientemente levanté la cabeza para darle más acceso y Harry puso su mano en mi espalda para recostarme sobre la cama.

Empezó a besar cada vez más abajo y solo disfrutaba de su tacto, una de sus manos recorrió mi pecho hasta mi cintura y en cuestión de segundos Harry se había desecho de mi playera. Sus labios se estamparon en varias partes de mi estómago dejando besos hasta que llegó a mi pantalón. Ambos estábamos emocionados y lo que hicimos fue ponernos de pie y en lo que yo me quitaba los tenis, Harry cerraba la puerta con seguro. Cuando Harry regresó, le planté un beso y le quite la camisa.

— Solo qué hay que ser muy discretos cariño —susurró Harry y solo asentí.

Una vez que mi pantalón quedó en el suelo, Harry me tomó de los hombros para que me sentara en la esquina de la cama. Se puso de rodillas frente a mi y con ambas manos abrió mis piernas.

𝐒𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭 𝐬𝐦𝐢𝐥𝐞 harry j. potterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora