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-David Scott -Escuché la voz de Bramson al comenzar a hablar- Treinta y tres años, con un historial completamente limpio -Dijo- No hay mucha información acerca de él, sólo se encontró una dirección falsa y un número de teléfono bloqueado -Soltó un largo suspiro para luego tomar asiento justo en frente de Elías y a un lado de mi- En conclusión, no tenemos nada que nos sirva.

-Al menos ahora sabemos quien trabaja para Jason -Dije tratando de ser optimista.

-Y eso nos pone a pasos a su lado -Me siguió Griffin- Solo nos falta la chica y ya sabremos quienes conforman su círculo... -Guardó silencio- Estoy seguro que tarde o temprano detendremos al maldito...

-Acuérdense que todo esto no puede salir de aquí -Hablé- Si es verdad que hay un infiltrado, debemos andar con mucho cuidado -Les recordé lo que había insinuado Allen en el último interrogatorio.

-¿Todavía seguimos creyendo lo que ese loco dijo? -Trevor preguntó con un tono lleno de recelo- Tú deberías tener cuidado en no decirle nada -Se cruzó de brazos.

-Ay por favor -Rodé los ojos y solté un largo suspiro- Pareces un niño celoso -Lo miré- Además no lo hice a propósito... lo dices como si eso no nos hubiese ayudado en algo -Entrecerré los ojos. Desde el día anterior, Trevor no había parado de reprocharme lo mismo y parecía que no se cansaba.

-Entonces quizás deberías seguir mostrándole todo lo que hacemos, así también nos ayuda a encontrarlos -Dijo para después dejar ver una sonrisa falsa en sus labios.

-Tal vez tú deberías cerrar la boca antes de seguir diciendo estupideces -Le respondí y traté de calmarme al sentir el enojo de esta pelea absurda.

-¿Ahora soy yo el que dice estupideces? -Soltó una pequeña risita mientras desviaba la vista hacia otro lado- Como digas.

-Chicos, tranquilos -La voz de Griffin nos hizo volver a la realidad y me dediqué solamente a cruzarme de brazos sin decir nada- Este no es momento para pelear, debemos enfocarnos en encontrar a Jason y su gente.

-Tienes razón -Hablé un poco más calmada- No es momento de celos estúpidos y peleas absurdas -Carraspeé mi garganta manteniendo la vista en el comisario.

Negó con la cabeza y antes que Trevor pudiera decirme algo, siguió hablando. -En el caso que sí haya un infiltrado, debemos estar alertas y todo esto no sale de aquí... no podemos confiar en un delincuente, pero tampoco perdemos algo teniendo más precaución -Completó para darnos la razón a ambos- Y si tienen algún otro problema, arreglenlo fuera del trabajo -Nos miró seriamente- Este comportamiento no volveré a permitirlo, ¿quedó claro?.

-Sí -Respondí.

-Quedó claro -Contestó el agente a mi lado.

-Bien, ahora quiero que sigan investigando -Juntó sus manos, manteniendo las yemas de sus dedos pegadas- Sin peleas. -Volvió a aclarar mientras nosotros nos levantábamos de nuestros asientos y nos disponíamos a salir de ahí.

****

El mismo día, pero más a la tarde, recibí un aviso de un seguridad de la prisión avisándome que alguien había ido a visitar a Riley Allen.

Me levanté rápidamente del asiento de mi oficina y salí casi corriendo a la prisión para observar detenidamente y anotar las características de aquella persona que de un día para el otro había aparecido. No es porque quisiera meterme en su vida, Elías había insistido en tener los ojos puestos en él, sabía mucho y teníamos que averiguar porqué.

Cuando llegué, vi cómo ese misterioso hombre se levantaba de la silla frente al recluso de esos hermosos ojos color azul hielo. Vestía muy elegante, dando a entender que podría ser un empresario o un abogado, y eso lo hacía mucho más sospechoso. Decidí acercarme de forma casual, como si estuviera en guardia ayudando a mi compañeros vigilando a la gente que entraba y salía.

MONSTER.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora