-Joder... estás hecho mierda -Hablé entre risas viendo a David recostado en una pequeña camilla en el suelo de la camioneta militar en la cual éramos transportados.
-Cállate, cállate si no quieres que te mate a ti también -Dijo enojado y soltó un quejido ante el dolor- Esa estúpida detective me las va a pagar.
Una risa sonora volvió a salir de mis labios. Debía admitir que aquella actitud que había tomado Lucy me dejó completamente satisfecho y emocionado; la pasión con la que se encontraba disparando a los demás fue realmente hermosa, una escena poderosa.
Después de tanto tiempo, por fin se estaba dando cuenta de quién era en realidad.
Aunque recordarla dispararle a David solo porque no podía hacerlo conmigo, fue realmente excitante.
Apoyé la espalda en la pared de la camioneta y fijé la vista en uno de los soldados que nos escoltaban. Alcé mis manos las cuales permanecían sujetas con unas esposas e imité la figura de una pistola para luego apuntarlo; de mis labios salió un ruido de un disparo en la cabeza y reí.
Estaba jodidamente aburrido.
-Esto es una mierda -La voz de David volvió a hacerse presente y bufé al oírlo quejarse- No sé por qué acepté hacer esto.
-¿Quieres dejar de quejarte de una jodida vez? Ya me tienes harto con tus estúpidas quejas -Exclamé cansado de su actitud y rodé los ojos- Hace un rato parecías estar viviendo tu más grande sueño.
-Fue divertido hasta que esa puta detective me disparó -Expresó con un enojo evidente en su voz.
Me quejé sonoramente. -No seas dramático -Lo miré y elevé un poco los hombros- Ve el lado bueno, al menos no te moriste.
Lamentablemente.
-La única persona muerta aquí será ella... -Habló otra vez y, antes de poder decir cualquier cosa al respecto, algo me interrumpió.
Lo único que sentí fue mi cuerpo chocar con fuerza contra la pared de enfrente y la camioneta oprimirse de un lado. Los soldados que nos custodiaban se elevaron de sus asientos para chocar contra las paredes y el techo mientras el cuerpo de David se sacudía de un lado a otro atado a la camilla y, rápidamente me percaté que estábamos rodando dentro de la camioneta.
No sé cuánto tiempo pasó para que la camioneta blindada dejara de rodar, pero mi cuerpo se sentía adolorido y estaba seguro que me encontraba sangrando en alguna parte. Abrí los ojos en cuanto me di cuenta que los tenía cerrados por el dolor y noté que los asientos en los cuales me encontraba sentado antes estaban de cabeza, justo encima de mí.
¿Acaso el vehículo estaba dado vuelta? Estaba muy desorientado.
Escuché unos cuantos lamentos e intenté mover la cabeza en busca de donde provenían. Al querer moverme, algo me lo impidió y solté un quejido al sentir una presión sobre mis piernas pero al intentar girar sobre mí para ver qué era lo que me estaba impidiendo acercarme a las puertas para salir, un tirón el mi cuello me hizo cerrar con fuerza los ojos otra vez.
Escuché las bisagras de las puertas, avisándome que se estaban abriéndose. Luego disparos. ¿Qué carajos?.
-Son unos idiotas...
¿Ashley?.
-Vamos a sacarlos -La voz de un hombre que no conocía de nada se hizo presente. Sentí las manos de alguien agarrarme por debajo de los brazos y un alivio al dejar de sentir la presión en mis piernas.
-Les dije que tuvieran cuidado -Otra vez la voz chillona de la chica que consideraba que era Ashley, retaba a la persona que me acostaba en el pavimento- Tranquilo, Riley. Los llevaremos a la mansión y un médico los atenderá -Sí, era ella.

ESTÁS LEYENDO
MONSTER.
AzioneNo digas que sabes de miedo cuando ni siquiera lo conoces a él, porque cuando al final lo haces todo tu alrededor cambia, tu manera de ver el miedo se vuelve aterradora y no hay forma de escapar. -°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°- NOVELA JUVENIL. APTA PARA MAY...