MONSTER.

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Esa misma noche, la alarma de la galería de arte Calabar Gallery sonó y una llamada de emergencia llegó a la estación policial dando aviso de un fuerte ataque. Todos los oficiales disponibles salimos de nuestros asuntos para prepararnos para cualquier cosa que pudiéramos encontrarnos al llegar.

-Rápido -Nos apuró Griffin mientras aplaudía con fuerza- ¡Quiero policías rodeando la maldita galería! -Dijo a grito pelado saliendo de su oficina- ¡Jason Harrison está volviendo a atacar! -Avisó lleno de euforia mientras agarraba uno de los chalecos que le alcanzaba un compañero- ¡Bramson, Kane! -Nos nombró y ambos lo miramos mientras nos colocábamos los chalecos antibalas- ¡Tienen que ir ya! -Luego de ponerse la protección, tomó su abrigo y su arma, iría con nosotros. No iba a permitir que se le escapara otra vez.

-¡Trevor! Vamos -Dije agarrando mi arma y guardándome unos cuantos cargadores. El agente recién mencionado, hizo lo mismo que yo y corriendo nos subimos a nuestro patrulla. Cuando estábamos todos listos, Elías nos dio la indicación de prender las sirenas e ir lo más rápido posible a Calabar Callery.

Todas las patrullas llegamos en menos de lo que pensábamos y con demasiada velocidad, bajamos de los vehículos al oír la balacera que había adentro del lugar. Los policías rodearon todas las salidas para evitar fugas mientras que Trevor y yo tomábamos la iniciativa de entrar a la lujosa tienda de arte.

-Tenemos que encontrar a Jason -Me dijo- Entraremos por la puerta trasera, los demás nos cubrirán si es necesario -Planificó en medio de un minuto.

-Entonces, ¿qué esperamos? -Saqué mi arma y la cargué de balas- ¡Vamos! -Ambos con las armas en las manos, nos dirigimos a la puerta de atrás y entramos en completo sigilo. Nuestra única misión aquí era detener a Jason Harrison.

Apenas entramos, dos hombres que se podía apreciar que trabajaban para Jason, estaban custodiando el área cercana a nuestra entrada. Nos acercamos lentamente por detrás de ellos y les dimos un fuerte golpe en la nuca con la culata de nuestras armas, dejándolos inconscientes.

-Busquemos a ese maldito y arrestemoslo -Dije alejando las armas largas de los hombres.

Retomamos nuestro paso lento hasta llegar a la parte principal y más amplia de la galería, donde pudimos ver a Jason parado sin hacer nada, solo y dándonos la espalda. Trevor me hizo una señal para que lo cubriera para que él pudiera detenerlo; y empezó a caminar hacia el hombre mientras yo levantaba mi arma y apuntaba para todos lados, atenta a cualquier movimiento.

Pero lamentablemente no todo es así de fácil. Jason se dio la vuelta rápidamente y sacó del saco de su traje dos pistolas mejores que las nuestras para apuntarnos con ellas.

-Vaya, vaya... -Rió viéndonos- Son nada más ni nada menos que los agentes Bramson y Kane -Sus manos no temblaban mientras nos apuntaba y tampoco apartaba la vista de nosotros.

-Baja las armas y entrégate -Le ordenó Trevor sin dejar de apuntar a la cabeza de Harrison.

-¿Enserio me crees tonto como para hacer eso? -Soltó una enorme carcajada que retumbó en mis oídos- Ni lo sueñes -Su rostro volvió a tener esa gran seriedad del principio.

- ¡Que bajes las armas! -Le repetí en un pequeño grito mientras me alejaba un poco de Trevor pero más cerca de Jason, quien movió su arma a la misma velocidad que yo sin siquiera posar sus ojos en mi.

Volvió a reír con más gracia. -¿Por qué no la bajas tú? -Me preguntó desafiante.

-Será mejor que las bajes si no quieres que dispare a matar -Lo amenazó el agente Bramson y gracias a esa amenaza, aparecieron de la nada seis hombres más que nos apuntaron rápidamente a la cabeza; dos de ellos se acercaron a nosotros y nos quitaron las armas de un golpe para agarrarnos de los brazos con fuerza para evitar que nos moviéramos. Yo intenté forcejear con uno de ellos, pero fue imposible, estaban muy bien preparados.