MONSTER.

M.

¿Cómo alguien que reflejaba tanta pureza podía hacerme sentir más caliente que el mismo infierno? Esa fue la primera impresión que tuve de Lucy Kane, mi actual detective favorita.

Tenerla sentada justo enfrente de mí, hablando y tratando de evitar mi mirada, lo único que provocaba era que me excitara. Escuchar su voz cada vez que preguntaba algo o mirar esos enormes ojos color verdes me volvía más loco de lo que ya estaba. Realmente nunca prestaba atención a lo que me decía, y tampoco me importaba; sólo podía mantenerme observando cómo se ponía nerviosa ante mi presencia.

Cada pregunta que me hacía referente a Adam Foster me aburría. Ese hombre no era más que un simple idiota que buscaba llamar la atención con todos los asesinatos que había cometido, sinceramente no me sorprende porque lo mataron. La verdad no le veía el caso que investigaran sobre alguien muerto, digo, ¿a quién carajos le interesa?.

La mirada de Kane constantemente me evitaba y yo no podía dejar de divertirme por aquello.

-¿Por qué no me mira? -Pregunté mientras me inclinaba un poco sobre la mesa, acercándome a ella- ¿Acaso la pongo nerviosa? -Desde lejos podía sentir sus nervios aunque intentara ocultarlo.

-¿Sabe si Adam tenía problemas con algún recluso? -Preguntó casi de forma inmediata para cambiar de tema. No pude evitar soltar una risa baja ante eso.

-Quizás si...o quizás no, ¿quién sabe? -Empecé a divagar jugando un poco y manteniendo una sonrisa en mis labios.

-No juegues conmigo -Dijo alzando la vista y viéndome a los ojos, cosa que me hizo sonreír mucho más.

-¿Acaso eso no es lo divertido? -Cuestioné pasando mi vista por su rostro, inspeccionando.

La observé quedándose en silencio, helada y manteniendo la vista sobre mi. Se notaba tan inocente, pura y vulnerable que me hacía querer vomitar; sin embargo, se veía tan jodidamente bien que no me importaba lo demás. Una sonrisa se formó en mis labios al verla de aquella forma, al notar que no estaba hablando, decidí hacerlo yo.

-¿Alguna otra pregunta, agente Kane? -Volví a sentarme de forma correcta y continué sonriendo.

-No -Dijo- Ya, llévenselo.

Los guardias que permanecían en la habitación, se acercaron nuevamente a mi para levantarme de forma brusca y esposarme. -Adam se mató por una razón -Dije manteniendo mi vista en ella- ¿Cuál será? -Reí para después ser guiado fuera de ahí y volver a mi celda.

Esa fue la primera vez que conocí a Lucy Kane, y desde entonces, no pude sacarla más de mi cabeza.

*****

Todo el trayecto fue en rotundo silencio, hasta llegar a una enorme mansión. No me sorprendía el hecho que vivieran en un lugar tan ostentoso como aquel, gente como ellos siempre van a lo grande y se creen intocables... solo hasta que se creen tan intocables que cometen errores y, pues, terminan muertos.

El interior, tres cuartos de lo mismo. Gigante. Totalmente innecesario. Imposible caminar y no perderse por esos pasillos interminables. Muebles vacíos porque en el mundo no hay tantas porquerías como para llenar tantos cajones o estantes.

Y tampoco hablo del auto porque... ya uno se puede llegar a imaginar.

-Lindo lugar -Le mentí a David mientras miraba con cierto desagrado la mansión.

-¡Riley Allen! -Escuché a un hombre nombrarme. Giré mi cabeza con pereza y Jason Harrison se estaba acercando a mí junto a una rubia muy sexy- Al fin nos conocemos -Se detuvo manteniendo distancia- Soy...