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-Pero qué hermosa noche -Ashley se tiró en el sillón junto a Tyler.

Los tres habían estado riéndose y burlándose de Lucy desde que los saqué de su casa, casi obligados.

Al principio me había importado lo suficientemente poco lo que le hicieran a la sexy detective pero, por algún extraño motivo que desconocía, cuando vi a Collins golpearla con tanta agresividad sentí una leve presión en el pecho y no podía mirarla tirada en el piso indefensa.

David me había convencido para darle su dirección y que hiciera como cebo para distraerla hasta el punto de dejarla toda desarmada y sin posibilidades de comunicación; y yo acepté, por supuesto. Aunque sabía y tenía muy claras sus intenciones, no quise evitarlo porque disfrutaba ver a la gente sufrir pero cuando la vi a ella... me sentí raro y no podía evitar sentirme así.

Fue por ello que intervine al notar que Lucy ya no reaccionaba a nada, era como si ya no estuviera completamente consciente.

Luego de verlos irse por la ventana de la cocina, como habían entrado, me acerqué al bolso de Kane y saqué su celular para mandarle un mensaje a ese tal Trevor que sería capaz de dar su vida por ella; que asco de tipo.

-Has estado callado desde que salimos de la casa -Tyler me sacó de mis pensamientos.

-Sí -Afirmó la rubia con las piernas apoyadas en el regazo de su novio o lo que sea él suyo- ¿Qué te pasa?.

-Te noto, pensativo... -Señaló aquel tipo que apenas conocía. Ese maldito iba a conseguir que lo matara si seguía haciendo como si me conociera de toda la vida.

No tenía ganas de hablar y mucho menos con ellos. Me sentía enojado por lo que había dejado que pasara.

-Debe estar pensando si volver con ella para ver si sigue viva -Habló el idiota de David mientras pasaba por mi lado- Si se muere es lo mejor que nos puede pasar -Se detuvo delante mío- Ya no nos sirve de mucho, todo lo que necesitábamos de ella ya está solucionado -Soltó una risita desagradable que me hizo arrugar la nariz.

-¿De qué carajos hablas? -Le pregunté caminando un poco hacia atrás, alejándome de su asquerosa cercanía.

-Que ya no debes preocuparte más por aquella zorra -Apoyó una mano sobre mi hombro- Lamento que hayas tenido que desperdiciar tu tiempo con ella.

Me quedé en silencio y fruncí el ceño. -Ella no es ninguna zorra -Le dice en tono bajo- No la conoces, así que no la llames así -Alejé su mano de mi brazo con un movimiento brusco.

-Espera, ¿acaso tú te tomaste el tiempo en conocerla? -Lo vi elevar una de sus cejas.

-Sí que te tomas tu trabajo en serio -Habló otra vez Tyler. De verdad, lo iba a matar si no se callaba pero el que se quedó en silencio fui yo.

-Oh no... -La risita traviesa de Collins inundó el enorme salón.

-No me digas que ya te la follaste -David volvió a soltar una carcajada desagradable. Otro al que mataría.

-Es mejor que cierres la maldita boca si no quieres que te la cierre por ti -Hablé mirándolo seriamente. No era el momento adecuado para que me jodieran, y se estaban metiendo en un callejón sin salida por voluntad propia.

-Entonces, eso es un sí -Afirmó entre risas repulsivas- Por eso nos sacaste de la casa cuando estábamos a punto finalizar.

-Que te calles... no lo repetiré otra vez... -Apreté mis puños a los costados de mi cuerpo.

-Joder... no sabía que eras de esos que a la primera follada se terminan enamorando -Y esa fue la gota que derramó el vaso.

Levanté mi brazo y le proporcioné un puñetazo en medio de la nariz. David retrocedió un poco y chocó contra el respaldo del sofá, lo que aproveché para agarrarlo del cuello de su camisa y darle otro golpe en su pómulo derecho.

-¡Riley, para! -Escuché a Ashley intentar detenerme, pero algo en mí decía que no podía permitir que ese imbécil siguiera hablando mal de Lucy.

Suspiré y lo sostuve con fuerza para que me viera fijamente. -Si vuelves a mencionar algo de eso, juro que la próxima estarás muerto -Lo escuché reírse ante mis palabras, a pesar de la sangre que caía por su nariz y le volví a dar un golpe en la mejilla- Ni pienses en acercarte a ella otra vez -Le susurré bien cerca de la oreja.

No sabía por qué carajo me importaba tanto, pero lo hacía y no podía evitar sentirlo.

-¿Qué mierda está pasando aquí? -Jason entró al salón con los brazos cruzados- Riley, suéltalo -Miré atentamente a Scott, advirtiéndole que no mentía con mis amenazas- Me importa un carajo qué pasa entre ustedes dos, pero hasta que no terminemos con nuestros planes se ahorran los putos problemas -Sentí unas manos agarrar mis brazos y obligándome a soltarlo.

Me solté de esas manos y me alejé por cuenta propia. -Ya siéntate, cojones... -Ashley me empujó hacia uno de los sillones individuales y eso hice, para tratar de relajarme. De reojo, vi a David limpiarse la nariz con su desagradable pañuelo de tela.

-Ya que estamos todos más calmados, tenemos algo importante qué planear -Dijo Jason mientras dejaba caer sobre la mesa de centro lo que a simple vista se veían unos planos de algo.

-Se ve que es algo muy gordo -Habló el desgraciado de Scott mientras se sentaba junto a Ashley y Tyler.

-Y claro que lo es -Afirmó el tercer mencionado.

-Estos son los planos actualizados del banco central -Extendió el gran papel para dejarnos ver un montón de cuadrados y rectángulos sin sentido para mí- Vengo planeando este robo desde hace unos cuantos años -Continuó hablando- Pero siempre me faltaba la gente suficiente para hacerlo, porque este banco -Señaló la mesita- No es como cualquier otro. Tiene demasiada seguridad, mucha policía, cámaras... es casi imposible hacerlo.

-Pero nosotros lo haremos -Dijo Ashley.

-Con ayuda de Eric, el hacker de Tyler podremos violar su seguridad y sus cámaras -Siguió Jason- Pero todos nosotros debemos ocuparnos de entrar y eso también lo tenemos planeado.

-Exacto -Fue turno de Morgan de hablar- Como a ustedes les gusta dar espectáculos, haremos lo siguiente -Se levantó y se acercó a Jason. Se agachó frente a los planos y señaló la entrada- Tres de mis hombres entrarán con maletines como si fueran empresarios mientras nosotros los esperaremos escondidos -Movió su dedo en círculos- Ellos tendrán dentro de los maletines bombas de humo y eso distraerán a todos, y esa -Nos miró- Será nuestra señal para entrar armados hasta las jodidas muelas, los clientes y trabajadores servirán como escudos humanos para mantener controlada a la pasma.

-¿Cuántos seremos dentro? -Preguntó David.

-Los que deseen -Contestó- Puedo conseguir los suficientes -Se levantó y se cruzó de brazos.

-Nos tomaremos unos meses para observar y estudiar los horarios del banco, de sus empleados y los guardias -Estableció Jason- Y cuando tengamos todo listo, daremos el mayor golpe que se ha dado en la historia de Nueva York.

MONSTER.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora