MONSTER.

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Antes de comenzar con el capítulo nos tomamos el atrevimiento de avisarles con anticipación que hay una escena +18, considerada para mayores de edad. Tratamos de escribirla lo menos explícita para abarcar todos los gustos; también pueden pasar esa parte que está en el final del cap.

Dicho esto y ya advertidxs, dejamos en sus manos leerla o no. 

¡Disfruten de la lectura!

***

Entré en la casa de Lucy por la ventana de la cocina. Esta chica nunca aprenderá que debe cerrar las ventanas porque algún día un loco puede entrar y hacerle cositas malas...

Hacía menos de una hora que habíamos llegado de Washington y ya era de noche. Podría haberme esperado hasta el día siguiente, pero como yo no miento nunca me tocaba admitir que por alguna razón sentía la necesidad de ver a mi sexy detective en ese pijama corto que la había visto lucir muchas veces mientras paseaba por la cocina, y esa imagen se quedaba conmigo hasta que llegaba a la mansión, me acostaba en mi cama y me desquitaba tranquilamente conmigo mismo...

Aunque siempre la tenía muy presente y más en esa semana sin ella. Sin poder entrar a su casa luego de esperar a que se durmiera y verla en su cama tan tranquila y relajada.

A simple vista podía notar que el lugar era un caos, caminé con dirección al salón donde lograba escuchar la televisión encendida y visualicé a Lucy recostada en el sillón durmiendo. Una sonrisa se formó en mis labios y me acerqué hasta ella, colocándome enfrente y tomando asiento sobre la pequeña mesa de centro sin dejar todo mi peso.

-Lucy, Lucy, Lucy... -Murmuré en bajo sin quitar la vista de su rostro dormido. Agarré el portátil que tenía pegado a su cuerpo y lo apoyé en el suelo- Que bonita te ves durmiendo...

Ladeé la cabeza hacia la derecha y me incliné hacia ella para poder verla y apreciarla mejor. Al parecer mi memoria era muy buena porque ni un solo detalle me había olvidado de su rostro. Una de las comisuras de mi boca se elevó mientras apoyaba una de mis manos sobre su cabello, pasándola por su rostro y acariciándola lentamente.

-Venga, despierta -Puse la mano sobre su hombro y la sacudí despacio, tampoco buscaba perturbarla. Me arrodillé en el suelo para poder acercarme más a ella- Que en esta semana estuve pensando mucho en ti -Susurré cerca de su oreja y deposité un beso sobre su mejilla, para después morder levemente su piel.

Escuché cómo un intento de quejido rasposo salía de su garganta y me alejé de ella viéndola con el ceño fruncido, algo raro estaba pasando con mi sexy detective Kane. Sus ojos se abrieron con una lentitud desesperante y se refregó los párpados con sus manos.

-Carajo... -La oí maldecir con su voz grave y ahogada mientras acariciaba la zona donde la había mordido. ¿Acaso se estaba resfriando?.

Me volví a sentar en la mesita de centro y apoyé los brazos sobre mis rodillas. -Buenas noches... -Hablé una vez Lucy se había acomodado en el sofá. Ella me miró desconcertada, como si no creyera que yo estaba ahí.

-Ya estoy alucinando de nuevo... -Bufó. Estiró el brazo hacia mi y una cachetada bastante fuerte y sonora fue a parar en mi mejilla derecha. Parpadeé rápidamente, asombrado de su fuerza.

-¿Qué mier...? -Apreté la mandíbula mientras me acariciaba el lugar del golpe.

-¿Riley? -El tono de Lucy sonaba cada vez más desconcertado y confundido.

-Que si, joder... ¡soy yo! -Puse los ojos en blanco y solté un largo suspiro- ¿Qué coño te pasa a ti?.

Lucy tardó un rato que me pareció eterno, aunque también pudieron ser segundos. -¿A mi? -Se cruzó de brazos por debajo de los pechos. Maldita... llevaba puesto el sexy pijama que me volvía loco y encima se levantaba los senos, parecía que lo hacía a propósito.