S.

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Mientras me levantaba del suelo, pasé el dorso de mi mano por debajo de mi nariz para limpiarme la sangre que salía por ella. Sí que pegaba muy fuerte el maldito de Trevor, joder.

-Mierda... -Escuché a Lucy maldecir y miré cómo se pasaba las manos por la cara.

-Espero que se haya divertido y desahogado con mi cara -Dije bromeando entre risas a la vez que me acercaba al sofá.

-¿Qué pasa contigo? -Me preguntó cuando se destapó la cara y me miró.

-¿Qué me pasa de qué? -Me senté a su lado sin dejar de limpiarme la sangre de la cara- Él empezó...

-Tú que andas provocando que se enojé, idiota -Me empujó con tan poca fuerza que tuve que aguantar la risa. Eso había sido lamentable...

-Bueno, no es mi culpa que sea un imbécil -Solté como si nada- Además, ¿es culpa mía que pensara que tendría alguna oportunidad contigo? -Un ardor insoportable en mi mejilla derecha se hizo presente y tuve que acariciar esa zona con una de mis manos- Hija de p...

-Cierra la boca porque el idiota eres tú -Me interrumpió y me quedé en completo silencio- ¡Podríamos haber evitado toda esta mierda si no hubieras interrumpido! Sabías perfectamente que no estaba sola, lo hiciste a propósito. Nunca entenderé qué carajo pasa por tu cabeza porque me mandas a la mierda un día y al otro jodes mi vida -Gritó mirándome fijamente- ¿Qué mierda quieres, Riley? Parece que nunca tienes suficiente... no te entiendo -Se sujetó en el apoyabrazos y se impulsó para levantarse.

-Lucy...

-¡NO! Dije que te callaras, ya no quiero ni pienso escucharte más de lo que ya he hecho -Agitó la cabeza, negando- Estoy cansada de esto porque siempre soy yo la que sale perjudicada y ya no lo aguanto más -Suspiró mientras, sujetándose de las cosas, empezaba a caminar lentamente- Tú sólo mírame como estoy... -Se señaló de arriba a abajo- ¿Realmente piensas que puedo soportar algo más? Ya estoy harta de esto, nunca nunca debí meterme contigo -Sentí que su voz estaba llena de rencor y parecía que había estado guardándose todo aquello desde mucho tiempo- Te odio -Exclamó- Te odio por haberme metido en esto, te odio por haber arruinado mi vida, te odio por manipularme, te odio por ser un idiota... -Soltó un suspiro pesado- Pero sobre todo, te odio porque no pude evitar enamorarme de ti.

¿Qué?.

¿Cómo podría alguien sentir... eso por mi?.

No. Era imposible. Seguro que estaba confundida.

Negué con la cabeza repetidas veces, sin poder creer que lo último que Lucy había dicho fuera cierto. Fácilmente porque era imposible.

-No -Dije en voz baja mirándola- No... es imposible, debes estar confundida o algo así -Pasé una de mis manos por mi cabello- No puede ser verdad.

-¿Por qué?.

-Nadie puede amarme, Lucy -Me levanté del sillón y me refregué los ojos con las manos.

-Pues, lamentablemente yo lo hago y no pude evitarlo -Dijo y, no sabría decir por qué, pero al escuchar que lamentaba amarme sentí una horrible presión en el pecho como si me doliera- ¿Crees que si no fuera posible amarte habría soportado todo lo que he vivido por ti?

-No puedes amarme, tú no me amas... -Seguí con mi negación. No podía creer que alguien como ella estuviera interesada en mí- No puedes...

-Tú no puedes decirme a quién debo amar, Riley -Me dijo- No puedes decirme o decidir cómo puedo sentirme.

La miré, la miré tratando de analizarla, tratando de encontrar las putas mentiras en aquellas palabras. Continúe negando repetidas veces con la cabeza porque eso era lo único que podía hacer, no había nada que pudiera decir.

¿Por qué?

¿Por qué me amaba?

-¿Por qué?... -Cuestioné escuchando mi voz salir casi en un susurro- ¿Por qué, Lucy? -Repetí.

Se quedó callada varios segundos, supongo que tratando de buscar algo para responder -No... no lo sé -Habló por fin- No lo sé, Riley... pero ahora no puedo sacarte de mi puta cabeza y eso me está volviendo loca.

Volví a guardar silencio.

¿Por qué me estaba diciendo todo esto ahora?¿Por qué me estaba sintiendo de esa forma?

Necesitaba respuestas, pero la verdad era... que no sabía si quería escucharlas.

-No estoy esperando a que digas lo mismo... -Siguió hablando Lucy- De hecho, no estoy esperando nada de ti.

-Cállate... -Dije alejándome mientras esa estúpida presión en mi pecho volvía a invadirme.

-Esa es mi maldición, Riley -Continuó hablando y quise que no siguiera haciéndolo- Amarte sabiendo que tú no puedes hacerlo, porque no hay nadie que te importe además de ti mismo.

-¡Cállate! -Alcé la voz harto de aquello- Tú no eres nadie para hablar sobre eso, no me conoces... nunca lo hiciste -Sentí mi respiración agitarse ante cada palabra que salía de mi boca.

-Nunca fue necesario hacerlo... porque la única parte que me diste para conocer, la odio. -Dijo- Así como me hiciste amarte, me hiciste odiarte. Te odio, Riley Allen.

Silencio. Sólo un puto silencio.

-Yo también te odio, Lucy Kane. 

MONSTER.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora