Capítulo 7: Noches de whisky y Blues

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Capítulo 7: Noches de whisky y Blues

Clarke despertó antes de que los primeros rayos de sol se asomaran, se removió aún adormecida, y cuando se dio cuenta de que esa no era su cama, se quedó sentada de un movimiento y buscó a Lexa a su alrededor. Su piel estaba al desnudo como la noche anterior, Se estiró hasta su ropa y comenzó a vestirse, sintiendo a su propia realidad arrastrarla de vuelta. No debía estar allí; se autorreprochó haber descansado los ojos unos segundos, que era su ultimo recuerdo antes de verse luchando con su vestido en medio de la habitación de la empresaria. Se acomodó el cabello lo mejor que pudo, y bajó las escaleras en medio del silencio de la enorme casa.

Distinguió en la cocina la silueta de un hombre, con una estatura mucho mayor a la de ella, y con timidez se acercó a él.

—¡Buenos días! — aquellas palabras estaban invadidas de incomodidad.

—¡Oh! ¡Buenos días señorita! —Un tanto sorprendido Gustus, la saludó con amabilidad, sin comprender que hacía la rubia allí. Era una novedad que Lexa llevara a alguien a su casa, y sobre todo que se quedara hasta el otro día.

—¿Lexa está por aquí?

—Duerme en el sofá. —Clarke abrió sus ojos siendo ella la sorprendida.

—Oh...

—Puedo prepararte algo para desayunar, si lo desea, mientras espera a que se despierte. —cordialmente le ofreció darle algo que comer al notar lo delgada que estaba la joven rusa. Gustus cumplía ese rol de padre con cualquiera que demostrara vulnerabilidad. Y a sus ojos Clarke era una joven que ocultaba vulnerabilidad, al igual que Lexa.

—No podría darme ese lujo, le agradezco. Sólo buscaré a Lexa y me iré.

—Gustus, desayuno para dos por favor. —La castaña apareció en el momento preciso, para evitar que Clarke se marchara del refugio que deseaba proporcionarle.

—Enseguida, Lexa. — Gustus, sonriente y satisfecho, comenzó a servir café y pan tostado con frutas. Para Clarke era su primera comida después de dos días, porque entre el trabajo y toda la situación con Bellamy, ni siquiera le habían dado tiempo de ingerir algo. Su alimentación estaba pasando por su peor momento, y claramente estaba a la vista.

—Lexa...— resopló la rubia, sintiendo que el tiempo corría y no a favor suyo.

—Debes comer algo, luego te llevare a tu casa, ¿Vale? — Asintió y se acomodó en una de las sillas, tentada con el aroma a café recién hecho, y la pinta de todo lo que tenía delante de sus ojos. El apetito se hizo notar, y se permitió darse el pequeño lujo de ingerir comida de verdad después de varias semanas. Lexa soltó una risa silenciosa, al notar el alivio en el cuerpo de Clarke al recibir una dosis de alimentos, que lo demostraba con la velocidad en que comía.

Luego de desayunar en tiempo récord, La joven rusa se levantó de la silla y recogió sus cosas.

—No es necesario que hagas eso. — sonrió Lexa, ante la acción desinteresada de la rubia.

—Es poco cortés no hacerlo. — quiso lavar las cosas, pero Gustus se lo impidió recordándole que era su responsabilidad. Clarke desistió un tanto indignada.

—Gracias por el desayuno, estuvo exquisito.

—Me alegro que haya sido de su agrado señorita.

—Clarke. Clarke Griffin. —Clarke estiró su mano, de manera cordial para presentarse.

—Gustus, un placer. — Gustus la tomó, y sonrió ante el carisma de la joven rusa que iban a juego con su pelicular acento y su look desarreglado. Demostraba inocencia además de vulnerabilidad, aunque Clarke no se consideraba de aquella manera. Tal vez la antigua Clarke sí, pero no la que buscaba ser libre de todo.

The Only exception [CLEXA AU] ( Continuación del Oneshot "Tren a Francia")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora