Capítulo 25: Para ganar, ¿primero hay que perderlo todo?

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Capítulo 25: Para ganar, ¿primero hay que perderlo todo? 

Dos semanas después

Durante las semanas posteriores al arresto de Roan y Luna, Lexa intentó acomodar su mente y su empresa. Aunque lo único que daba vueltas por su mente era: ¿Podría recuperar lo más valioso que había perdido? ¿O debía olvidar y aceptarse como perdedora y sin más, seguir adelante? Sin embargo, ¿Cómo se puede seguir cuando nada es lo suficientemente motivador para encarar la vida?

Lexa había cambiado, Clarke la había cambiado. Clarke había despertado en ella mucho más que el innegable y lujurioso placer que sentía y le brindaba desde que la conocía. Descubrir el amor a través de la joven rusa, le ofreció la posibilidad de vivir de manera diferente. Nada se comparaba a ella. Había tenido demasiadas mujeres a lo largo de los años que no eran suficientes para llenar el vacío que Clarke había dejado en su alma. Jamás lo serían. Entonces aceptarse perdedora no era una opción. Luna estaba equivocada y lo demostraría. Se lo demostraría ella misma.

El paso de los días le dio la claridad necesaria a la joven empresaria londinense, y una vez que quedó tranquila en cuanto a sus negocios decidió movilizar contactos para recuperar a Clarke, o al menos intentar hasta la última posibilidad que tuviera delante para recuperarla y con ella todo lo que representaba tenerla en su vida.

Con ayuda de su investigar privado,  pudo encontrar el domicilio e información de la casa de los padres de la joven rusa en Moscú. Se hizo también del nombre y ubicación del templo en donde el señor Griffin celebraba cada domingo. Con aquellos datos a su favor, tomó el primer vuelo que consiguió sin importar el costo y voló hasta la ciudad natal de Clarke. Necesitaba encontrarla y regresarla a su verdadero hogar, junto a ella.

Las horas en el avión se le hicieron eternas y no pudo encontrar una pose cómoda en su asiento. La ansiedad mermó por un corto periodo cuando el vuelo llegó a destino.

Con su maleta en mano se dirigió en un taxi hasta el hotel que desde Londres había reservado.

Pensó en un primer momento encontrar y hospedarse en alguno lo suficientemente lejos de la casa de los padres de Clarke, pero después pensó que era muy posible que la joven rusa no tuviera muchas libertades y que sería muy complicado cruzarla sorpresivamente. Entonces la idea de alojarse en un sitio cercano le brindaba las probabilidades de encontrarla. En soledad sabía que era casi imposible, pero al menos para que supiera que estaba allí, con la intención de luchar por ella. Lexa estaba dejando en manos del azar la posibilidad de verla, de encontrarse y que las cosas comenzaran a cambiar a su favor. 

***

Eran las 7 pm de un lunes a mitad de noviembre en Rusia. El frío era insoportable y comenzaba a golpear con fuerzas, sin embargo, poco le importa a la castaña cuando pese a eso salió a buscar un bar para beber algo y conocer el vecindario. Estaba segura de que aquella noche no vería a Clarke. Como lo estaba también de que la vida de la joven rusa era muy diferente a la que llevaba en Londres y a la que Lexa conocía.

Pidió su bebida favorita y mientras revisó un par de mails con novedades de la empresa. Respiró aliviada de saber que todo seguía marchando bien luego de dar con los responsables del boicot que había sufrido. Y de que estos estuvieran presos por varios años por delante. Aún le dolía pensar que aquella mujer que había considerado a alguien lo más similar a una amiga y/o compañera que poseía, había sido un falso camuflaje de traición. Aún le dolía haberse sentido tan vulnerable y presa fácil de muchas personas. Sin embargo, era un sentimiento que habitaba en un segundo plano, porque sabía que lo único que importaba para entonces era salvar a Clarke, así como esta lo había hecho con ella. Porque salvándola se salvaría ella misma de una vida vacía y miserable. Solo esperaba que Clarke quisiera ser salvada...

The Only exception [CLEXA AU] ( Continuación del Oneshot "Tren a Francia")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora