Capítulo 24: Ese maldito momento... en el que todo acaba

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Capítulo 24: Ese maldito momento... en el que todo acaba

—¿En qué momento me he vuelto tan vulnerable Indra? Tenía traidores rodeándome y no me he dado cuenta. ¿Cómo es que no pude advertirlo?

—No es culpa tuya Lexa. No te considero vulnerable, es la malicia y envidia que mueve a ciertas personas y las hacen actuar de este modo.

—Ya no se en quién confiar.

—En ti misma. Como hiciste a la hora de construir esta empresa y a la hora de defenderla para que no te la arrebataran como pretendieron hacerlo. — Lexa sonrió ante la lealtad verdadera de Indra, y sus palabras de apoyo.

—Te debo muchísimo a ti, sin ti no podría llevar adelante todo esto.

—Aquí seguiré Lexa.

—¿Puedes comunicarte con Echo para que venga? Me odiará por ser domingo, pero necesitamos que el tema de las cuentas fantasmas se solucione y encaminar los negocios que cayeron por culpa de estos dos buenos para nada.

—Ya voy a ello. — Cuando Indra salió de la oficina a pasos acelerados el detective llegó con una pila de archivos prolijamente acomodados en carpetas. Saludó a Indra e ingresó con una sonrisa conforme ante el hallazgo.

—Señorita Woods, aquí tiene toda la información que recopilamos. Con detalles, fotografías, números de cuentas en las que se movía el dinero, y más. Ha sido un trabajo minucioso, pero le dije que daríamos con ellos. — La castaña, tomó uno de los archivos, los abrió, y enseguida lo que vio fue una foto de Luna. Rio con sarcasmo y dolor ante lo ingenua que fue, luego, comenzó a leer para ella misma.

—Son medios hermanos. — Rio nuevamente con ironía, sin poder creer aquello. —Los malditos son hermanos, todo comienza a tener un poco de sentido. — Se dejó caer en su silla y continuó leyendo. — ¡Que idiota he sido! — Exclamó con amargura. — Me han estado montando una escena desde hace años. Todo estaba rigurosamente planeado, todo planearon. ¡Maldita sea! Desde el momento en que conocí a Luna, nada fue casual, quisieron que se diera del modo que se les plazco, y caí como tonta.

El momento preciso en el que se caen las vendas de los ojos, y uno se da cuenta que vivió rodeado de mentiras, agobia, desilusiona, y cuesta creer que será posible confiar nuevamente en alguien o en uno mismo. Es ese preciso y maldito momento en que uno se pregunta si realmente las personas son autenticas o son parte de una actuación que esconde un plan lleno de malicia y descaro. Es ese preciso momento en que te preguntas si uno mismo es lo suficiente fiable en intuición o un señuelo fácil de capturar.

—Este de aquí también le interesará. — dijo el detective dándole otra carpeta para que la leyera. Lexa la tomó y la abrió esperando que fuera algo acerca de sus negocios y contratos, sin embargo, se sorprendió al notar el nombre de Clarke y de su familia allí. Junto a ellos había una extensa y detallada redacción de hechos y una larga lista de llamadas realizadas al exterior, claramente a Rusia, desde un número que se le confería a Luna. Un número diferente al que Lexa poseía. Obviamente no iba a ser tan ingenua, aunque su astucia no tuvo el final esperado.

Luna fue quien dio aviso a la familia de Clarke en donde se encontraba y fue quien con lujos y detalles les contó absolutamente todo; exponiendo a ambas mujeres. Clarke fue un daño colateral que se llevó la peor parte con tal de hundir a la joven empresaria. Sacando del medio a la joven rusa, después de saber cuan involucrada estaba Lexa, Luna y Roan sabían que tenían el poder total para destruirla. Si le daban en donde más le dolía podrían hacerla caer con una simple movida. La empresaria había dejado demasiado expuesta a Clarke, y era lo que más odiaba. La joven rusa estaba sufriendo por su culpa, por su falta de astucia, por no abrir los ojos a una realidad llena de ficción de la que estaba siendo parte. Al final Lexa se sentía responsable de todo, a pesar de la culpabilidad de Luna.

The Only exception [CLEXA AU] ( Continuación del Oneshot "Tren a Francia")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora