The Only exception [CLEXA AU] ( Continuación del Oneshot "Tren a Francia")

Capítulo 19: Quebrantada libertad

Quebrantada libertad

"Piel de amante que arropa, anhelo de calma; Piel de amante, transfórmate en refugio seguro, porque desnudo el cuerpo, desnuda el alma y suplica amor—exige protección "

Los labios de Lexa, acariciaban con delicadeza la aterciopelada y erizada piel de Clarke. Su aliento jadeante se mezclaba con el aroma de un reciente orgasmo, y su alma gozaba de alivio. Quedó recostada boca abajo enredada en las sábanas color carmesí de la empresaria, sintiendo el peso del torso de Lexa sobre su espalda. Sólo había silencio, ni siquiera las erráticas respiraciones eran perceptibles dentro de la paz que las abrazaba luego de hacer el amor.

Ninguna de las dos mujeres tenía la mente ocupada con pensamientos, estaban exentas de todo, disfrutando del placer y seguridad que les generaba tenerse piel a piel.

Los instantes en los que Clarke se sentía a salvo, aislada de un mundo que pretendía condenarla, eran aquellos. Únicos y muy de ella, de ambas. Cerraba sus ojos y se extasiaba con mucho más que el aroma exquisito de la castaña. Era el poder que poseía de rodearla de manera simbólica y refugiarla como si colocara escudos a su alrededor para que nada le hiciera daño.

Para Lexa era un placer el sentirse protectora de lo que consideraba un tesoro para ella. Y el único temor que agobiaba a su mente era que perforarán ese tan riguroso blindado que había construido solo para la joven rusa y lograran lastimarla.

—Te encuentras muy silenciosa hoy. — Susurró la castaña, besando la nuca descubierta de Clarke.

—Sólo estoy disfrutando de esto. De la inmensa paz que me genera estar así contigo.

—Adoro tenerte toda para mí en medio de la noche, sentirte y saber que nada puede hacerte daño. —Clarke se reincorporó, y se colocó de costado para mirar a Lexa.

—Jamás me he sentido tan a gusto y a salvo. Todo se siente bien desde que nos conocimos. Y es irónico...

—¿Irónico por qué? — Preguntó con una media sonrisa Lexa, mientras acariciaba el brazo de la joven rusa con parsimonia desde el hombro hasta la cadera que estaba expuesta para que solo ella pudiera apreciarla.

—Porque desde un principio todo en ti era una advertencia de peligro, pero fue eso lo que me hizo sentir segura y decidida a adentrarme a la aventura de conocerte.

—Y vaya que nos hemos conocido...—Soltó con gracia Lexa, mordiendo su labio inferior. —Eres todo lo que no esperaba en la vida, y estoy dispuesta a todo por ti. Seré tu chaleco antibalas si hace falta.

—No tienes que ser más de lo que ya eres, eso ya me hace feliz. Gracias a ti he logrado todo aquello que deseé por años. Libertad.

—Rusita... —exclamó Lexa antes de hundirse en los labios de Clarke y besarla con ímpetu y amor.

La añorada libertad de ambas mujeres, eran de la que gozaban. Libertad de ser, libertad de amarse a pesar de todo. ¿Era posible abolirla?

***

—Hemos conseguido más información y estamos a muy poco de dar con el cómplice.

—Necesito eso de inmediato, ya no puedo esperar. ¿Entiende usted lo que hay en juego? —Exclamó intentando mantener la calma Lexa, mientras el detective que había contratado la ponía al tanto.

—Lo tengo en claro señora Woods, pero déjeme hacer mi trabajo, y si quiere información de primera, lleva su tiempo, debe tener paciencia. Pronto esto se resolverá y tendrá el o los nombres de las personas que están detrás de todo esto.