El peligro de los extremosMirándose al espejo, Clarke, se acomodó el cabello y la ropa, mientras Lexa a su lado, hizo lo mismo. Cuando acabó se giró y descansó su cuerpo contra el lavatorio y de brazos cruzados, se quedó observando a la joven rusa terminar de alinearse.
—¿Qué miras? — Exclamó un tanto sonrojada, observándola de reojo, mientras comprobaba si su vestimenta estaba en orden.
—El misterio que representa para mí, toda ti. — Clarke se volteó para mirarla.
—Si no fuera un misterio pasaría desapercibida.
—Tal vez, pero a veces siento que eso es lo que quieres.
—¿Qué cosa?
—Esconderte del mundo, y pasar lo más desapercibida posible. — Clarke se quedó pensando aquella lectura que la empresaria había hecho de ella, y no dijo nada porque la descolocó lo certero de su hipótesis. — El tema está en que no puedo discernir cual es la causa que te lleva a aquella necesidad. Es como si temieras perder algo... — Reflexionó en voz alta.
—Cariño, no tengo nada que perder ya...— exclamó manteniendo la postura, ante el espanto que le causó todo aquel planteo tan cierto. Temía mostrarse vulnerable si Lexa conocía más de ella, por eso prefería mantener su privacidad muy cuidada, al menos por un tiempo más.
—Vale... —respondió la empresaria sabiendo que había chocado contra una pared. Se acercó a ella y le dejó por inercia un beso en los labios, sin saber de dónde había venido aquel gesto, y para disimular su propia sorpresa, se miró al espejo recuperando la postura de poder, soltó un carraspeó de garganta, y guiñándole el ojo exclamó:
—Iré por mi pedido. — Clarke, sólo asintió, y se quedó unos cuantos minutos más encerrada en el baño para recuperarse de todo. Del sexo casual e intenso que había tenido minutos atrás, y la escena completamente opuesta que llegó después.
Un tanto más recuperada, salió, y lo primero que recibió fueron los interrogantes de una Niylah furiosa.
— ¿A dónde estabas rubia? Hace 20 minutos que estoy buscándote porque no doy abasto.
—Lo siento. No me sentía muy bien y estaba en el baño. —se excusó Clarke.
—Es justo lo que Monty dijo y tu palidez lo confirma. ¿Necesitas algo? — calmó su temperamento y se apiadó de su compañera.
—No, ya estoy bien. Discúlpame por no avisarte. — Suspiró, viendo de reojo a Luna entregar a Lexa su pedido; acción siguiente la vio marcharse sin que volteara.
—Ya, no hay problema. Anda, que queda poco. — Clarke asintió y se encaminó a atender las mesas a su cargo y pretender que todo estaba en orden en su vida.
Las horas siguientes, la mente de Clarke rondó por la pequeña charla post sexo con Lexa y pensó si realmente ya no tenía nada que perder y dudó de ello.
Encendió un cigarro cuando Luna cerró el local y ya todos los empleados estaban fuera, y dándole una pitada larga pretendió que aquel simple vicio le causara alivio a su cuerpo frente al cansancio que cargaba.
—¿Quieres que te alcance Clarke a algún lugar? — preguntó Monty.
—Te lo agradecería. — se subió al coche de su compañero, y deseo llegar a su casa cuanto antes.
Su cama estaba desecha, tal como la había dejado horas atrás luego de que Lexa se presentara de improviso en su casa y pasarán juntas la noche.
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The Only exception [CLEXA AU] ( Continuación del Oneshot "Tren a Francia")
Fanfiction¡¡¡ AVISO IMPORTANTE!!! SI TE INTERESA LEER EL FIC Y NO LEÍSTE PREVIAMENTE EL ONESHOT "TREN A FRANCIA" ES NECESARIO QUE LO HAGAS PRIMERO, ES PARTE DE LA HISTORIA. https://my.w.tt/ZmKWBn9ZcX <----- LINK DEL ONESHOT Luego de aquel majestuoso pri...