Me siento esclavo de mi propia vida. Con cansancio, sin poder tomarme un respiro. Con mis ojos cansados deseando dormir, para ojala no volver a despertar. No puedo decir que me gusta lo que hago, porque ya no lo veo así. Pero tampoco puedo decir que lo odio, porque ya no lo veo así. Esclavo soy de palabras.

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Simplemente palabras
SonstigesCuando creas que lo hayas leído, comprenderás que no lo hiciste.