Texto 78

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Mientras su falda se movía graciosamente en la pista de baile. No sabía si acercarme a ella, no sabía si podía poder dirigirle la palabra. A esos ojos, a ese cabello oscuro... Solo me lo impedía yo mismo. "Solo se vive una vez". Me dije a mi mismo. Ella al verme caminar decide cruzar sus ojos con los míos. Los besos que llevaron ese mar de pasos,

y toques delicados, fueron el culmen de incrementar mi amor por ella. Ella, a pesar de que no era lo que se denominaba por aquel entonces "normal". Para mi hacia que cada perfecta imperfección, que cada perfecta locura que realizaba, me volviera más loco. Parecía todo un cuento de hadas en ese tiempo tan largo de nuestras vidas, pero tan corto en el de nuestro mundo. Es una lástima que todo tenga que acabar... Si solo pudiera haber pasado un solo segundo más con ella. O que ella con su guadaña y sus alas negras no se la hubiese llevado...

Simplemente palabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora