Hoy quiero contaros la historia de un pequeño. Un niño que vivía con su papá y su madrastra vivían felices en un amplio campo. Un día la madrastra fue a hablar con el pequeño. Pero ella no tenía dichas intenciones, quería que todo lo que poseía el padre fuera a parar a ella. Por lo que el pequeño se fue de un suspiro a un lugar lejano al que llamaban, cielo. Esta bruja decidió esconder los restos del pequeño, que se quedaron en la tierra, por suerte para el papá del pequeño y para su verdadera madre que estaban en ese momento juntos, le dieron un lugar donde el pequeño, cuyo nombre es Gabriel, pueda descansar en paz. A su descanso eterno, se le acerco una figura de una mujer vieja, y haciendo una señal en el aire le dijo a Gabriel en su lecho, requiescant in pace. Esta vieja, desapareció al momento...
Es increíble la crueldad humana a la que nos sometemos cada día. Se me hiela la sangre al ver cómo somos capaces de matar a inocentes por nuestro placer y disfrute. Somos bestias inmundas cuyo único placer o premio o incluso castigo debe de ser la muerte. ¿Por qué no adelantar la muerte de nuestra propia existencia? Y si hubiera un dios ahí arriba, ¿por qué permite está matanza? Esto último lo responderé luego...

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Simplemente palabras
De TodoCuando creas que lo hayas leído, comprenderás que no lo hiciste.