Vuela esta canción para ti Lucía 11

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Narra Ana Gabriel

23 de mayo. 

Creo que esta fecha tiene mucho significado, hoy sería un día especial para ella. Quería sorprenderla. Sabía que no iba a hacer una fiesta porque sus amigos y familiares estaban en Argentina y otros en España. Hiria a saludarla y luego le ofrecería dar un paseo. Todo estaba planeado.

—Ana tienes una reunión con la disquera—La noticia de Diana fue como un balde de agua fría—. Y hoy en la tarde te toca ir a la reunión de Diana Alejandra.

¡Puta madre! Tenía todo planeado tanto que me olvidé de mi trabajo y de mi hija.

—¿No puedo cancelar?—Pregunté suplicando.

—Hace semanas que estás cancelando todo—Respondió en tono molesto—. Ya ni ves a Diana, ella te extraña.

—Lo sé, yo... tuve ocupaciones.

—Ajá—Rodo los ojos—. Revolcarse con la pimpinela no es una ocupación—Dejé los papeles sobre el escritorio y miré a Diana Verónica. 

—¿Qué dijiste?—Pregunté con la mirada tajante.

—Olvídalo—Agarro unos documentos y camino hacía la puerta, antes de irse dijo—. La reunión con la disquera es alas 16. La reunión de tu hija es las 18. Por favor no faltes—Salió de la oficina.

La reunión con la discográfica comenzó a la 1:00 pm y terminó a las 4:00 pm sin tiempo para cambiarme, fui a la escuela de mi hija y me reuní con los maestros, tuve que firmar algunos autógrafos y fotos ya que conocí a algunos fans. Después de todo, me retiré de la escuela con Diana Alejandra.

—Mami ¿puedo ir a casa?—Preguntó mi hija.

—Claro que sí—Sonreí. Aunque llevarla a casa no estaba en mis planes—. Pero no te puedes quedar a dormir hoy, mañana debo trabajar.

—Con pasar un tiempo contigo ya me basta—Sonrió mi pequeña.

Mi corazón se estaba haciendo más pequeño, sabía que había dejado a Diana Alejandra a un lado ya sea por mi trabajo o porque llevaba mucho tiempo con Lucía.

—Prometo que después de este día solo seré tuya—Acaricie su flequillo y ella sonrió. 

—Te amo mamá ana.

—También te amo mi pequeña niña.

Cuando llegamos a casa, Diana miró las caricaturas y yo comencé a cocinar para que pudiéramos comer al final, serví todo y nos sentamos en el sofá a ver su película favorita y luego vimos algunas comedias, las dos reíamos y bromeamos. Fue una tarde maravillosa.
Alrededor de las 20 Diana vino a buscarla y Alejandra ya se había quedado dormida, no hablamos mucho, solo lo de la reunión y mañana que  no estaría disponible. Ella se fue y rápidamente fui a darme una ducha para poder ir a verla.
Cuando terminé de prepararme, salí de la casa y conduje hasta el hotel donde se hospedaban, subí corriendo las escaleras porque no podía esperar el ascensor, casi me caigo pero llegué a la puerta de la habitación llamé y esperé pacientemente.

—¡Lupita!—Lucía abrió la puerta y se tiró encima mío—. Creí que no venías.

—Justo hoy tenía cosas que hacer, pero no quería saludar mañana—Respondí mientras la ayudaba a bajarse de mí—. Feliz cumpleaños—Sonreí y le extendí mi regalo.

—Vamos—Sonrió  ella. Salimos del hotel y fuimos a mi auto, cerró la puerta del auto y me miró —. Joaquín no está, maldito justo hoy se fue.

Reí mientras encendía el motor.

—Fue a festejar sin ti—Bromee.  

—Pero contigo estoy bien—Sonrió—. ¿Puedo poner la guitarra en los asientos de atrás?

Es el amor quien llegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora