Sentí que se me aceleraba el corazón y me ardían las mejillas, era Joaquín, las dos miramos la puerta y soltamos un suspiro de alivio al ver que estaba cerrada.
—¡Lucía!—Volvió a decir—. ¿Quieren ensalada de frutas?
—Si, si—Respondió ella limpiándose el brillo labial movido—. Deja de gritar quieres.
—Ana, ¿qué quieres comer?—Preguntó Joaquín.
—Lo que sea esta bien—Respondí abanicando mi rostro con mis manos—. Gracias.
Hasta que escuchamos sus pasos alejarse sentí alivio, ambas volvimos a sentirnos bien, nos miramos en silencio y nos echamos a reír, Lucía apoyó la cabeza en mi pecho y la abracé.
—Casi—Mordió su uña por los nervios—. ¿Cuando será momento en el que le debo decirle?
—Cuando te sientas lista y segura, no debes tener prisa—Sonreí y tomé su mano para besarla.
—Tú...—Bajo la mirada—. ¿Tú me esperarías?
—Todo el tiempo, toda una vida si es necesario—Ella sonrió y presionó mis mejillas haciendo que mis labios se hincharan—. ¿Qué haces?
—Es que sos tan hermosa que me dan ganas de apretarte—Dijo mirándome a los ojos y no pude evitar sonrojarme—. Ay mi lupita.
—Ya deja mis mejillas en paz—Me separe de ella—. Duele.
—Dieli—Contestó burlona.
...
Muchas cosas cambiaron en mi vida en estos 9 meses. Siempre tomé decisiones, algunas malas y otras buenas, pero hoy no sabía qué hacer. Lucía estaba a mi lado, estaba tan hermosa con su vestido rosa y labios brillantes, sonriendo, tratando de disfrazar sus nervios, me acerqué a ella y la tomé de la cara para darle un beso cuando escuchamos que llamaron a la puerta, nos separamos.
—Son ellos—Dijo con nerviosismo.
—Tranquila—Acaricie sus mejillas—. Les vas a encantar.
Fui a la puerta y la abrí para encontrarme con mis padres, mamá me sonrió levemente y papá sonrió de igual manera.
—Pasen—Sonreí—. Oh madre, deje que yo lo hago—Mi mamá entró y yo salí para agarrar las asas de la silla de ruedas de mi padre y ayudarlo a entrar—.¿Cómo han estado?
—Muy bien gracias a Dios, Lupita—Respondió mi padre—. ¿Tú?
—Hoy estoy muy emocionada—Al llegar a la sala puse a mi padre al lado de mi madre. Ahora los cuatro estábamos frente a frente, Lucía los miraba con cierto nerviosismo y sonreía de la misma manera, era la primera vez que la veía así. Mis padres, a su vez, me miraron como esperando una explicación—. Madre Padre, ella es María Graciela tal vez la conozcan mejor con el seudónimo de Lucía Galán.
—Un placer—Sonrió mi madre e inclino se cabeza—. ¿Son amigas?
Lucía me miró esperando que la presentara, yo simplemente, bajo la mirada atenta de mis padres, coloqué mi mano sobre la suya, acariciándola y luego sosteniéndola suavemente.
—Bienvenida—Dijo mi padre al fin—. Cuídense. Sean buenas.
—Mi Guadalupe es una buena mujer—Asintió mi madre—. Por favor cuídense.
—Lo haremos señora, prometo cuidarla—Sonrió Lucía.
—Puedes decirme madre—Devolvió la sonrisa.
ESTÁS LEYENDO
Es el amor quien llega
FanfictionSi miras las estrellas buscando un no sé qué. Si sientes que tus ojos se humedecen sin querer. Si notas que el calor , te viene a golpes de tensión. Y pega fuerte, fuerte, fuerte... Entonces, mucha suerte. -una novela entre Lucia Galán y Ana Gabrie...