Narra Ana Gabriel
—Gracias mamá, me alegra que estés orgullosa de mí, es realmente una gran satisfacción—Dije estando al teléfono.
Esta fue la cuarta vez que alguien me llamó para felicitarme por el premio Oti, fue hermoso escuchar la emoción y las palabras de aliento de mis padres.
—Realmente tienes un gran camino por delante—Mi madre pocas veces se ponía tan sentimental—. Te quiero.
—También te quiero madre—Sonreí con una pequeña emoción, necesitaba escucharla.
—Oh mi amor, se me pasó el tiempo felicitando y preguntando por todo—Soltó una risita—. ¿Cómo está lucia? Supe que duo pimpinela también canta en italiano lo cual me sorprendió, pero lo bien que cantan y sus actuaciones son maravillosas.
El hecho de que ella mencionara a Lucía hizo que mi alegría cayera al suelo, recordé ese día en que discutimos y la imagen de ella llorando volvió a mi mente. Me sentí sucia otra vez, le fui infiel a la persona que amaba, aunque no le di el beso a Verónica, lucía desde su perspectiva vio una gran traición.
—Hija voy a colgar la llamada, debo hacer cosas—La voz de mi madre me saco de mis pensamientos—. Oye me saludas a lucía cuando te llame.
—Adiós mamá, te quiero, le daré los saludos—Corte la llamada.
Fui a la sala para mirar televisión y dejar de pensar un poco estaba a punto de sentarme en el sofá hasta que la puerta sonó con tres golpes reticentes. Caminé y abrí la puerta para encontrar los ojos verdes que fueron mi perdición.
—Hola, anilla—saludo con una sonrisa—. Vengo a visitarte... ¿me dejarás pasar?
—Claro, entra—Le dije, cerrando la puerta detrás de ella—. ¿Te gustaría tomar algo?
—Gusto de ti.
—Ah, mira tú—Asentí con la cabeza, frunciendo los labios—. ¿Por qué no le cuentas al mundo?
Su sonrisa se desvaneció de inmediato y suspiró, extendió la mano y buscaba algo de su bolso.
—¿Qué traes, Verónica?— Me crucé de brazos.
—¿Cómo quedaron las cosas con Lucía?—Se sentó en el sofá y cruzó las piernas—. Espero que la bofetada no te haya dolido tanto.
—Están, bien gracias.
—¿Oh, segura?
—¿Qué es lo qué quieres?
—Bueno... dicen que conoció a un chico que...
En ese momento mi sangre hirvió, ¿cómo que estaba conociendo a alguien más?
—¿Cuál es el nombre del hombre?— Pregunté sin rodeos.
—Oh, el cerdo y los veinte, ¿no?—Fue irónica —Todo lo que sé es eso, las noticias de Argentina no llegan a México tan rápido.
—Pero si ella... yo...—Mi voz se fue apagando.
—Anilla—Verónica se me acercó y me abrazó—. Ella no te merece, no te hará feliz mi amor, solo yo puedo hacerlo.
Verónica me besó de nuevo. Traté de sentir una pizca de emoción al sentir sus labios, pero no; yo solo quería romperlo todo e ir a Argentina para una explicación de lucia. Cuando nos separamos Vero sonrió tiernamente y acarició mis mejillas.
—Me tengo que ir ahora—Beso mi frente—. Piensa en lo que dije, ¿bien?
—La acompañaré hasta la puerta, señora Castro—le contesté, perdida en mis pensamientos y emociones.
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Es el amor quien llega
FanfictionSi miras las estrellas buscando un no sé qué. Si sientes que tus ojos se humedecen sin querer. Si notas que el calor , te viene a golpes de tensión. Y pega fuerte, fuerte, fuerte... Entonces, mucha suerte. -una novela entre Lucia Galán y Ana Gabrie...