Llegó el quinto día en el que me inyectaron, se volvió parte de una rutina, siempre tuve miedo a los pinchazos, pero Peter me acompañó desde el día uno en eso.
-¿Almorzamos?-me preguntó después de ir a la clínica.
Asentí con la cabeza, me subí a su auto y manejó hasta mi casa.
-Pasta pasta-elevé mis cejas después de sacar los fideos de la olla- tengo un amor por las harinas, no es muy sano, pero no las puedo dejar..
Me encogí de hombros, Peter se rió.
-Y, sí-asintió con la cabeza- es irresistible, como yo
No perdió la oportunidad para después de decir eso sonreírme.
-Sos tan creído a veces-me reí.
-Decilo, siempre.. Ambos lo sabemos..-el que elevó las cejas fue él.
-No puedo creer que hayas asumido algo, ¡va a llover!-lo molesté entre risas.
Comimos buena pasta tomando un buen vino.
-Tengo.. Tengo que seguir con lo mío Pit, vos deberías estar en la fábrica supervisando todo, después en tu oficina..-me puse de pie e y él hizo lo mismo para encaminase a la puerta- mientras que yo tengo que estudiar bien que hacer con mi nuevo proyecto, tengo que hacer dibujos y todo eso que a vos te aburre
-Ya entendí, tenes mucho trabajo, entendí la indirecta, no pienso molestarte más-Peter se rió, después se acercó para susurrarme algo en el oído-por hoy
Se separó algo de mi y ambos nos reímos.
-Sos un estúpido Peter Lanzani, nunca entendiste de límites, en general.. Sos muy malcriado, estás acostumbrado a que nunca te digan que no..-elevé mis cejas sin dejar de mirarlo a los ojos, él estaba conteniéndose para no reírse nuevamente-sabes que no tenes límites..
-Ey, no es del todo cierto eso, con vos sí tengo límites-no dejó de mirarme a los ojos en ningún momento, me hizo una caricia en una de mis mejillas y eso me erizó la piel, ¿que estaba pasándome? Otra vez se encendieron todas mis alarmas.
-Menos mal.. Quién sabe que podría ser de nosotros si vos no tuvieras límites-me reí y le di un golpecito suave en el pecho para que se alejara.
-Probablemente estaríamos ahora mismo en tu cama, pero no para dormir-me sonrió mirándome con diversión, me puse seria, ¿acababa de decir lo que acababa de decir?-solo te molesto boba
Quiso darme un abrazo pero lo aparté escapándome de su agarra.
-Ey La, solo te molesto, sí, estoy jugando un poquito con fuego porque sé que nunca nos vamos a quemar, si te molesta no lo hago más..-ahora me miró con sus ojos de cachorro arrepentido.
Me odié por ser tan débil, sobre todo ante él.
-Todo bien Peter.. Nos vemos en otro momento-le señalé la puerta y él caminó hasta ella de manera lenta-¿que pasa ahora?
-¿Todo bien?-me volvió a preguntar, solté un suspiro y asentí con la cabeza.
-Sí, todo bien.. Pero.. No juegues conmigo, no soy parte de tus juegos.. Recordalo, soy tu amiga Mariana-lo miré a los ojos firme.
-Lo sé, lo tengo bien en claro el que sos mi amiga Mariana-él soltó un suspiro y asintió con la cabeza- yo también tengo debilidad por vos-soltó de la nada y me quedé mirándolo desconcertada- seguro estabas pensando porque sos tan débil conmigo, estamos a mano, aunque no lo creas soy débil con vos, nunca lo soy con el resto de las personas
Sus palabras me atravesaron y me aflojaron las piernas, ¿a donde quería llegar?
-Chau Peter, tengo trabajo que hacer-lo despedí y le cerré la puerta en la cara, sonó el timbre varias veces y la abrí nuevamente-¿qué?
Se lanzó hacia mi para terminar besando mi mejilla.
-Falta eso, un beso-me guiñó un ojo y solté un suspiro, era una persona imposible.
Cerré nuevamente la puerta e intenté volver a la realidad.
Me senté en mi escritorio y pensé como diseñar planos, si bien sabía hacerlos en la computadora, me gustaba dibujar en papel y lápiz, a la antigua.
Pasé horas concentrada en mi trabajo, después almorcé, estudié y me dormí demasiado temprano, eso hizo que me despertara por la madrugada, ya había cargado energías.
Miré mi teléfono celular y tenía varias llamadas perdidas de Peter, decidí llamarlo.
-¿Donde estas?-me preocupé.
-En... En la plaza..-me respondió algo ido- fui a un bar.. y.. creo que me robaron
-Quedate donde estas, compartime tu ubicación-corté la llamada y pude ver en el mapa donde estaba.
-Hola-Peter me saludó como si nada, la voz le tembló al saludarme, era obvio que estaba alcoholizado, seguro también drogado.
-Vamos, vamos Peter-agarré sus manos con las mías para que se pusiera de pie- no soy tu mamá Juan Pedro, no lo soy, te lo aclaro nada más... ¿Crees que la vida es esto? Digo, vivir en un constante estado irreal-lo miré mal, a los ojos, a él le costó sostenerme la mirada- vas a ser papá Peter, bueno, si accedo a eso.. Necesito que intentes comportarte, que intentes ser una persona que puede divertirse pero sin sobrepasar todos los límites con respecto a todo, después pasa esto, otra vez termino yéndote a buscar a la luna, a Júpiter, Saturno o Marte, y te roban
Peter se quedó estática y después me miró a los ojos, noté que estaba arrepentido de que tenga que verlo en este estado otra vez, lo conozco demasiado, puedo leer su cabeza sin que me hable.
-Vamos-le hice señas para que camine a mi lado, él lo hizo en absoluto silencio.
Otra vez mi amigo Peter Lanzani terminó en mi casa, como estaba enojada con él lo mandé a dormir al sillón, a él no le dio la cara para pedirme el dormir conmigo, tuvo que conformarse.
Solté el aire que tenía contenido después de meterme en la cama, ¿acaso todo seguir con toda la movida bebé a bordo es una buena idea?Desperté porque sentí algo en la cara, abrí mis ojos lentamente y era Juan Pedro, estaba dejando besos por toda mi cara como cuando me enojaba y ambos éramos chicos.
-No vas a remediar todo así...-me quedé mirándolo a los ojos mientras recorría mi cara con una de sus manos haciéndome una caricia, él soltó un suspiro.
-Lo sé.. Sé que voy a tener que hacer mucha buena letra.. Es real que en algún momento vas a mandarme al diablo si sigo así.. No entiendo.. No entiendo porque sos tan paciente conmigo..-ahora se puso a jugar con mi pelo.
-Creé que yo tampoco sé de donde consigo tanta paciencia..-iba a ponerme de pie pero el giro haciendo que quede debajo de su cuerpo-¿ahora qué Peter?
Elevé mis cejas sin sacar mi mirada de la suya.
Noté que se le aceleró la respiración, lo noté a él también desconcertado.
-No se... Yo también no se que estoy haciendo-soltó un suspiro y se apartó- tengo.. Tengo que irme a trabaja
Se apartó del todo y se puso de pie, ¿que había sido lo de recién?
Caminamos hasta la puerta y la abrí.
-Me voy..
-Tomá-le di plata- para el taxi, ya que te robaron la billetera, no olvides de denunciar tus tarjetas de crédito
Él asintió con la cabeza y se rió.
-Estas en todo La... Ese es uno de los muchos motivos por los cuales te quiero tanto-sus palabras y sus acciones nunca dejan de sorprenderme, besó dulcemente mi frente y se alejó, finalmente lo perdí de vista, mientras me quedé estática y desconcertada, ¿qué le pasaba a mi amigo Peter Lanzani? Aunque la pregunta también es, ¿que me pasa a mi?
Cerré la puerta y me quedé pensativa, tal vez todo era una mala idea, una muy mala idea.
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Nuestra luz
FanfictionJuan Pedro Lanzani es un hombre de mil negocios y noches divertidas, lo último que quiere en la vida es tener que lidiar con otro ser viviente, evitar quedar atado a cualquier persona. Para mala fortuna suya necesita una sola cosa para heredar la he...