Capítulo 13

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Cuando desperté lo hice con una sensación rara, tenía nauseas pero al mismo tiempo no tenía nauseas, terminé tomando té y comiendo galletitas de agua.
Por la mañana me centré en trabajar, y después me puse a estudiar.
De un momento a otro recibí una videollamada, ignoré a Peter, no merecía que lo atendiera.
Seguí con lo mío y al cabo de un rato sonó el timbre, muy de mala gana abrí la puerta.
-Cambia la cara de orto La-él sacó un ramito de rosas detrás de su espalda.
-Las rosas rojas los hombres suelen dárselo a las amantes, yo no soy tu amante Juan Pedro-lo miré firmemente a los ojos- igual no las tires, ponelas en un jarrón con agua
Peter ingresó a mi casa y se puso a buscar un jarrón.
-Abajo de la mesada de la cocina-se la señalé, no pensaba ayudarlo, no nada, que se arreglara solo.
-¿Podemos hablar?-buscó mi mirada después de poner en el centro de la mesa el jarrón con las flores.
-Yo no tengo nada que hablar con vos Peter, sos así, está en naturaleza una persona.. Apasionada, seductora, busca problemas-le di un golpecito en el pecho cuando dije cada una de las palabras- no quiero ser parte de todo eso, pero ahora es tarde, estoy embarazada y no me puedo escapar de la realidad
Hablé demasiado rápido, hoy me había despertado con cero paciencia, lo cual es poco común en mi.
-Ya te están afectando las hormas, leí que las embarazadas...-él iba a seguir hablando pero se calló cuando lo fulminé mal con la mirada- busqué info en internet solo para tratar de entenderte, me quedé pensando mucho en lo que pasó ayer... Lali lo último que quiero es ser otro dolor de tu cabeza más
-Lo sos desde que naciste básicamente-solté un suspiro- y nunca vas a dejarlo de ser... Fui una estúpida al creer que ibas a cambiar algo de tu conducta depredadora
Peter elevó sus cejas sorprendido.
-¿Segura que no estas celosa?
Lo miré mal.
-No... Solo me molesta que por una vez en tu puta vida no puedas comprometerte con algo, por lo menos comprometerte completamente-lo señalé con uno de mis dedos-¿donde estabas vos cuando me hice los últimos estudios? Me acompañó Candela, se supone que vos vas a ser "papá", ella es solo mi amiga, nuestra amiga, vino conmigo de onda nada más, Peter vas a dejar el centro de mi mundo, ahora las prioridades cambiaron
No me quedé con ningún pensamiento dentro de mi cabeza, le dije todo en su cara, sí, la realidad explotó, él se quedó estático, como lo conozco cómo la palma de mi mano se que no sabe que responderme.
-Qué... ¿Qué puedo hacer para que me perdones por ser un idiota?-él levantó mi cara con una de sus manos para que lo mirara nuevamente a los ojos.
-Vos tenes muy en claro que conmigo los ojitos de cachorro no funcionan-suspiré, no me importó el que me había sentido mal durante la mañana que agarré una factura del día anterior y de la ansiedad me la empecé a comer.
-Lali, La.. Aflojá un poquito, por lo menos un poquito-hizo una caricia en la punta de mi nariz con uno de esos dedos, eso me desconcertó un poco- hoy cena en mi departamento, te espero
Besó dulcemente mi frente y se encaminó a la puerta, salió y me dejó sola, confundida, muy confundida.

-Es un tarado, no merece que vayas a la cena-Eugenia también estaba comiéndose las facturas viejas del día anterior- no vas a estar ahí para él toda la vida, vive jugando con tu paciencia, con lo mucho que lo queres.. Si esto sigue así, si él sigue así todo va a terminar mal, ustedes van a terminar muy mal, ¿quién va a terminar pagando la consecuencia?
Tus dos bebés que están ahí..-señaló a mi panza plana, llevé mis manos ahí para acariciarla- hagan las pases, les quedan muchos meses por delante, encuentren un equilibrio, yo que sé, estaría bueno que se planeen algo para que no haya falsas expectativas, malos entendidos..
Me quedé escuchándola a Eugenia porque sus ideas no eran nada malas.
-¡Salud! Brindo por vos y por la salud de tus bebés-ella chocó su taza con té con la mía.

Me puse una camisa blanca y unos jeans, me vestí sencilla porque solo se trataba de una cena común y corriente con Peter.
Entré con mi juego de llaves y para "sorpresa" mía esta vez no lo encontré con ninguna mujer, cuando recorrí el living lo había decorado con jazmines, me sorprendí porque recién era Octubre.
-¿Donde? ¿donde las conseguiste? Son difíciles de conseguir en esta época..-agarré el ramito con mi mano y acerqué las flores a mi nariz, amaba el perfume con el que perfumaba a las habitaciones, después volví a ponerlas en el jarrón.
-Lali quiero que te quede en claro algo, vos no sos mi amante, nunca vas a ser mi amante.. Vos sos mi mejor amiga, la leal, la que está conmigo a pesar de todas mis locuras.. Vas a ser la mamá de mis hijos.. Y nada en mi vida va a ser más importante que eso, sos importante para mi.. Que quede en tu cabecita, y recordarlo cuando quieras asesinarme por algún motivo, te quiero.. Te quiero La-Peter entrelazó su mano con la mía y no me soltó en todo el momento en el que me habló mirándome a los ojos.
Quise matarme porque mis ojos se llenaron de lágrimas, estaba muy emocional.
Peter me abrazó, me escondí debajo de su cuello.
-Sos muy tarado-solté todavía desahogándome- no te creas que sos un gato que tenes muchas vidas.. No me desafíes Peter, que ahora que tengo las hormonas locas la paciencia se me termina más rápido
Se lo advertí señalándolo con uno de mis dedos.
Él asintió con la cabeza y besó una de mis mejillas.
-Lo sé chiquita, y espero poder dejar de ser un tonto-besó ahora mi frente.
Ambos nos sentamos en la mesa y me quedé mirando lo que había "cocinado".
-Quise hacer algo con mis propias manos, pero lo único que se es hervir el agua, agregarle aceite, sal y hervir los fideos de paquete.. Consta que me esmeré en prepararte algo yo solito-él elevó sus cejas, se sentía orgulloso de haber hecho unos fideos de paquete con salsa de lata.
No niego que eso me dio algo de ternura, tal vez por eso no le dije que los fideos estaban algo crudos.
-La cena estuvo mal, ¿no?-él me miró avergonzado- por eso pedí helado...-él fue hasta la heladera y sacó un kilo de helado- medio para vos y medio para mi..
Fuimos hasta el sillón enorme y prendí el televisor, no estaba prestándole mucha atención al canal que había puesto, estaba más concentrada en comer que en otra costa.
-Estos programas de pastelería hacen que cocinar parezca fácil-Peter suspiró- intenté hacer una chocotorta, pero me salió mal
-¿Cómo te puede salir mal una chocotorta?-elevé mis cejas dejando de comer el helado, él se puso de pie y fue en busca de una bandeja- tonto tenía que ir en la heladera para que quede firme, metela ahora
Él asintió con la cabeza y me hizo caso, por una vez en su vida me hizo caso, después se sentó nuevamente a mi lado, me rodeó con uno de sus brazos y con una de mis manos libres me hizo caricias sobre mi panza plana, eso me llamó mucho la atención.
Suspiré y sentí como todo el cansancio me empezaba a invadirme.
No me di cuenta pero empecé a cerrar mis ojos lentamente.

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