Llegó el octavo día del pinchazo y agradecí mucho el que Peter no me haya traído un problema nuevo en estos dos últimos días, es más, estuvo demasiado tranquilo.
Desconfiada por su silencio lo llamé mientras estaba trabajando en un plano, puse el celular apuntándome, finalmente me atendió la llamada, dejé de hacer lo que estaba haciendo.
-¡En hora buena querido! ¡Al fin atendes!-suspiré- ¿en que andas? Estas bastante desaparecido.. Callado.. No es normal
Peter estaba raro, no estaba mirando a la cámara, supe que no sabía como abordar un tema, estaba nervioso, como que lo conozco.
-Una persona cercana a Nicolás mi cliente le dijo que soy un mujeriego, que es imposible que tenga novia, necesito limpiar mi imagen ya Lali, solo salí el otro día con una a tomar unos tragos-definitivamente estaba alterado, desesperado, miró ahora si a la cámara.
-Siempre te mandas cagadas y la que termina solucionando todo soy yo-puse mis ojos en blanco- nos reunimos vos y yo por la noche, venís a casa, no puedo moverme, tengo cosas por hacer hasta tarde, mañana tengo una reunión con mi cliente
-Esta bien La, caigo a las diez, ¿esta bien?
-Esta bien-terminé aceptando.
Corté la llamada y tomé aire, lo solté, cuando no, Juan Pedro mandándose una de las suyas, bueno, en realidad hoy él no se mandó una, solo salió a la luz su reputación, su fama.
Terminé de hacer los planos y sonreí orgullosa de lo que había hecho, mañana iba a ver personalmente a mi cliente.
Sonó el timbre y de inmediato abrí la puerta.
-Traje pizza-Peter me señaló la caja- seguro no cenaste porque sos tan perfeccionista que seguro estabas revisando todo por milésima vez
-Sí que me conoces eh-suspiré y lo dejé pasar.
Fuimos hasta la cocina y pusimos los platos, los cubiertos, nos sentamos a cenar la pizza.
-Tengo.. Tengo una idea..-Peter finalmente habló, levanté mi mirada teniendo miedo- vas a mandarme al diablo, hasta ahora no lo hiciste pero ahora...
-¿Ahora qué?-elevé mis cejas mirándolo a los ojos.
-Podes... Podes ser mi falsa prometida, solo vamos a decirle eso a Nicolás y Gimena para que le quede grabado en la cabeza que no soy más la persona que todos creen que soy-él elevó sus cejas.
-Pero sí seguís siendo esa persona-me reí-oséa, me estas pidiendo que vuelva a mentir, ¿no era que solo tenía que ir a UNA reunión con tus clientes?
-Una más, una menos..-él se encogió de hombros, me puse de pie y dejé los platos en el lavavajillas, Peter también se puso de pie y me miró a los ojos-La, si me ayudas te voy a estar debiendo la vida prácticamente..
-Estas sobre pasando un límite-lo advertí- está bien, este es tu último favor dentro de mucho tiempo
Los ojos de Peter se iluminaron, me abrazó levantándome del suelo, cuando me dejó en mi lugar llenó mi cara de besos.
-Sos la uno-me besó la mejilla- la más genia del mundo mundial-me dio otro- sos LA mujer Lali, y en mayúscula, no te merezco.. Eso lo sé, pero con vos.. Con vos siento que vale la pena por lo menos intentar ser algo mejor
Él levantó mi cara con una de sus manos para que lo mire, elevó sus cejas y acto seguido lo abracé.
-Odio que el estúpido de tu ex te haya dañado tanto, que gracias a ese estúpido no veas que sos mucha cosa, que no sos poca...-me hizo una caricia en la punta de la nariz, esbozó una pequeña sonrisa para darme ánimos- si no fueras mi mejor amiga, y si fuera una mejor persona serías mi novia soñada
Las palabras de Peter me sorprendieron, últimamente todo lo que hace o dice me sorprende, a veces para bien, a veces para mal, esta vez no se como catalogar lo que me dijo.
-Pero sos mi mejor amigo, y bueno... Sos bastante particular, sé que no sos malo, lo sé, pero tras cada paso que dad te mandas una cagada, vivís mandándote cagadas, lamentablemente ya me acostumbre a eso-elevé mis cejas ahora riéndome-a pesar de todo eso también te quiero tarado
Peter se rió conmigo y volví a darme un abrazo.
-¿Pido helado?-cambió de tema, asentí con la cabeza.
Juntos nos sentamos en el sillón a penas llegó el helado, íbamos a hacer una noche de películas, de chicos solíamos hacer eso, era una especie de tradición, pero de grandes se fue perdiendo.
-Te manchaste...-Peter pasó su dedo sobre la comisura de mi boca y después pasó su lengua por ahí-¿qué?
Me preguntó eso cuando me quedé mirándolo, había sido una tontería, pero cualquiera que nos viera desde afuera confirmaría al igual que yo que fue un gesto algo sensual.
-Mañana.. Así que mañana es la gran cena gran-traté de concentrarme en la película.
-Ajam-me respondió eso y me hizo señas para que me apoyara sobre él, terminé haciéndolo y me rodeó con sus brazos-gracias La..-eso me lo susurró en el oído.
Tomé aire y lo solté.
-¿Cuando va a ser el día en el que tenga paz? Sos una máquina de generar problemas-me reí.
-Ey, ya sé que soy una persona desastrosa, ¿podes dejar de mencionarlo? Por lo menos por hoy, mañana podes hacerlo de nuevo-besó mi mejilla, ambos nos reímos.
No quedamos así, abrazados y recostados en el sillón hasta que terminó la película.
-¿Te vas?-le pregunté y él asintió con la cabeza.
-Hoy no tengo alcohol en sangre, puedo volver solito, de paso te doy un poquito de paz, por lo menos hasta que nos veamos mañana de nuevo-besó mi frente detenidamente y después me sonrió, le abrí la puerta y se fue.
Me cambié, me puse el pijama y me metí en la cama, nunca viene mal tener un poco de paz mental.Hoy es el noveno día del tratamiento, solo me quedan tres pinchazos mal, lo cual me hace sentirme más aliviada.
Cuando se hizo la tarde finalmente vino mi cliente y se quedó feliz con lo que había hecho, pronto empezaría una obra, había que refaccionar un mono ambiente, iba a ser sencillo, pero cada obra, por más chiquita que sea lleva esfuerzo y dedicación.
En pleno estado de alegría elegí un mono blanco y me arreglé el pelo, me maquillé con la línea de cosméticos de Peter y manejé hasta su departamento.
Toqué el timbre y me abrió su puerta.
-Estas.. Estas linda eh-me sonrió, también le sonreí tratando de contener la risa- lo digo posta
-Sí, claro-asentí con la cabeza.
Caminé hasta el ventanal y me quedé admirando a las luces de los edificios.
-Puerto Madero, me gusta lo moderno de todo-Peter me rodeó con sus brazos y no quedamos en silencio mirando la vista-¿tomas una copita de vino tinto?
Me aparté y asentí con la cabeza.
Agarré mi copa y empecé tomando algo para relajarme, siempre odié mentir, pero con Juan Pedro en muchas ocasiones hay que hacerlo.
-Lali compré algo-Peter se acercó y de una cajita sacó un anillo, se me aceleró la respiración, ¡¿qué?!- no me gustan las cosas truchas, es real, solo que nosotros no..
-Es toda una farsa, lo sé-asentí con la cabeza.
Lo que pasó a continuación fue lo más extraño que me pasó en la vida, Peter, mi amigo de la infancia me puso un anillo de compromiso en mi dedo, nos quedamos mirándonos a los ojos algo shockeados por lo que habíamos acabado de hacer, no era real, pero hasta hacerlo de mentira era algo fuerte.
Nunca agradecí tanto el que sonara el timbre.
-¡Hola!-Peter saludó con un beso a sus clientes, yo hice lo mismo, les sonreí cálidamente-¿vamos a la mesa?
Ellos asintieron, todos empezamos la noche tomando unas copas de vino.
-Hay algo que no les contamos el otro día..-Peter empezó con la farsa- hace poco nos comprometimos
-¿Enserio?-se extrañó Nicolás.
-¡Sí!-respondí tratando de sonar entusiasmada, acerqué mi mano a ellos y les mostré mi anillo- sorpresa de Peter
Volteé para mirarlo y él me sonrió.
Todos brindamos con más vino y al poco tiempo nos pusimos a comer, el chef de Peter nos preparó un menú especial.
-Veo en ustedes a una muy linda pareja...-Gimena había tomado un poco bastante, estaba alegra- sé nota que hay amor, amor del sano, solo es cuestión de ver como se miran a los ojos...
Ella nos sonrió, con Peter nos miramos haciendo un esfuerzo para no reírnos, nunca alguien estuvo tan errado.
Cuando se fueron Gimena y Nicolás suspiré aliviada, me bajé de mis tacos, los dejé contra una pared y me encaminé a la habitación de Peter.
-¿Te quedas a dormir hoy?-preguntó y vino detrás de mi.
-Tomé un poquito bastante, vos también, lo más razonable es que me quede acá, yo sí soy razonable-elevé mis cejas y le sonreí-vos al sillón
-Ey, es mi departamento y es mi cama-él me dio un empujón y me caí sobre ésta- te la comparto, así que vamos a tener que dormir juntitos
Los ojos de Peter se achinaron cuando me sonrió, eso siempre me pareció adorable, es una de las cosas que me recuerdan al nene que conocí en el pasado, al nene tierno y dulce.
Volví a ponerme de pie para cambiarme y ponerme una remera de Peter, me metí en su vestidor y elegí algo, una remera, me quedaba enorme.
-Te queda.. Te queda...-no sabía que decirme, lo noté desconcertado.
-Grande, lo sé-suspiré- pero tiene su encanto, yo tengo mi encanto, ¿no?-elevé mis cejas sonriéndome, él terminó asintiendo la cabeza devolviéndome la sonrisa.
-Mejor.. Mejor dormimos La...-Peter me hizo lugar en la cama y me metí con él, no sé como pasó pero él se quedó dormido con su cara debajo de mi cuello.
Suspiré, cualquier persona que nos viera desde afuera creería cualquier cosa.
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Nuestra luz
FanfictionJuan Pedro Lanzani es un hombre de mil negocios y noches divertidas, lo último que quiere en la vida es tener que lidiar con otro ser viviente, evitar quedar atado a cualquier persona. Para mala fortuna suya necesita una sola cosa para heredar la he...