Capítulo 14

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Me desperté y me quedé desconcertada, cuando terminé de abrir mis ojos me empezó a molestar la luz que provenía de una ventana, ¿donde estaba?
-Hola princesa de los cuentos de hadas-Peter me saludó, él estaba recostado al lado mío con su cara apoyada en la almohada, sin remera y supuse que en boxers-te dormiste anoche y no quise despertarte, te cargué hasta acá..
-¿Qué hora es Peter?-cambié de tema, él miró la pantalla de su despertador.
-Son las ocho de la mañana, ¿tenes que irte ya?-él me miró a los ojos y me acarició cuidado el pelo, corrió un mechón de mi cara-¿no tenes un poquito de tiempito para comer el super desayuno que preparo?
Solté un suspiro y terminé asintiendo con la cabeza.
-Vamos que no tengo todo el día-iba a levantarme pero Peter terminó haciendo que nuevamente caiga sobre la cama.
-Vos podes quedarte, lo preparo y lo traigo, ¿ok?-elevó mis cejas mirándome, terminé asintiendo con la cabeza.
-Ok-repetí y esbocé una pequeña sonrisa.
Cuando él se fue prendí el televisor, según el noticiero iba a ser un día lindo, después puse un canal de música donde pasaban videoclips, no me gustaban ver noticias feas, así que cambié a ese canal.
-Ya llegó el desayuno-Peter puso la bandeja en el medio de la cama-cereales con yogur y granola, tostadas con dulce y manteca.. Mate, como siempre, ¿no?-él me miró expectante y asentí con la cabeza.
-Nada mal Juanpe eh-asentí con la cabeza riéndome.
Empecé a comer y sentí su mirada, levanté mi cara y sí, efectivamente estaba mirándome, ¿porqué?
-¡¿Qué?!-me reí algo nerviosa.
-Nada... Que me gusta verte reír.. Eso desde siempre.. Me trae paz que seas feliz-besó mi frente.
Finalmente me dejó comer y tomar mate.
-Tendría que arrancar...-empecé- que pereza..
-Vos misma lo dijiste, tendrías..-Peter achinó sus ojos mirándome.
-¿Qué planeas ahora?-lo conocía tanto.
-¿No puedo quererte un ratito más conmigo?-él elevó sus cejas.
-Me tenes con vos todo el tiempo, y el tiempo que no lo pasas conmigo lo pasas con tus admiradoras de atributos-elevé mis cejas mirándolo como si fuera obviedad.
-Pero hoy no tengo ningún otro antojo que no sea tenerte a mi lado-me rodeó con sus brazos y escondió mi cara debajo de mi cuello- ¿te quedas La?
-Tengo que trabajar Pit.. Y no quiero distracciones, te lo digo posta eh, nada de videollamadas o lo que sea-me aparté un poco para mirarlo a los ojos- nada de eso
Me puse de pie y noté que me había cambiado con una de sus remeras, encontré mi ropa en una silla, me la puse y cuando estuve lista antes de irme me despedí de Peter.
-Nos vemos-besé su mejilla y me fui.

Una vez de vuelta en mi departamento me di una ducha, lo hice aunque sabía que había probabilidades de volverme a ensuciar.
Llegué al pequeño mono ambiente que iba a remodelar, le di indicaciones a los obreros, iban a tener que tirar una pared abajo.
Di indicaciones y estuve muy metida en mi trabajo, no se cuanto tiempo me llegó, pero llegué a mi casa con un hambre terrible.
No encontré nada en la heladera, por suerte llegó Eugenia.
-Llegué yo, tu salvadora-sacó de una bolsa un sándwich de milanesa y también unas papas fritas- boluda nunca más te olvides de almorzar, ahora no sos vos sola la que sufre de hambre
Tomé aire y lo solté.
-Tenes razón, soy una boluda.. Pasa que hoy llegué tarde a la obra que empecé, Peter me preparó un desayuno y la misma historia de siempre, no se decirle no...
-Deberías implementarlo más en tu vida, digo el decir no.. Y más a Peter-ella soltó un suspiro- que se de cuenta de que tu mundo no gira alrededor del suyo las veinticuatro horas del día
-Igual... Igual esta vez no se mandó ninguna, solo quería desayunar conmigo, solo eso-suspiré.
Eugenia se me quedó mirándome, lo supe, estaba evaluándome.
-¿Volvieron a tener sexo?-sí, fue demasiado directa.
-No.. No... Solo estábamos trabajando en el proyecto bebé a bordo, solo eso..-lo negué a toda costa, negué con la cabeza- ya cumplimos, no pienso.. No pienso volver a hacer algo así, no con Peter..
-Yo nunca diría nunca, nunca es demasiado-ella elevó sus cejas.
Dejé de responderle para seguir comiendo ansiosamente, nunca más iba a esperar tanto para comer.

Cuando anocheció me quedé mirando en el televisor una típica comedia romántica cliché, las hormonas me hicieron llorar con Diario de una pasión, sobre todo con el final.
Estaba llorando demasiado cuando sonó el timbre.
-¿Quién es?-pregunté detrás de la puerta.
-Peter-me respondió como si fuera algo obvio, le abrí la puerta y se me quedó mirando-¿estas bien? ¿Estabas llorando?
-Solo miraba una película..-me abrí paso para que pudiera entrar-sos un sol, me trajiste comida-noté las cajas que tenía en la mano.
-Alguien me contó que no comiste en hora hoy-elevó sus cejas mirándome a los ojos- que no te pase más eh
-No puede ser, ¿hablas de todo con Eugenia? Pareces vos su mejor amigo no yo-lo miré desafiante.
-Ella es buena amiga, pero no, acá mi única mejor amiga sos vos..-elevó sus cejas sonriéndome, besó mi mejilla-¡vamos! A comer algo que se enfría
Comí con ganas, ¿de donde me venía tanto hambre?
Después de la pizza caminé hacía mi habitación y me tumbé en la cama, Peter me imitó.
-¿Acaso queres hacer un pijama party como cuando éramos chiquitos?-me reí en su cara y él me sonrió.
Me acarició suavemente la punta de la nariz y me la besó, se quedó mirándome acariciándome el pelo.
-Si seguís así voy a dormirme Pit..-también le sonreí, estaba relajada, él solo estaba haciendo que el sueño se me facilite más.
Cuando cerré mis ojos dispuesta a dormir sentí sus labios rozando los míos, eso hizo que lentamente abriera nuevamente los ojos.
-Lo que pasó... Lo que pasó no va a volver a pasar Peter.. Ya cumplimos con el objetivo..-lo miré a los ojos, lo noté.. ¿Confundido?
Él tomó aire y lo soltó, asintió con la cabeza.
-Está bien.. Igual, solo... Solo te besé porque tuve el antojo de hacerlo, a veces no hay que pensar muchos las cosas La..-nuevamente acarició mi pelo.
Rozó su nariz con la mía de manera cariñosa y me pareció el gesto más tierno del mundo, entonces lo abracé pegándolo a mi.
-Te quiero Lali...-me lo susurró en el oído.
Inevitablemente sonreí, no lo solté, nos quedamos así, hasta que nos quedamos dormidos, sí, esta vez con ropa pero juntos.

Desperté por la madrugada, me sentí incómoda con toda la ropa, me la fui sacando e intenté hacer lo mismo con Peter.
-Ayudame a desvestirte, así dormís más cómodo-le pedí ayuda para que cooperara, él medio dormido no se sacó solo la ropa, se desnudó completamente, eso me distrajo.
No pude decirle nada más, me abrazó buscando el calor de mi cuerpo.
-¿No podemos quedarnos tan solo así? Me gusta sentir tu piel con la mía-eso me lo susurró, besó mi cuello dulcemente y sentí a mi interior arder, no podía estar pasándome esto.
Estábamos jugando con fuego, cuando eso es peligroso, siempre es peligroso maniobrar cosas con fuego.
-Pit-lo llamé y volteé para mirarlo a los ojos, él también los abrió pero los tenía chinos- no soy otro de tus jueguitos-se lo advertí- primer y último aviso
Él asintió con la cabeza y besó mi mejilla.
-Lo sé.. Y no estoy jugando ahora mismo, estoy pasando un lindo momento, así abrazaditos con mi mejor amiga-él besó otra vez mi cuello, noté a mi cuerpo debilitarse.
Juan Pedro Lanzani tiene el concepto de la amistad muy errado.
-Pit.. Los amigos no duermen juntos.. Digo.. No desnudos como nosotros ahora...-le hice una caricia en su cara con una de mis manos.
-Al diablo con las leyes de como tiene que ser una amistad-terminó de decir eso y se lanzó a mi boca, me besó tomándome desprevenida, no me quedé atrás y otra vez todo se desvirtuó, se descontroló, mis manos querían recorrerlo y me lo permití.
Otra vez pequé, y otra vez lo disfruté, esto está terriblemente mal.

 Nuestra luzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora