Capítulo seis

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El pelirrojo se colgó su mochila al hombro mientras caminaba hacia la sala de maestros con pesadez, había estado toda la mañana bastante pensativo y acababa de despachar a una de sus alumnas que más dolores de cabeza le provocaba. Al adentrarse a la sala se encontró con otros dos profesores que eran sus amigos más cercanos, se dejó caer en una de las sillas y su mochila la dejó sobre la mesa.

—. Te ves horrible. — Señaló la mujer de cabellos castaños intentando retener una carcajada al igual que el hombre de cabellos teñidos de rubio que se encontraba sentado a su par bebiendo una soda en lata.

—. He estado muy ocupado y hoy en la mañana encontré al niño Lennon McCartney llorando en la sala de música, se veía muy mal y cuando me dijo lo qué había pasado me dieron ganas de estrangular a Hudson. — Explicó llevándose una mano al rostro mientras dejaba escapar un suspiro.

—. Entiendo que te preocupes por el chico, pero... ¿Estrangular a Saul Hudson? Wow, Axl, si Kurt Lennon no fuera tu alumno podría jurar que te gusta. — La voz del rubio le aturdió por el simple hecho de que estaba hablando con verdades que sentía que no necesitaba escuchar.

Alzó sus orbes verdes con una mirada filosa, sus dos amigos y compañeros se voltearon abriendo la boca con sorpresa para finalizar con una carcajada llevándose las manos a la cabeza.

—. ¿Te gusta Lennon? ¡Dios, Axl! Tú si que estás mal, en fin, ¿Cómo te diste cuenta? — La mujer mostró interés apoyándose en la madera de la mesa para inclinarse hacia su mejor amigo con una sonrisa.

—. Hoy cuando lo vi llorando, en un principio pensé que era porque el miércoles lo vi súper animado y alegre, pero aparte de eso sentí una gran necesidad de golpear a Saul por lo que sea que le haya hecho... Por cierto, ¿Me conseguiste el número del productor, Steph?

—. No, Duff me está ayudando con eso. — Señaló al rubio que estaba a su lado. —. ¿Para qué lo quieres?

—. El chico está escribiendo unas canciones, quiero animarlo a que haga algo que le gusta para sanar un poco lo que le molesta. Tal vez haciendo algo que le gusta y en lo que es bueno puede sentirse más útil, he llegado a pensar que eso es parte del problema. — Sacó su celular de su bolsillo para empezar a revisar un par de cosas.

El colorín podía ser muy agresivo en ocasiones, a vista de sus amigos, un profesor estricto con sus clases a pesar de solo llevar un año educando, pero algo que nadie podía negar era que tenía un gran corazón y quizás era por lo difícil que fue para él llegar a donde estaba.

—. Bueno, entonces mi querido boxeador favorito, ¿Quieres que el chico sea músico? — Podía amar a McKagan porque era su mejor amigo, pero ya estaba empezando a cansarse de sus preguntas.

—. ¿Por qué tanto interés? — Se apoyó en la mesa guardando su celular para darle una mirada rápida a su amigo.

—. Mira, empecemos por el hecho de que te gusta Kurt, es un muy buen estudiante, las tareas que me entregó esta semana están muy bien hechas. Buen estudiantes, problemas de autoestima, padres amorosos y sufre de bullying... Siento que más allá del hecho de que te guste el mocoso, también ves reflejadas tus vivencias. — La mujer quería echarse a reír por la expresión del pelirrojo ante las palabras del rubio teñido.

—. ¿Quién es el psicólogo aquí, Duff? — Ya no quería hablar del tema, por eso mismo sintió un rayo de esperanza cuando empezaron a llegar otros profesores a dejar unas cuantas cosas antes de irse.

El pelirrojo aprovechó para servirse un poco de agua, arregló su mochila y salió de la sala de maestros despidiéndose de sus amigos, no es que no quisiera hablar sobre el tema, es que se le hacía tan difícil soltarse sobre sus sentimientos incluso con sus personas más cercanas.

Aparte que tenía que revisar unas cosas de una de sus clases, al siguiente día tenía que hacerle una visita a su padre y luego iría a entrenar, el apodo que su amigo le puso no era por nada, solía practicar boxeo, ya que, según él era una forma de sacar el estrés que llegaban a provocarle sus alumnos.

Aunque en esos momentos lo único que necesitaba era recostar su cuerpo en la hermosa nube que llegaba a ser su cama y descansar, ya no quería pensar más, era consciente de que lo que sentía por el joven de orbes oceánicos era una leve atracción pero no quería que se malinterpretara y por eso debía mantener su límite.

Al llegar a su auto dejó su mochila en el maletero para luego subirse del asiento de piloto, le dio un vistazo rápido a su celular antes de encender el vehículo y retomar camino de vuelta a su casa, de la escuela a su casa eran unos veinte minutos en auto si no había tráfico. Al menos podría descansar.

໒❛ 𝐉𝐄𝐀𝐋𝐎𝐔𝐒𝐘, 𝐉𝐄𝐀𝐋𝐎𝐔𝐒𝐘 ♡ ❫ ◗ ʚ₍ᐢ 𝙠𝙪𝙧𝙩𝙖𝙭𝙡 ᐢ₎ɞ ᵕ̈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora