Capítulo diecisiete

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Corrió con rapidez por los pasillos vacíos, aún podía escuchar sus pasos tras él y sentía mucho miedo, hacía mucho que no le pasaba algo de esa magnitud, ni siquiera podía encontrar los escalones al segundo piso pero en cuanto lo hizo no dudó en subirlos de dos en dos con tal de llegar más rápido a la oficina de Axl o a la sala de maestros.

Maldijo a todos los seres poderosos narrados en las religiones cuando su rostro golpeó contra el suelo, intentó levantarse pero un peso en su espalda se lo impidió y pudo reconocer bien esa sensación de estar atrapado, ni siquiera estaba cerca de la oficina que buscaba.

—. Parece irónico que pasaras de ser un cerdito asqueroso a la nueva zorra del colegio, si tanto te gusta regalarte buscate alguien como tú no al profesor Rose. — La presión en su espalda por parte del moreno casi le lograba cortar la respiración.

Odiaba esos momentos donde volvía a sentirse débil e indefenso, quisiera y deseaba con toda su alma aprender a defenderse, creyó que de nuevo recibiría una golpiza como en los viejos tiempos pero logró escuchar a lo lejos la voz de una mujer, cuando pudo reconocerla se dio cuenta que era la señorita Seymour.

—. Hudson, quedese ahí. — Advirtió la mujer corriendo por el pasillo, el moreno al darse cuenta intentó irse pero subiendo los escalones iba la señorita Mulder que al ver la escena corrió también hacia el rizado.

—. ¿Stephanie? ¿Qué sucede? — La puerta de la oficina se abrió dejando ver al pelirrojo que también se asustó, fue detrás de la castaña que apartó al de rizos para que Kurt se pudiera levantar.

—. ¿Puedes explicar qué hacías, Saul? — Pidió la mujer de orbes azules verdosos justo cuando la rubia ya se había acercado, Kurt se percató que Stephanie vestía un traje rojo de pantalón y Mulder un vestido azul junto a una chaqueta del mismo color.

El de rizos se quedó en silencio, su mirada hacia el castaño fue aún más pesada cuando éste se levantó limpiándose el uniforme, el pelirrojo al estar cerca fue hacia el ojiazul limpiando la parte de atrás de su camisa, se podía notar la preocupación en sus orbes verdosos y principalmente en su gesto.

—. Ya es segunda vez que algo así sucede, Saul, la próxima te van a expulsar. Vamos a dirección, el licenciado Mercury tiene que saber de esto. — La castaña tomó al menor por el brazo para encaminarse por el pasillo junto al moreno.

—. Iré con ella. — Murmuró la rubia yendo detrás de la castaña y dejando solos a los otros dos.

Axl tomó al rubio por los hombros para encaminarse hacia la oficina, al estar dentro cerró la puerta tras él y acercó al menor para envolver su anatomía en un cálido abrazo, al ojiazul aún le extrañaban sus reacciones pero no dudó en corresponder el contacto aferrándose a su espalda con fuerza.

—. ¿Te lastimó? — Intentó separarse pero el agarre del menor no se lo permitió, dejó escapar un suspiro dejando que recostase su cabeza en su pecho.

—. No, estoy bien... Solo... Me dolió un poco. — Señaló su espalda haciendo una mueca, el pelirrojo llevó sus dedos a palpar la zona hasta que el menor siseó.

—. Sí, te lastimó, deja que lo revise. — Le alejó de su cuerpo con cuidado para poder mirarle aunque sea por un par de segundos.

El menor se dio vuelta dándole la espalda, el pelirrojo le sacó la camisa del pantalón para poder alzarla junto al abrigo, tenía rojizo en la zona que le había lastimado, pero no solo eso llamó su atención, tenía cicatrices y marcas, lo primero le daba un poco de miedo la razón pero en cuanto a las marcas suponía que era por la perdida drástica de peso.

Sus yemas rozaron con delicadeza la marca de golpe ganándose un siseo por parte del menor, dejó escapar un suspiro un tanto pesado, su piel era muy suave y cálida, pero no iba más allá de eso por miedo a lastimarle, apartó sus manos yendo hacia su escritorio para abrir las gavetas, ¿Y Kurt? Sentía miedo, miedo de que el pelirrojo se sintiera disgustado con su cuerpo y decidiera dejar de lado sus planes de salir.

Apretó sus labios con fuerza sintiendo un nudo en su garganta de solo pensar en ello, se estremeció cuando los dedos del mayor hicieron contacto de nuevo con el golpe pero colocando una especie de crema, se encontraba fría pero ayudaba a relajar el dolor del golpe, pasaron varios segundos pero su piel se erizó cuando sus dedos rozaron con su cintura, eso había sido a próposito.

—. Eres muy hermoso... — Esas palabras le revolvieron el estómago, ¿No le disgustaba? ¿Le parecía en verdad que su espalda llena de marcas era mínimamente atractiva a la vista?

—. No creo... — Murmuró bastante bajo, sin embargo le causaba algo bastante extraño que le intentara recordar constantemente lo "lindo" que le parecía, dio un brinco en su lugar cuando le acomodó la camisa y el abrigo para al final abrazarle apoyando su mentón en su hombro.

—. Lo eres... Se hace tarde, ve a clase, nos vemos a la salida. — Le soltó solo para voltearle y observar su rostro, una de sus manos subió a acomodar los mechones castaños con delicadeza.

—. De acuerdo... — Murmuró concentrándose en el brillo de las hermosas esmeraldas del mayor, sus mejillas tomaron un rubor un tanto suave cuando sus labios se unieron en un beso corto.

En cuanto se separaron salió de la oficina con el corazón en la mano, una sonrisa curvó sus labios mientras caminaba hacia su salón, bajó las escaleras con rapidez llegando al pasillo y no tardó en ir a su clase, al llegar se encontró con sus dos amigos.

—. Kurt, ¿Qué tal tu fin de semana? — Cuestionó la chica de mechones castaños apoyándose en su pupitre.

—. Más que bien, hay algo que quiero contarles.

Sí, sobre la cita que tendría ese día. Ambos mayores no pudieron evitar mostrarse emocionados.

໒❛ 𝐉𝐄𝐀𝐋𝐎𝐔𝐒𝐘, 𝐉𝐄𝐀𝐋𝐎𝐔𝐒𝐘 ♡ ❫ ◗ ʚ₍ᐢ 𝙠𝙪𝙧𝙩𝙖𝙭𝙡 ᐢ₎ɞ ᵕ̈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora