Capítulo nueve

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Sentía la boca reseca y el corazón yéndole a una gran velocidad luego de escuchar eso, nadie le había dicho eso, ni siquiera le habían hecho sentir de la misma manera en que el pelirrojo lo hacía, era como volver a sentir esa pizca de viveza que hacía muchos años no sentía con una persona que no fueran sus padres.

Llevó su mirada hacia el ojiverde que estaba con sus manos sobre el volante, al sentir la mirada del menor también le volteó a ver encontrándose con los orbes apagados del rubio teñido de castaño, eran tan hermosos y sentí la necesidad de verles brillar al menos una vez en su vida.

—. ¿De verdad piensa eso? — Sus mejillas no tardaron en tomar un ligero rubor que a ojos del colorín era una de las imágenes más bonitas del mundo.

—. Sí, créeme que eres lo más hermoso que he podido conocer, así que... Solo quiero intentar ayudarte, si eres sincero con el psiquiatra te llevaré por una malteada de chocolate, ¿Qué dices? — Sus labios curvaron una sonrisa amable para transmitirle confianza y tranquilidad al menor.

—. ¿Es una cita? — Las palabras salieron sin ser pensadas y eso solo provocó que todo el rostro del castaño se tiñera de rojo por la vergüenza pero también que las mejillas del ojiesmeralda tomaran un rubor suave.

—. Si quieres verlo así, yo no tendría problema en tener una cita contigo. — Confesó encendiendo el motor del auto para llevar su mirada hacia el retrovisor y luego hacia el frente, el menor sentía que se le iba a salir el corazón por la boca.

—. ¿No? La mayoría de personas si lo tendrían... — Tal vez no era el momento de reflejar sus inseguridades pero era algo inevitable, a veces las cosas se le salían de forma automática.

—. Por supuesto que no, eres muy lindo, Kurt. Creo con firmeza que tus ex compañeros, e incluso Saul, te tienen mucha envidia. Yo no quiero tenerte envidia, yo solo quiero adorarte. — Oh, eso sonó tan cursi pero el castaño disfrutaba, amaba, adoraba las cursilerías así de empalagosas.

Una sonrisa bastante tonta se asomó por sus labios mientras recostaba su espalda contra el asiento del copiloto colocándose el cinturón de seguridad com cuidado, el mayor sacó el vehículo de donde estaba estacionado y empezó su camino hacia el consultorio de su psiquiatra, podía parecer irónico pero incluso meses después de haberse graduado como psicólogo tuvo que ir a terapia para ciertas situaciones complicadas en su vida.

Estiró su mano encendiendo la radio del auto mientras daba pequeñas palmadas al volante, le dejó el volumen un tanto bajo por sí el menor quería decir algo, aunque ante la canción que estaba sonando decidió hablar él.

—. Tus padres son compositores, ¿No? — Giró en una de las calles mirando al menor con un gesto alegre para darle la confianza de soltarse para hablar.

—. Sí, son muy buenos, solían escribirse canciones de adolescentes y las tocaban en su banda que tenían con sus mejores amigos. — Le encantaba la historia de vida de sus padres, era fantástica hasta el momento en que decidían adoptarlo.

—. ¿A ti no te gustaría ser compositor? — El pelirrojo quería tantear el camino para ver si su idea podía ser buena o mala.

—. Dudo que una productora quiera a un adolescente con problemas psicológicos escribiendo canciones sobre sus desgracias. — Se rascó la nuca haciendo una mueca de disgusto, debía admitir que era de lo peor describirse de esa manera pero era su realidad.

—. Eso significa que si quieres pero necesitas más confianza. — Ganas de decirle que no, no le faltaban, pero es que era verdad.

El vehículo se aparcó frente a un edificio como de tres pisos, llamó su atención que habían varias personas saliendo del lugar, el mayor se bajó yendo a la puerta del copiloto para ayudar al menor a bajar, se encaminaron juntos a la entrada del lugar, al cruzar la puerta el recibidor era bastante agradable a la vista, minimalista y con un escritorio donde se encontraba una mujer de mechones rizados de color castaño.

El pelirrojo le hizo una seña de que le esperase y fue a donde la mujer para poder hablar con ella, luego de unos minutos regresó para hacerle una seña de que le siguiera hacia el ascensor, al estar en el segundo piso de las instalaciones buscaron un consultorio en específico, en cuanto dieron con este fue el mayor quién se animó a dar dos golpecitos con sus nudillos a la madera.

La puerta se abrió dejando ver a un hombre de rizos negros y orbes color hazel, por alguna extraña razón el teñido sentía algo de temor porque sabía que era muy diferente tratar con un psicólogo que con un psiquiatra, además de saber que en cuanto entrase en confianza iba a dejar salir todos sus sentimientos negativos, sus miedos, inseguridades, tristezas y enojos.

Y así fue, el profesor Rose se había quedado fuera del consultorio pero aún así alcanzó a escuchar el llanto del chico hasta fuera, quiso entrar a consolar ese dolor pero prefirió que lo dejase salir y fuera sincero con sus palabras. Pasado un buen rato por la puerta salió el castaño limpiando sus mejillas con un pañuelo y tras él venía el azabache con un gesto un tanto preocupado.

—. Tiene que ir con un nutricionista, supongo que ya lo sabías, pero tienes que decirle a sus padres porque esto va a requerir varias terapias y entre esas tienen que venir ellos a algunas. — Le explicó mientras se apoyaba en el marco de la puerta. —. Hagan un horario para llevar en orden su alimentación para normalizar sus patrones y eliminar los hábitos dañinos, voy a preparar el plan de tratamiento para presentarlo a sus padres y también debe ir con un dentista, sus dientes están amarillentos por el ácido del vómito y si sigue así, puede contraer caries por la falta de esmalte o algo peor.

—. De acuerdo, muchas gracias, Brian. Yo pagaré las terapias. — Se despidió del rizado para encaminarse junto al menor a la salida del edificio.

Cuando estuvieron de vuelta en el auto, el ojizafiro sentía unas tremendas ganas de echarse a llorar otra vez, quería aprender a controlar esos impulsos porque ya no quería preocupar a las personas que le rodeaban y le mostraban aunque sea la mínima gota de aprecio.

໒❛ 𝐉𝐄𝐀𝐋𝐎𝐔𝐒𝐘, 𝐉𝐄𝐀𝐋𝐎𝐔𝐒𝐘 ♡ ❫ ◗ ʚ₍ᐢ 𝙠𝙪𝙧𝙩𝙖𝙭𝙡 ᐢ₎ɞ ᵕ̈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora