Capítulo dieciséis

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Intentar proseguir con la lección de piano fue difícil, ambos solo podían pensar en lo bien que se había sentido unir sus labios, habían encajado tan bien que parecía irreal, pronto llegó la hora de llevar al castaño de vuelta a su casa así que salieron de la casa yendo hacia el auto.

—. ¿Sabe? Digo, ¿Sabes? El miércoles saqué mi licencia de conducir. — Contó aquello al aire apoyando sus brazos sobre el techo del vehículo observando al mayor.

—. ¿Quieres que te deje conducir mi auto? — El pelirrojo alzó una ceja observando al menor con una sonrisa ladina.

—. Sí, por favor, prometo no chocar contra un poste. — Junto ambas manos casi rogando, el ojiverde no tardó en lanzarle las llaves y el castaño las atrapó mostrándose emocionado.

—. Pero con una condición. — Rodeó el transporte yendo hacia el ojiazul que se encontraba al lado de la puerta de copiloto, se inclinó hacia su oreja para no tener que hablar muy alto.

Las mejillas del rubio teñido de castaño no tardaron en tomar un intenso rubor pero aún así asintió con su cabeza de forma lenta, cuando el pelirrojo se añejo y cruzaron miradas sintió que su corazón subía hasta su boca, quizás eran náuseas porque estas aún no desaparecían del todo a pesar que había almorzado muy poco, pero era lo de menos.

—. ¿Una cita? ¿Cuándo? — Jugó con las llaves en sus manos, el mayor revolvió sus cabellos formando un gesto pensativo.

—. El lunes después de la lección de piano, ya que mañana te vas donde tu tía. — Kurt se sintió demasiado contento por el hecho de que el pelirrojo le prestaba atención a todo lo que le decía.

—. No iré donde mi tía, mi hermano Julian vino de visita pero si pasaré tiempo con él, pero bueno, si quiero tener esa cita. — Rodeó el auto con rapidez yendo al asiento de piloto, se subió con rapidez.

En cuanto Rose estuvo también en su asiento, el menor encendió el motor empezando a conducir hacia su hogar, rogaba con toda su alma que ni sus padres, ni Jules, estuvieran en casa así como el miércoles, que llegaran justo cinco minutos después de él para evitar que le hicieran preguntas.

Cuando estacionó frente a la residencia Lennon-McCartney se quedó mirando al mayor con una sonrisa, éste parecía bastante contento de su habilidad al conducir, se estiró para tomar su mochila mientras se quitaba el cinturón de seguridad.

—. Entonces nos vemos el lunes. — Estuvo por bajarse cuando el ojiverde le tomó por el brazo y le jaló hacia él, dejó un beso fugaz sobre sus labios.

—. Cuidate y come bien, por favor. — La forma en que pidió aquello logró doblegar al teñido, se terminó de bajar del auto viendo como el pelirrojo se cambiaba de asiento.

Se encaminó hacia la entrada de la casa colocándose su mochila en el hombro y viendo como el vehículo se alejaba por la calle, sacó sus llaves de su bolsillo de uniforme para abrir la puerta de la casa, al entrar se asustó al ver a Julian de pie frente a la ventana que daba a la calle, el mayor le volteó a ver en cuanto estuvo dentro cruzando sus brazos sobre su pecho.

—. ¿Dónde estabas? — Oh mierda, mierda, mierda. Jules ahora no, por favor, que las cosas con el profesor Rose estaban yendo tan bien. Todo fue a peor cuando vio aparecer a sus padres por las escaleras.

—. Tenía consejería, no la he dejado... — Murmuró cerrando la puerta detrás de él, se encaminó por la sala dejando caer su mochila en la mesa de centro.

—. ¿Con quién venías? ¿Quién es? ¿Te hizo algo? — De sus cuatro hermanos, Julian era quién más se preocupaba por él, junto a Stella.

—. ¿Qué sucede, Jude? — El azabache miró al hijo de su marido con confusión para luego voltear a ver a su hijo, se sentó a su lado extendiendo sus brazos y el ojiazul se acercó con rapidez a abrazarle y recostarse en su pecho.

—. Kurt venía en el auto de alguien. — El matrimonio se le quedó viendo a su hijo con confusión mientras buscaba las palabras correctas.

—. El profesor Rose me hizo el favor de traerme, luego de mí ya no está dando consejería así que aprovecha para pasarme a dejar y que no tenga que caminar o tomar el autobús. — Explicó aclarando su garganta antes de seguir hablando. —. Por cierto, me enteré que él siempre quiso ser músico, podría tocar el piano para algunas de mis canciones.

—. Nos tienes a nosotros, ¿Por qué tanto interés en él? — Su hermano le miró con mucha más confusión notoria y Kurt ya no encontraba las palabras para defenderse.

—. ¿Puedes dejar de insinuar cosas? Él está siendo muy bueno conmigo y me está ayudando, si no fuera por él, no tendría cita con el psiquiatra ni habría ido al dentista o el nutricionista. — Evitó la mirada de su hermano mayor ocultándose en el hombro del azabache.

—. Tiene razón, deberías dejar de suponer cosas que no son, nosotros estamos muy agradecidos por la ayuda de Rose. — Aclaró el hombre de cabellos castaños acomodando sus gafas con su dedo medio.

—. De acuerdo, ya... Por dios, parece que les gusta. — Soltó aquello con un tono bastante gracioso antes de dejarse caer en un sofá individual.

—. Feo no es. — El de orbes hazel se encogió de hombros recibiendo una mirada filosa por parte de su esposo. —. No te preocupes, aunque no me molestaría tenerlo de yerno tampoco, y no hablo por Kurt.

—. Stella y Mary tienen pareja, Paulie. — John hizo una mueca bastante graciosa dando a entender que los comentarios de su pareja ya habían pasado un poco el límite.

—. Te lo dejo de encargo, Kurt. — Se dirigió hacia su hijo logrando que éste soltara una risa que rozaba lo nervioso.

Ganas de decirle que probablemente si se le iba a cumplir no le faltaron, tal vez se estaba apresurando pero hasta donde las cosas se dieran, para él estaría bien, aunque no estaba seguro de poder resistir un corazón roto en ese estado.

໒❛ 𝐉𝐄𝐀𝐋𝐎𝐔𝐒𝐘, 𝐉𝐄𝐀𝐋𝐎𝐔𝐒𝐘 ♡ ❫ ◗ ʚ₍ᐢ 𝙠𝙪𝙧𝙩𝙖𝙭𝙡 ᐢ₎ɞ ᵕ̈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora