Cosas pendientes

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-¡Oye! ¡Oye! ¿Qué dijiste? -Andy caminó furioso hacia él.

-Que si leíste la...

-¡Ya te escuché! -lo señaló con el dedo índice directo en el rostro-. ¿Acaso tú escribiste ese papel?

-¡¿Qué?! -gritó, aterrandose ante la actitud de "te romperé los dientes" de Andy-. ¡Claro que yo no escribí ese papel! -exclamó frunciendo el ceño.

-¡Sí, fuiste tú! -se metió Jason, acercándose a la situación y posicionándose detrás de Andy.

-¿Ah, sí? ¿Y cómo estás tan seguro? -respondió el portero a Jason. Luego miró directamente a Andy-. Escucha, era un simple papel sin sobre y lo dejé bajo tú puerta, pero claro que yo no lo escribí. ¡Quizás él quiere inculparme porque fué él! -miró a Andy con las cejas levantadas insinuando que tuviera cuidado con Jason.

-¡Estás diciendo incoherencias! ¡Si no fuiste tú, ¡¿entonces cómo sabías sobre el papel?! -Jason se enfrentó directamente al portero.

-¡Genial! ¡Ahora los dos están dándome algo de miedo! -Andy se alejó de ambos y se acercó cada vez más a su puerta.

-¡Sé sobre ese papel porque soy el portero, y la gente deja cosas en el buzón de abajo! -dijo intentando defenderse de la injusta acusación de Jason-. Cada apartamento tiene un buzon diferente -explicó-. Mi deber es tomar las cartas del buzón y entregarlas en el piso correspondiente, ¡eso es todo cerebrito! -dijo con algo de enfadado y perdiendo la perfecta postura de portero que solía llevar.

-Pero... Entonces... Oh, ahora entiendo... -Jason agachó la cabeza, probablemente sintiéndose idiota por haberlo acusado sin más.

Mientras tanto, Andy observó la estúpida pelea desde la puerta de su apartamento.

-Jason, lo siento, pero debes irte -dijo con expresión seria y en un tono calmado.

Tragó saliva. Se sentía raro, y muy intranquilo por lo que estaba sucediendo. Supuso que lo mejor sería estar solo, antes que mal acompañado.

Después de todo, ¿qué podía sucederle si se encerraba en su habitación? Nada. Estaba seguro de eso. Ese estúpido papel había sido broma de algún transeúnte que justo pasaba por allí, solo eso. Cerró la puerta dejando a los dos afuera y la trabó.

Bueno Andrew, esto fué solo una mala pesadilla, ahora despertarás en tu cama de nuevo y harás todo otra vez, solo que lo del papel nunca habrá pasado, pensó para si mismo, tomando la cerveza que había dejado sobre la mesada de la cocina y bebiendola sin parar hasta terminarla.

Luego de tomar una merecida ducha caliente, se recostó sobre la cama dispuesto a dormir y olvidar lo que había sucedido.

Pero por supuesto, no podría ser tan sencillo.

De repente, el silencio absoluto de la habitación desapareció siendo interrumpido por un par de zapatos que iban de aquí hacia allá.

Se sentó sobre la cama para escuchar detenidamente. Llevó su mirada a la puerta de entrada, y por debajo de ella, pudo ver una sombra que pasaba de lado a lado. Se levantó rápidamente, caminó hacia la puerta, quitó la traba y la abrió rápidamente.

-Hola, Andy -escuchó.

-¿Qué haces aquí? -preguntó rodando los ojos-. Jason, te pedí que te fueras... hace horas -enfatizó la última parte.

-Lo sé, lo sé. Es que perdí un aro por algún lado -dijo con la cabeza agachada observando el piso. Continuó caminando para todos lados observando detenidamente.

-Okay, vete a casa, se está haciendo tarde. Te lo daré mañana si es que lo encuentro.

-Está bien, pero, ¿adónde me encontrarás?

-Dame tu número de teléfono, te llamaré si lo encuentro -dijo entre cerrando los ojos, tenía mucho sueño y la cerveza estaba haciendo su efecto.

-Bien -Jason tomó un pedazo de papel y un bolígrafo que tenía en el bolsillo para escribir su número telefónico en él.

-¿Enserio, Jason?, ¿tenías un papel y un bolígrafo en el bolsillo? -lo miró extraño y frunció el ceño mientras se cruzaba de brazos.

-¿Acaso estás... sospechando de mi? -rió con sarcasmo.

-¡Bueno, dime tú que hacias con eso en el bolsillo! -e hizo énfasis en la palabra "eso". De verdad, en la época de los celulares, ¿por qué alguien tendría eso en su bolsillo?

Jason rodó los ojos y pensó por unos segundos mientras posaba las manos en sus caderas y observaba el suelo.

-Escucha, éste bolígrafo es azul. El bolígrafo con el que el papel fué escrito era rojo, ¿ves? -le mostró su bolígrafo otra vez moviéndolo frente a su rostro.

Andy observó los ojos de Jason con sus ojos entre cerrados, como si estuviera escaneandolo y así pudiera saber si decía la verdad o no.

-Está bien -tomó el papel en el que Jason había escrito su número -Si encuentro tu aro te llamaré mañana.

-Bien, gracias.

-Adiós -saludó cerrando la puerta con llave. Se quedó mirando la luz del corredor por debajo de la puerta hasta que notó que el movimiento había desaparecido.

No le gustaba para nada tratar así a su nuevo "amigo", incluso aunque ni siquiera fuera realmente su amigo y lo hubiera conocido el día anterior. Pero no podía bajar la guardia. Aunque en ocaciones quisiera pensar que algun niñito estaba queriendo molestarlo, no podía descartar realmente a nadie...

Through The Lock © [Completa] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora