Through The Lock © [Completa]

Alarmas

Sam se levantó primero de la cama y tomó su ropa del suelo. Miró a Andy y una sutil sonrisa de lado apareció en su rostro.

-No me tardaré -dijo poniéndose su saco de portero y dirigiéndose la puerta.

-¿A dónde vas? ¿No íbamos a comprar dulces? -frunció el ceño.

-Primero, he dejado mi puesto de trabajo por horas, y quiero ver como está todo abajo -se razcó la nuca-. Y segundo, quiero ducharme -hizo una mueca.

-Pero ¿adónde te duchas todos los días? -se dió cuenta de que en realidad no sabía nada sobre el portero con el cuál acababa de acostarse.

-En el baño común de abajo -susurró como si alguien más lo fuera a escuchar.

Andy tomó la sábana blanca y se cubrió con ella para levantarse de la cama.

-¿Y adónde dejas tu ropa? -frunció el ceño.

-En un locker con candado en el baño, allí dejo todas mis cosas -contestó-. ¿Algo más que te interese saber? -lo miró sosteniendo el cerrojo con la mano.

Andy sintió su pregunta como una punzada en el pecho; estaba claro que revolcarse no los convertía en nada. Asique negó con la cabeza y dejó que él saliera del apartamento.

-Bajaré a buscarte en media hora para comprar dulces -sonrió para cortar la tensión.

-Claro -el portero le devolvió la sonrisa y salió.

Andy suspiró apoyando su peso conta la puerta. Y de repente, sin poder controlarlo, una gran sonrisa apareció. Cerró sus ojos y mordió su labio con picardía. Al fin estaba sintiendo las ventajas de independizarse.

Quitó las sabanas, aún con una sonrisa en su rostro, las puso a lavar, corrió hacia el baño para tomar una ducha caliente. Diez minutos después abandonó su apartamento para ir en busca del portero.

Bajó las escalera a paso rápido, nervioso, y allí lo vio, sentado sobre el banco de metal, con su cabello mojado. Como siempre él observaba hacia afuera, como si algo muy interesante estuviera sucediendo allí; siempre lo hacía, se perdía en sus pensamientos.

Andy se ruborizó y aclaró su garganta para que lo notara.

-¿Vamos? -quiso mantenerse serio. Se habían acostado una vez, tampoco es como que ahora fueran a casarse o fuera el amor de su vida. Debía mantener la cordura, siendo que era consiente de ser muy enamoradizo.

-Si, vamos -contestó cuando lo notó a su lado. Se levanto para abrir la puerta del edificio y dejar pasar a Andy primero.

Cruzaron la calle en silencio e ingresaron a la tienda de dulces. El olor a fresa de esa tienda les hizo agua la boca. La chica que atendía se encontraba detrás del mostrador con una sonrisa de oreja a oreja esperando a que los dos muchachos se acercaran.

Y ellos ya sabían lo que pedirían.

-Dos cajas de esos dulces color café que se enroscan, por favor -sonrío Andy cortésmente a la chica que atendía; era difícil no contagiarse de su espléndida sonrisa.

-Ah, tornillos... Enseguida los traigo -respondió ella mostrando las encías y se metió detrás del mostrador.

-¿Como sabías que pediría eso? - Preguntó Sam curioso.

-Sé que son tus favoritos, también los míos.

Sam asintió y se sonrieron en un instante en que sus miradas se encontraron.

La chica volvió con ambas cajas en las manos y se las entregó.

-Ya habían estado aquí antes, ¿verdad? -preguntó ella en un tono curioso mientras les cobraba. Ambos asintieron a su pregunta-. ¡Pues lleven unas gomas de mascar de regalo! -Les entregó en la mano cuatro gomas de mascar sabor mango.

-¡Muchas gracias! -dijo Sam contento.

-No es nada -ella los observó con curiosidad, pasando la mirada de uno al otro-. ¿Son pareja?

¿Qué? ¿Por qué demonios había llegado a esa conclusión? Andy la miró con las cejas fruncidas.

-¡Claro que no! -dijo haciendo una mueca de disgusto.

Sam lo observó de reojo, y luego negó con la cabeza.

-Lo siento, solo era una pregunta... -aclaró ella.

-No te preocupes... -contestó Andy sintiéndose algo invadido, pero aún así le sonrió.

-Por cierto... -agregó la dulce vendedora-. No es bueno que dejes tu puesto de trabajo por tantas horas -guiño un ojo a Sam y se retiró.

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Tengo unas preguntas para ustedes:

+¿Les gusta la historia?
+¿Qué creen que sucederá?
+¿Teorías?
+¿Quién cree que envía las notas?
+¿O creen que es un personaje que todavía no apareció?

Nos leemos! -Sol.