No verías lo invisible, aunque visible fuera

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Andy tomó una ducha caliente para eliminar de su cuerpo todo rastro de estrés que amenazara con interrumpir su día. Salió del baño sin ropa. Caminó hacia el armario dejando un rastro de agua detrás de él, y tomó un bóxer negro del cajón, una camiseta negra y unos jeans claros.

Comenzó a poner sus boxers cuando la puerta del apartamento fué golpeada con fuerza. Enseguida su piel se erizó. Mil pensamientos cruzaron por su mente. Solía no temerle a nada ni a nadie, pero desde que había puesto un pié en aquel pequeño y algo desolado pueblo, algo había cambiado en él. Un temor que nunca había sentido antes aparecía cada vez que pensaba en la puerta de su apartamento. Ya sea por encontrar papeles debajo de ella, o por el simple hecho de ser golpeada. Aunque deseara ignorarlo fingiendo que no le interesaba, su piel se erizaba cuando pensaba en que era el blanco de algún loco suelto.

¿Y si era la persona que le mandaba los papeles? ¿Y si era el tipo raro de limpieza? Y si era el de limpieza, ¿qué con eso? ¿A quién le importa?

Te estás poniendo paranoico, Andy, pronunció en voz baja y sacudió la cabeza en negación.

Suspiró y caminó inflando el pecho hacia la puerta. Quería pretender ser fuerte y adulto. Respiró hondo, puso la mano en el cerrojo y abrió la puerta lentamente. Por un acto reflejo observó primero el suelo: esos zapatos de cuero negro le parecieron familiares, y supo de quién se trataba.

-Sam... -pronunció observándolo ahora a los ojos, preguntándose que quería el portero otra vez allí.

Sam tragó saliva y lo observó con una expresión seria de arriba a abajo. Fué ahi cuando Andy se dió cuenta de que se encontraba mojado y vistiendo solo un bóxer. Se escondió detrás de la puerta y asomó su rostro.

-¿Qué sucede?

-¿Sabes algo? -dijo Sam con una expresión seria-. Si tan aburrido te parezco, entonces no me invites nunca más a dormir a tu sofá. Ni siquiera por lástima -su expresión se mantuvo seria, casi enojada, cruzando los brazos sobre su pecho.

-¿De qué hablas? -Andy frunció el ceño desconcertado, aún intentando cubrir su cuerpo casi desnudo con la puerta.

-Yo solo quería pagarte por tu "amabilidad" -hizo un gesto de comillas con sus dedos-. Pero veo que solo fuí una molestia. Lo siento, no volverá a suceder -caminó rápidamente hacia las escaleras.

-¡Espera! -gritó Andy desde la puerta.

-¿Qué? -Sam frenó antes de bajar y volteó para mirarlo con desepción.

-No se de qué hablas...

-Andy, por favor. Del papel que dejaste en el banco de la recepción -contestó rodando los ojos-. Como si no lo supieras... -lo miró con desprecio y amagó a bajar las escaleras.

-¡Espera! -Andy gritó otra vez. Abrió los ojos desconcertado-. Yo no dejé ningún papel... Ven por favor y muestramelo -ordenó con su dedo índice.

Sam rodó los ojos por segunda vez y caminó pesado hacia él. Metió su mano en el bolsillo izquierdo de su saco y tomó un pequeño papel blanco doblado en cuatro partes. Andy lo arrancó de sus manos y lo abrió rápidamente.

"Las dos horas más aburridas de mi vida. Y la comida estuvo asquerosa, casi como tú. :)"

Andy tragó saliva y dobló el papel en cuatro partes nuevamente. Observó el suelo, sin ningún gesto en su rostro que mostrara algún tipo de emoción. Tomó aire y salió de su escondite detrás de la puerta. Tragó saliva al saber que el portero lo vería vistiendo solo un bóxer, pero no le importó. Lo tomó de la mano, lo metió al apartamento y cerró la puerta.

-Yo no hice esta mierda -aclaró sin poder mirarlo a los ojos, le daba pena la situación.

Sam llevó una de sus manos a su cara y tapó sus propios ojos. La situación era incómoda.

-No me importa -tomó el cerrojo de la puerta descubriendo sus ojos para salír de allí.

-¡Espera! -Andy sostuvo su mano para que soltara el cerrojo. Su pulso se encontraba acelerado; no quería que el portero piense mal de él.

Sam llevó su vista a la mano de Andy, quién sostenía la suya con algo de fuerza. Tragó saliva y miró a sus ojos negros.

-Pensé que nosotros... -se detuvo y pensó un momento-. Olvídalo... -quitó su mano de un tirón y abrió la puerta para luego huir del apartamento.

Andy se quedó parado junto a la puerta, observando cómo el portero se alejaba enojado.

Esto no quedará así...

Through The Lock © [Completa] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora