𝗧𝗵𝗲𝗯𝗲 || Apolo Hidalgo

McDonnald's en el Titanic

Tal y como decidimos, Yoshi vino a buscarme a casa justo a las seis en punto.
Se había cambiado de ropa, en lugar de la camiseta amarilla y los pantalones negros con los que le vi esa mañana, llevaba una camiseta negra con la frase "Don't look my abs" en blanco y unos vaqueros azules.
Sí, me fijo en esas cosas, siempre me consideré una persona observadora.
Me dedicó una dulce sonrisa cuándo le abrí la puerta.

-¿Estás lista? -asentí tomando mi teléfono del mueble junto a la puerta.

-Sí -le devolví la sonrisa- ¡Me voy! -avisé. La cabeza de mi padre asomó por encima del sofá de la sala.

-Avisa con lo que sea, ¿de acuerdo? -asentí con la cabeza. Mi madre también se despidió de mi, pero no alcancé a escuchar lo que dijo, pues ya había cerrado la puerta.

Yoshi y yo comenzamos a caminar hacia la casa de su amiga, supuse que no estaba muy lejos y por eso íbamos a pie... o eso o Yoshi no tenía coche.
Estuvimos más o menos cinco minutos en un completo silencio, hasta que no pude evitar estallar en risas. Yoshi me miró confundido, debió de pensar que estaba con una loca.

-¿Qué te pasa? -sacudí la cabeza intentando calmar la risa. El chico miró su atuendo, luego palpó su rostro, buscando el origen de mi repentina carcajada- ¿Qué?¿Qué pasa?¡Dime!

-No... -negué, consiguiendo calmar por fin la risa- no eres tú, es que... esto es muy surrealista -él frunció el ceño, intentando comprender lo que estaba sucediendo.

-¿A qué te refieres?

-¿Perdona? -le miré con una cara que quería decir, ¿es en serio?
Pero él seguía igual de confuso. -¿Entonces esto es normal aquí?¿De verdad? -estaba alucinada. ¿Eso quiere decir que las películas de Disney Channel no exageraban? Me parecía tremendamente surrealista.

-¡No estoy entendiendo nada! -bufó. Solté una última risa antes de calmarme, sabía lo incómodo que era no saber de qué se estaba hablando y por ello no sentirte incluido.
Procedí a explicarle mis pensamientos de la forma más sencilla posible.

-En mi país invitar a un desconocido a casa de tu amiga a ver una peli... no es normal -esta vez fue Yoshi quien rio.

-No te confundas, aquí tampoco lo es

-¿Entonces?

-Supongo que sé lo que se siente al no tener amigos-se encoge de hombros- no lo sé, fueron las tripas, me dijeron que te hablase y me acordé de Raquel... no sé, supongo que "me diste buenas vibras" -repitió la frase que había utilizado mi padre horas antes. Sonreí bajando la mirada al suelo.
Nunca me habían dicho nada parecido, me resultó curioso que Yoshi hubiera tenido la necesidad de hablarme y mucho más, la valentía de contármelo después.

El resto del camino fue silencioso, pero no un silencio incómodo, al contrario, uno totalmente cómodo.
No decíamos nada, pero a la vez nos dábamos a entender que estábamos a gusto el uno con el otro, que no eran necesarias las palabras para pasar un rato agradable.
Al cabo de un no muy largo rato, llegamos a la casa de su amiga Raquel. Yoshi llamó a la puerta varias veces.

-Hasta que llegas, ¡me dijiste que estarías aquí a las seis! -la chica que abrió la puerta nos recibió con una mueca de sorpresa.
No era mucho más alta que yo, su claro cabello castaño estaba recogido en un desordenado moño con algunos mechones rebeldes cayendo por su rostro, sus ojos azules me miraban a mi y seguidamente a Yoshi . La chica guardó su celular en el bolsillo trasero de su pantalón.- Vaya, hola... -miró al chico de mi lado, pidiéndole una explicación.

-Es Thebe -Raquel continuaba con el mismo rostro de no saber qué sucedía- ¡La chica que te dije que vendría! ¡La de One Direction! -No puedo negar que me gustó esa comparación. Raquel se llevó las manos a la boca al escuchar la exclamación de su amigo, en un gesto de culpabilidad.