𝗧𝗵𝗲𝗯𝗲 || Apolo Hidalgo

Misión Imposible versión Apolo

THEBE GRIFFIN

Está bien, Thebe, sólo vas a conocer a su abuelo. No es como si te estuviera presentando a sus padres...
No, es cierto...
Es peor.

Arreglé todo lo que pude mi cabello frente al espejo, quería estar lo más presentable posible para ver al abuelo de Apolo.
Por lo que había escuchado, su abuelo era un hombre de negocios respetable, ya jubilado, que vivió con Apolo y su familia durante unos años hasta que le ingresaron en un geriátrico, el por qué volvió a la casa todavía no lo sé y me pareció violento preguntárselo al menor de los Hidalgo cuando me había ofrecido ayuda de esa forma tan... espontánea y extraña.

¿Por qué había aceptado la ayuda del abuelo Hidalgo sin siquiera conocerle? Fácil, desesperación y falta de alguien cercano que me pudiera dar consejos de una forma objetiva.

-Thebe, ¿estás? -preguntó Apolo desde el cuarto de baño donde le había encerrado para que no me viera cambiarme. Absurdo, teniendo en cuenta que ya me había visto desnuda.

-Sí... -suspiré- sí, ya. -el chico salió del baño, observándome con una sonrisa tranquilizadora. me acerqué a la ventana, dispuesta a bajar por la escalera con la que Apolo había llegado a mi cuarto- Apolo, ¿y la escalera?

-¿Qué escalera?

Tiene que estar bromeando.

-La escalera con la que has llegado aquí. -dije con obviedad.

-No he traído ninguna escalera. -rascó su nuca- ¿Debería haber traído una?

-Pero entonces... ¿cómo has subido?

-Oh, escalando. -la normalidad con la que lo dijo llegó a asustarme.

-¿¡Qué?! ¡Podrías haberte matado, Apolo! -Él no respondió, tan solo se asomó a la ventana.

-No está tan alto... -el temblor de su voz delató su miedo a bajar por ahí y su incredulidad por haber subido anteriormente.- o mejor podemos salir por la puerta.

Y una mierda.

-¿Y que te vean mis padres? No, ni de broma, muy calentitas están ya las cosas ahí abajo. -negué. Después de la acalorada discusión con mis padres, que viesen cómo salía con un chico de mi cuarto no era lo mejor. La opción de saltar por la ventana me convencía cada vez más.

-Thebe, no voy a saltar por la ventana.

-Tú mismo has dicho que no estaba tan alto.

-Salta tú primero entonces. -abrí los ojos. La opción de saltar por la ventana me convencía, la idea de saltar yo primero... no tanto.

-Ah, no, los caballeros primero.

-¿Qué? Se dice "las damas primero".

-Pero yo soy la dama y quiero ir la última. -Apolo negó con la cabeza mientras se acercó a la puerta de mi cuarto.- ¡Apolo!

-¡Tranquila, que no voy a salir! -abrió la puerta lentamente- sal tú y me dices cuando puedo. -pasé la mano por mi cabello, pensativa. Era eso o saltar por la ventana que, para que engañaros, estaba muy alta.

-De acuerdo. -a regañadientes salí de mi cuarto, la casa estaba en completo silencio.
Tras cerciorarme de que el pasillo estaba vacío le hice un gesto a Apolo para que saliera de la habitación.
El corazón se me iba a salir por la boca, hasta creía escuchar la banda sonora de misión imposible mientras bajaba por las escaleras.
Como me pillasen mis padres se me caería el pelo, nunca se habían negado a que invitase a gente a casa siempre y cuando ellos fueran avisados con anterioridad, sin duda la estampa de Apolo saliendo conmigo a escondidas no les gustaría.