𝗧𝗵𝗲𝗯𝗲 || Apolo Hidalgo

El último After Party

APOLO HIDALGO

A pesar de que la canción que sonaba en mi teléfono había terminado hacía ya unos minutos, seguía agarrando la cintura de Thebe, notaba su respiración relajada en mi pecho y cómo sus manos acariciaban los pequeños pelos de mi nuca. No quería moverme, temía que el más mínimo movimiento rompiese la magia del momento y nos devolviera a la realidad, esa cruda realidad en la que tendría que separarme de ella, esa realidad en la que ella se iría a la universidad a Wyoming y yo me quedaría en Carolina del Norte. Cada vez que lo pensaba se me encogía el corazón, no había, no habíamos pasado por tanto para nada, era demasiado pronto para separarnos, no quería que se marchase y me cambiara por alguien mejor de aquella prestigiosa universidad.

-Ojalá esto durase para siempre y no tuvieras que irte... -Thebe suspiró, ya habíamos tenido esa conversación muchas veces desde que había decidido quedarse con su padre para terminar el último curso de instituto.

-Apolo, ya sabes que ese es mi sueño. -dijo con voz suave separándose de mi pecho para poder mirarme a los ojos.- Estudiar Astronomía en Wyoming es todo para lo que he estado resistiendo en el instituto.

-Lo sé... -el profundo azul de sus ojos se entremezcló con mis aguados ojos caramelo.- es por eso que no te pido que te quedes conmigo. -confiaba en ella, claro que confiaba en ella, no temía ninguna infidelidad, temía que conociese a alguien mejor, temía no poder llamarla todas las noches preguntando qué tal había ido su día y si había hecho amigos. Tenía miedo de que ella se diera cuenta de que estaba saliendo con un niño, tenía miedo de que le comparase con los futuros astrónomos de la universidad y pensara que él, Apolo Hidalgo, era una persona que no valía la pena.

-Vendré cada festivo, cada Navidad, Acción de gracias, 4 de julio... -cerré los ojos, dejando escapar algunas lágrimas, ante la caricia de Thebe.- nada cambiará entre nosotros.

-Pero estarás en la universidad a más de 3.000 kilómetros de distancia rodeada de futuros astrónomos...

-Apolo. -me tomó de las mejillas, obligándome a mirarla.- Ya hemos hablado de esto, no te voy a dejar por ningún universitario, tampoco voy a romper contigo porque seas dos años más pequeño que yo -negó- después de todo lo que hemos pasado no debes dudar que te quiero. -atrajo mi rostro al de ella, depositando en mis labios un dulce beso, sus labios eran suaves y sabían a sandía. -¿Queda claro?

-Como el agua. -sonreí aún sobre sus labios, pero no me dio tiempo a besarlos de nuevo, pues mi teléfono comenzó a sonar con el tono predeterminado que había puesto para cuando me llamase Ares.

Mierda, Ares...

No le había dicho que iba a salir a ver a Thebe, él se pensaba que seguía preparándolo todo para el After Party, que como siempre sería en nuestra casa. Lo más probable era que me llamase para echarme la bronca por no haber hecho nada de lo que me pidió. Tragué saliva, colocándome el teléfono en la oreja.

-Hola, Ares -Thebe reprimió una risa, la voz me había salido más temblorosa de lo que quise.

-¿Dónde estás? -se escuchaba música, aunque esta no estuviera muy alta, seguramente habría algún adulto con ellos.-Con Thebe, he venido a recogerla del instituto. Perdona por no haber prep...

-Me lo imaginaba. -me cortó- Claudia me ha dicho que te habías ido en cuanto terminaste de preparar todo. -suspiré aliviado, le daría las gracias a Claudia cuando mi hermano no estuviera delante. - ¿te queda mucho para venir? Los chicos han preguntado varias veces por vosotros. -miré a Thebe, quien escuchaba la conversación con atención, hizo un gesto con la mano, indicándome que dijera que nos quedaba poco para llegar.