𝗧𝗵𝗲𝗯𝗲 || Apolo Hidalgo

Fiesta de estrellas

THEBE GRIFFIN

-¿Qué mierda...? -mi casa estaba llena de adolescentes bebidos y con las hormonas por los cielos.
Yo solo quería ver las estrellas con un par de amigos, tranquila, disfrutando de las pocas noches de verano que me quedaban. No controlando a esa panda de animales bebidos...
¿Y por qué Yoshi seguía sin responder a mis mensajes?

-Igual se han confundido de casa... -Apolo se colocó a mi lado, viendo como toda la gente bailaba alrededor de la mesa de cristal del salón... bueno, encima también.

-Ojalá fuera... ¡Cuidado con la mesa, animales!- les grité a un par de chicos que habían empezado a saltar encima.

Raquel, te voy a matar.

Las latas de cerveza vacías se habían transformado en la decoración estrella del salón, patatas, palomitas y sándwiches cubrían las mesas y parte del suelo. Sobre la mesa central del salón alguien había creado un minibar de escándalo, whisky, vodka, puerto de indias, Beefeater... en resumen, todo el alcohol que un adolescente de fiesta deseara.
Apolo me miraba con una mueca en el rostro, esperando mi reacción.

-Raquel, más vale que tu excusa sea creíble...-me volteé hacia Raquel, quien jugaba con sus manos, nerviosa.- habla. Ya.

-Vale, a ver... -se pasó una mano por su oscuro cabello castaño- puede que Ares intentase picarme diciendo que no estoy acostumbrada a salir de fiesta, que soy muy inocente, que las invitaciones siempre son para Daniela y voy de rebote... puede que le dijera que hoy organizabas una "Fiesta de estrellas" y que estaba todo el mundo invitado. -fue bajando la voz progresivamente.

-Raquel

-¿Qué? -preguntó con la esperanza de que dijese que no pasaba nada, que todo estaba olvidado, que bebiésemos y disfrutáramos de la fiesta.

-Te voy a matar -hice el amago de pegarle un puñetazo, pero obviamente no lo hice, soy incapaz de pegar a una mosca- ¿cómo les explico esto a mis padres? -susurré llevándome las manos a la cabeza. Otra persona se unió a la conversación, el mismo chico que Apolo me "presentó" en Insomnia como su hermano Ares.
Era muchísimo más guapo de cerca, ojos azules, pelo negro y unos rasgos que parecían hechos con un cincel por el mismo Miguel Ángel.
Raquel tenía buen gusto, de eso no había duda alguna.

Necesito saber qué les han dado de comer sus padres, no puede ser que los tres hermanos sean así de perfectos.

-¿Cuándo vuelven? -fruncí el ceño haciendo cálculos. Se acababan de ir, la lluvia de estrellas sería más o menos a las tres de la madrugada, dormirían allí con el resto de científicos, se despertarían a eso de las diez de la mañana, más desayunar, la charla posterior con los demás científicos y la comida...

-A las cinco de la tarde de mañana -respondí con seguridad. Ares se encogió de hombros, una sonrisa ladeada apareció en su rostro.

-Entonces no veo el problema de que nos quedemos aquí, teniendo en cuenta que has organizado tú la fiesta-le echó una mirada furtiva a Raquel, quien estaba sonrojada por la monumental pillada que le había hecho el chico- y todo el mundo esta invitado, permiso -Ares se abrió paso entre su hermano y yo. Podía no haberlo dicho con mal tono, pero su actitud pasota hizo que me hirviese la sangre, más todavía que Raquel no hiciese nada, solo se quedara quieta mirando por donde se iba el chico.

-No ves el puto problema porque no es tu puñetera casa... -apreté los puños enfadada.

-Lo siento de verdad, te juro que te lo voy a compensar, te lo prometo-Raquel hablaba rápido, juntando las manos delante de mi, pidiendo perdón continuamente.