𝗧𝗵𝗲𝗯𝗲 || Apolo Hidalgo

Comienzo de Año

THEBE GRIFFIN

-¡Thebe! ¿Has pelado las uvas?

-¡Sí, mamá!

-¿Y les has quitado los pipos?

-¡Que sí! -tomé los cinco platos con uvas de la encimera de la cocina. En el salón, mis padres, Ángel y Cris esperaban la cuenta atrás sentados en el sofá, observando con atención a la elegante presentadora en la pantalla.

Ese era el primer año nuevo que pasábamos fuera de casa, tenía la suerte de poder pasarlo con mis padres y mis mejores amigos, pero el ambiente no era del todo de celebración.
Papá tenía aspecto cansado, le obligaban a trabajar hasta en épocas de fiesta y eso le estaba pasando factura. Su pelo, antes rubio, estaba cubierto de canas, y sus bonitos ojos azules habían perdido todo el brillo y la ilusión. Ya ni siquiera se quedaba a ver las estrellas conmigo.
Mamá estaba bien, como siempre, se pasaba los días en el gimnasio o de compras, llegaba para cenar y a veces ni eso. Tenía momentos en los que perdía los nervios por tonterías... pero eso cono cualquier madre.

Cristina evitaba a toda costa hablar de su relación y de lo que pasó en Halloween, se encerraba en una de las habitaciones de invitados a grabar vídeos para sus redes sociales.
Ángel, por su parte, estaba más tiempo en la calle con Daniela que en la casa.

Y yo... bueno, yo tenía la cabeza hecha un lío. Después de aquella increíble fiesta de Halloween, Apolo me llamó porque tenía mi cadenita, y menos mal que llamó, porque esa cadena es una de las cosas más valiosas que tengo, era de mi abuelo.
Vino a devolvérmela a mi casa al día siguiente de la fiesta. Ninguno de los dos hizo comentario alguno sobre lo que sucedió en Halloween. No sé por qué, cuando nos vimos, él no dijo nada sobre esa noche, supongo que los acontecimientos estaban demasiado frescos y todavía nos daba vergüenza admitir que nos gustó.

Tras de ese día no nos vimos mucho, pasaba las tardes con Cris o con Joshua, si no, volvía a casa, quise aplicarme en mis estudios durante esos meses antes de las vacaciones.
Me daba vergüenza quedar con Apolo, me sentía mal por haberme acostado con él como vía de escape.
El remordimiento todavía seguía en mi cuerpo.
Le había utilizado.
Descargué la ira y la tristeza de mi cuerpo en una persona que lo único que quería era consolarme, y él aceptó ese despecho por amor, porque yo le gustaba... Le ilusioné en vano.

Porque sí, a pesar de haberlo hecho como desahogo, me gustó, y mucho.

-¡Venga!¡La cuenta atrás! -exclamó mi padre cuando el reloj de la televisión marcó las doce. Me paré a pensar en todo lo que había pasado en esos meses que llevaba en Carolina del Norte.

12
El viaje en furgoneta.

11
La discusión cinematográfica de Hutcherson y papá.

10
El Oreo Shake del McDonnald's.

9
La fiesta de estrellas.

8
El telescopio roto.

7.
La hermosa risa de Dani.

6
Las cagadas de Raquel.

5
Cris y Ángel llegando a mi casa.

4
La fiesta de Halloween.

3
La traición de Daniela.

2
Los besos de Apolo.

1
Necesito verte sonreír, Thebe.

-¡Feliz Año Nuevo! -mis padres se abrazan, mis amigos igual, todo son gritos y celebraciones. No pude evitar sonreír a pesar de que lágrimas de emoción estuvieran cayendo por mis mejillas.
Esa cuenta atrás marcaba un nuevo comienzo.
Mi comienzo.