-No puedo con esto.
-Thebe, sólo llevamos tres días de clase.
-Me da igual, no puedo más, dejo bachillerato.
-En nada terminamos y entraremos en la universidad, no lloraste tanto en el primer curso como para dejarlo ahora.
-Acabamos de empezar y ya estás hablando de terminar, que optimista... ¿Cómo sabes que lloré?
-Todos lo hicimos - Joshua se encogió de hombros, esbozando una divertida sonrisa al final.
Mis primeros días de instituto no habían sido lo que se dice una maravilla. No coincidía con ninguno de mis amigos en ninguna de las clases, así que estaba sola hasta a hora del almuerzo.
Aunque, egoístamente, prefería no coincidir con Daniela, las cosas entre nosotras todavía no se habían relajado. No habíamos compartido una sola palabra desde la fiesta en Insomnia, y la mirada de indiferencia que me lanzó cuando salí de su coche seguía vagando por mi mente como alma en pena, recordándome que en ese momento no era nada para ella.¿Está enfadada o sólo confundida?
Si me ponía a recordar lo que sucedió siempre llegaba a la misma conclusión: fue ella quien se lanzó a besarme (yo no le hice ascos, pero fue ella quien me besó a mi, no al revés.) Así que terminé por asumir que estaba confusa y que cuando se aclarase volvería a hablar conmigo, o eso esperaba.
Joshua y yo quedábamos a la salida de las clases en unas cantosas taquillas verdes que hacían esquina en uno de los pasillos, las habíamos apodado "las verdinas", totalmente absurdo, no nos lo tengáis en cuenta.
Como ya dije mi relación de amistad con él era realmente buena y, sinceramente, cada vez iba mejor. Por alguna razón que desconozco, Joshua ya no se juntaba con Raquel. La idea de que tal vez ese distanciamiento era por mi culpa rondaba entre los muchos pensamientos que tenía en la cabeza, quería sacarlo de ahí, sólo ocupaba espacio y me hacía preguntarme si soy una persona pesada. También me daba vergüenza preguntarlo por si eran simples imaginaciones mías.En algún momento se lo preguntaría a Joshua... para salir de dudas.
-¿Luego te vas andando o vienen a por ti? -me preguntó mientras girábamos por la esquina del pasillo.
-Me voy andando, mi padre está en el laboratorio y mi madre... ella no sé qué está haciendo, pero tampoco viene a por mi. -mi madre siempre fue una persona especial, le gustaban las cosas de aspecto caro (y precio excesivamente elevado) pero no hacía nada para conseguirlas. Queda mal que yo diga eso de la persona que me ha traído al mundo, pero siempre será cierto. Mi madre no ha trabajado ni trabajará nunca porque con el sueldo de mi padre nos da para vivir con comodidad, a pesar de que eso implique no verle en casa por días ya que se queda adelantando trabajos e iniciando proyectos nuevos en las bases de la NASA.- ¿a ti te vienen a buscar? -esperé la respuesta de Joshua, pero esta nunca llegó- ¿Hutcherson? -levanté la mirada del suelo y vi a mi amigo con la vista fija unos metros más adelante.
La curiosidad me ganó, seguí su mirada hasta el punto en el que esta se cortaba en un grupo de tres personas.¿Qué narices...?
Ese lugar cada vez me sorprendía más. En España (y, si mi dañada cabeza por el instituto no me falla.) y creo que en cualquier lugar del mundo también. Las personas están deseando tener unas altas fuentes de ingresos para poder permitirse pagar los mejores colegios privados para la educación de sus hijos. Lo que nunca me imagine que vería era a una persona que le sobraba el dinero con creces, cambiarse de un centro privado a uno público.
Así es, Apolo Hidalgo estaba en mitad del pasillo hablando animadamente con Raquel. Carlos, el admirador de la castaña, observaba con cara de pocos amigos como el menor tomaba la mano de Raquel entre risas.
ESTÁS LEYENDO
𝗧𝗵𝗲𝗯𝗲 || Apolo Hidalgo
Fiksi Penggemar𝘾𝙊𝙈𝙋𝙇𝙀𝙏𝘼 Ella, una estrella sin brillo. Él, el mismísimo sol. Tan iguales pero tan diferentes al mismo tiempo. Dos hermosos astros se juntan en el pequeño pueblo donde parece que el amor, las fiestas y las situaciones surrealistas son plato...