Cita (I)

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THEBE GRIFFIN

La culpa me carcomía por dentro, sentía que estaba utilizando a Apolo para sacar el salseo del que, lamentablemente, nos alimentamos los adolescentes del siglo XXI.
¿Y qué si le gustaba Raquel? Yo también he tenido un montón de crushes a lo largo de mi vida, la tontería termina pasándose y te das cuenta de que esa persona que te parecía tan perfecta... no lo era tanto. O eso o te queda una bonita anécdota que recordar con tus amigos.
La actitud de Joshua con respecto al tema no me parecía del todo correcta, me sentía utilizada en cierto modo. Pero no por eso iba a decirle a Apolo que no quería quedar, menos después de haber sido yo la que le mandó el primer mensaje... Y tampoco iba a dejar a Joshua con la duda de si a todos los Hidalgo les gustaba Raquel. (Yo también tenía la duda... ¿qué? Como he dicho antes, soy adolescente, nos alimentamos de salseos.)

Giré la esquina de la calle y, delante de mi,  estaba la persona con la que había quedado.

Es tan tierno y tan sexy a la vez... simplemente impresionante. De verdad, necesito saber qué se mete esta gente y por qué no había personas así en mi instituto.

Apolo Hidalgo estaba justo enfrente, apoyado en un árbol esperando mi llegada. Su perfecto cabello rizado caía sobre sus ojos, pues tenía la cabeza inclinada sobre el teléfono. Parecía que el pobre llevaba esperando mucho tiempo.
Me sorprendió ver lo elegante que iba, teniendo en cuenta el nivel de esa salida.
Una camiseta de manga larga pegada a su torso marcaba lo formado que estaba para sus quince años. Unos hermosos pantalones beige surcaban sus piernas hasta terminar en sus pies, los cuales estaban enfundados en unos, aparentemente carísimos, zapatos negros de piel. Colgada de su brazo, una sudadera blanca.

Apolo, enséñame a vestir.

Levantó la vista de su teléfono, mirando hacia los lados, al verme parada justo delante de él una sonrisa de alivio se dibujó en su rostro.
¿Acaso pensaba que le iba a dejar plantado?
Me acerqué a él con intención de abrazarle, lo que no me esperaba fue su reacción.
No me devolvió el abrazo, como pensaba que haría.
Se apartó.
Apolo Hidalgo rechazó mi abrazo en mitad de la calle como si no significase nada para él, normalmente los amigos se abrazan, a no ser de que alguno sea antimimos, pero no era el caso de Apolo, él es una persona muy cariñosa.

Joshua, tenías razón, este chico está raro.

-Hola -dijo simplemente, saludándome con la mano- ¿tienes algo pensado o... sólo andamos? -la indiferencia con la que dijo esas palabras me tomó totalmente por sorpresa.

-Pues... -seguía en shock por lo ocurrido anteriormente, pero decidí ignorarlo- aún no conozco esto así que... pensaba dar una vuelta sólo.

-Por aquí entonces -señaló una de las calles que cruzaba con la cabeza.

Sinceramente, creo que ese paseo fue de los más incómodos de toda mi vida. Ninguno de los temas que sacaba nos duraba más de tres frases, apenas habíamos dicho nada el silencio volvía a instalarse entre nosotros como si fuera un invitado más. Además, Apolo no hacía esfuerzo alguno en mantener viva nuestra comunicación, parecía que su cuerpo estaba paseando a mi lado pero su cabeza en Marte.
Llevábamos más o menos cuarenta minutos caminando por la calle , de los cuales los últimos cinco  habían estado sumidos en un completo y sepulcral silencio.

Se acabó, estoy harta, para estar en silencio me quedo en casa leyendo.

-Apolo, para, ¿se puede saber qué te pasa? -frené en seco, Apolo tardó un par de pasos más en detenerse. Sus bonitos ojos castaños se quedaron fijos en los míos, observándome con una mueca que fui incapaz de descifrar.

APOLO HIDALGO

Mierda, ¿qué se supone que tenía que contestar a eso? Maldita Claudia, maldito Ares, no me habían enseñado la respuesta en esa situación.

𝗧𝗵𝗲𝗯𝗲 || Apolo HidalgoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora