APOLO HIDALGO
Ir de fiesta era algo que me apetecía más bien poco, pero Raquel había tenido el detalle de invitarnos y no podía faltar a pesar de mis pocas ganas de salir de casa.
Después de la conversación que tuve con Artemis tomé una decisión, esperar, dejar un tiempo a que se nos aclarasen las ideas a ambos y luego hablar, hablar de verdad, no soltar lo primero que se nos pasase por la cabeza, hablar midiendo la dureza de las palabras que empleásemos.
Y la oportunidad de hablar, o por lo menos intentarlo, sería en esa fiesta. Si Thebe quería ser sólo mi amiga, eso seríamos, amigos, nada más. No quería forzar ningún sentimiento ni separarme de ella.-Apolo, ¿estás ya? Ponerse unos vaqueros no tiene mucha ciencia. -escuché la voz de Ares desde la entrada.- date prisa que llegamos tarde.
-Sí, ya estoy. -me di una última mirada en el espejo, acomodando la chaqueta de color negro que me había colocado sobre los hombros. Al bajar a la puerta de entrada, Ares me esperaba junto con Artemis y Claudia.
-Te lo has tomado con calma.
-Dije que me avisaras a las cinco y me avisaste a las cinco y media. -rebatí- si llegamos tarde no es mi culpa, es la tuya.
-No discutir por favor, no me apetece escucharos.-nos callamos al escuchar cómo la voz de Claudia se tornaba molesta.
No tardamos mucho en llegar a la casa de Raquel, la cual ya estaba abarrotada de personas que comían y bebían de las cosas que había esparcidas en las mesas del jardín.
Cuando pasamos junto a la entrada de este se hizo un silencio sepulcral, me incomodaba sentir las miradas de algunas chicas sobre mi, sin siquiera disimular, parecía que me querían comer y no sé si eso me halagaba o me daba un poco de asco. Sabía que a mis hermanos les pasaba lo mismo, notar tantas miradas a la vez era de todo menos cómodo, Ares no parecía darse cuenta, su mirada se movía rápido entre la multitud buscando a Raquel.Me sorprendí a mi mismo buscando esos ojos azules que tanto me gustaban , sin quererlo mi cuerpo pedía a gritos ver los ojos de la rubia.
Y finalmente los encontré, sólo fueron unos segundos, unos segundos en los que dejé de respirar, pero puedo jurar que en ese rato que nos estuvimos mirando me transporté a una noche estrellada.Apolo, tranquilo, aparenta normalidad, no ha pasado nada... todavía. Lo más importante es no humillarte de nuevo.
-Bruja... -Ares casi que corrió al encuentro de Raquel en el medio del jardín, no tengo claro cuando desaparecieron Artemis y Claudia, pero cuando me quise dar cuenta estaba completamente solo en el jardín de Raquel rodeado de personas que me miraban y murmuraban cosas sobre mi.
Estupendo, estás solo en un jardín donde las únicas personas a las que conoces han desaparecido en combate...
Para librarme de esas miradas decidí caminar por el jardín sin un rumbo fijo, buscando inconscientemente a la dueña de los ojos azules, a Thebe.
Pero, cómo no, no era Apolo si no la liaba sin querer.-¡Mierda!
-¡Joder! -sin darme cuenta, choqué con una persona a la cual le derramé el vaso que tenía en las manos encima.
Genial, Apolo, no queríamos humillación, pues toma, has pasado totalmente desapercibido.
-Lo siento, no fue mi intención, iba distraído buscando a alguien... -al levantar la mirada me crucé con un cabello rosado que conocía bien, Joshua, el amigo de Thebe.- Joshua.
-Oh, Apolo, eres tú... -dejó el vaso vacío sobre la mesa, intentando limpiar con una servilleta el desastre de su camiseta.- no pasa nada.
-Ya... -sabía que Thebe le había contado lo sucedido, sino, no actuaría de esa forma conmigo, tan seco, tan borde, aunque le conocía poco, sabía que él no era así. Las siguientes palabras salieron de mi boca sin quererlo, al parecer, a mi corazón le pareció divertido tomar el control de mi cuerpo- ¿Sabes dónde está Thebe?
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𝗧𝗵𝗲𝗯𝗲 || Apolo Hidalgo
Fanfic𝘾𝙊𝙈𝙋𝙇𝙀𝙏𝘼 Ella, una estrella sin brillo. Él, el mismísimo sol. Tan iguales pero tan diferentes al mismo tiempo. Dos hermosos astros se juntan en el pequeño pueblo donde parece que el amor, las fiestas y las situaciones surrealistas son plato...