UN SOLO VUELO
Sophia...
Guardé cuidadosamente el vestido en el forro plástico para que nada le pasara a lo largo del viaje. Roma había elegido de las épocas más frías del año para casarse, por lo que el vestido era largo hasta los tobillos y con una manga larga abombada mientras la otra descansaba suevamente sobre mi brazo; era de un hermoso verde oscuro y acentuado en las caderas y torso.
Parte de la nueva colección de Sidewalk, colección maravillosamente aprobada por mí, obviamente.
Rápidamente conecté la plancha para el cabello y comencé a alisar las hebras color chocolate, hacía esto desde que tenía memoria. Mi pelo es algo así como "aleonado" por lo que desde temprana edad me preocupé de tenerlo prolijo.
—Odett —llamé —Ven aquí un minuto
La mucama había llegado justo el día después que hice la llamada a una hora perfecta; era mayor que yo, adivinaba de cuarenta y algo o cincuenta, sin embargo, era estupendamente servicial.
—¿Si, Sophia?
—Me voy hoy, pero debo volver dentro de tres días, tienes la llave para venir estos días a regar las plantas y hacer la limpieza.
—Así es.
—Bueno, creo que eso es todo —tiré de mi maleta hasta la entrada recogiendo mi bolso y colocándome las gafas de sol por el camino —¡Ah! ¿Podrías preparar de las bolsitas de té? El otro que me diste estaba maravilloso.
Odett me sonrió.
—Será un placer, Sophia.
—Gracias. Nos vemos.
Sin esperar una respuesta salí al pasillo del edificio y entré al ascensor; no pasó un segundo antes de que mensajes y fotografías invadiesen mi correo, quedaban las últimas ediciones por hacer en Sidewalk y todos estaban completamente desesperados.
Como siempre, iba un paso por delante de todos ellos, así que solo oprimí el botón de enviar en los borradores del correo que tenía en respuesta para cada uno de mis colegas, había anticipado cuáles serian sus inquietudes.
Este trabajo fue complicado de conseguir; me maté estudiando dos carreras y un curso y no echaría esto a la basura por nada.
Las puertas del ascensor se abrieron y caminé hasta el estacionamiento; mis tacones negros repiqueteando contra el mármol de la entrada.
—Adiós, señor Lux.
—Buen viaje, Sophia.
Abrí el maletero de mi automóvil y cargué la maleta en él no sin mucho esfuerzo; usualmente tomaría un taxi, pero al cargar con la maleta prefería estar segura de que conseguiría un coche para llegar hasta el aeropuerto. El tráfico en Washington un día viernes era una locura, aunque de todas formas no se comparaba con el de Nueva York.
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Un último disparo [Vittale #3]
Mystery / ThrillerMattia Vittale tiene toda su vida en control; es jefe del departamento criminal del FBI, vive en un lindo apartamento en Washington y superó completamente lo que Sophia Adams le hizo años atrás. Sin embargo, cuando le asignan el caso más importante...