Un último disparo [Vittale #3]

Capítulo veinticuatro.

AMIGOS.

Mattia...

Me sentaba en el escritorio de Will, justo frente a él, mientras ambos intentábamos ordenar las piezas que llevamos del caso; el supuesto contrato, el chip, los videos de las cámaras aún no estaban listos y no podíamos localizar la dirección de la que las primeras amenazas habían sido enviadas.

Tampoco entendíamos la relación de Markus Adams con una red de tráfico de niños, y a su vez, la relación con los potenciales asesinos se Sophia.

—Nada de esta mierda tiene sentido —dijo Will reclinándose en su silla.

—Concuerdo ¿Tienes alguna idea de cuanto más tardarán los videos de las cámaras de seguridad?

—Máximo un mes. Los códigos estaban completamente destruidos, hemos tenido que pagar por varios equipos nuevos que puedan descifrarlos.

A mis preocupaciones se le sumaba el hecho de que Adams estaba cada vez peor; ojeras más grandes, pesadillas continuas, mareos y vómitos, y aun así, se negaba rotundamente a visitar un hospital, Dios sabe por qué.

—Necesito verlo, necesito algo gráfico para atar cabos —desde que estaba en la escuela mi método de aprendizaje era completamente visual, esquemas, dibujos y gráficos me ayudaban a comprender los contenidos que me exigían.

Tomé uno de los papeles que Will tenía sobre el escritorio y un bolígrafo y comencé a escribir las pistas. El Hipocampo, el contrato de Markus, el asesinato de Brialla, amenazas sin dirección, el tiroteo, chip, palabras y palabras sin sentido que de alguna forma, encajaban perfectamente en el enredo que era este caso.

—Markus es el punto que falta, lo sé. Mi prioridad será encontrarlo —indiqué —Si lo encuentro me dará información invaluable. Comunícame con la brigada de ubicación de personas. Nadie descansa hasta encontrar a Markus Adams.

—Claro.

Sujeté el teléfono fijo que comunicaba las oficinas entre sí y vi que Will presionaba varios botones antes de que empezase a timbrar.

—Brigada de ubicación de personas.

—Shannon —saludé a la jefa de la brigada —Soy Mattia Vittale, de criminología.

—Mattia ¿Qué puedo hacer por ti?

—Necesito localizar a alguien. Markus Adams, fue visto por última vez hace cinco días, a las once treinta de la noche, en el bar Mamboleira, en la calle New Hampshire. En la fotografía luce un traje formal, chaqueta, pantalones y corbata negra, camisa blanca, cabello café oscuro engominado. Presumiría que es un caso de media complejidad.

Cuando se reportaban desapariciones de personas o extravíos, el caso se dividía en tres niveles; baja complejidad era cuando la desaparición se resuelve con las primeras averiguaciones. Media complejidad se refería a aquellos en que existen indicios que la persona está viva, pero que voluntariamente quiere permanecer desvinculada de su entorno. Y los de alta complejidad eran adjudicados a un delito debido a que el protocolo de búsqueda no es suficiente par hallar a la persona.