Capítulo veintidos.

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EL TIROTEO

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EL TIROTEO

Sophia...

—¡Abajo! —gritó Luke arrojándome al piso y prácticamente arrastrándome detrás de él y, a su vez, tras el mostrador, cuando la lluvia de balas aumentó. —¿Cómo mierda se enteraron de a donde estábamos?

—Lo sabían, todo esto estaba preparado, la música. —empezó a relacionar Mattia —Nos están siguiendo para matarnos.

—No jodas, y yo que pensé que solo querían practicar puntería conmigo. —me dio una mirada mordaz —Lo siento, la tensión me hace más intolerable de lo normal.

Di un brinco a mi derecha y Mattia me cubrió con sus brazos cuando vidrio explotó sobre nosotros, lo que reconocí como el jarrón de agua que había sobre el mesón.

Gritos comenzaron a escucharse por la peatonal, y es que los disparos resonaban como explosivos. Miré a los chicos a mis lados y ambos cargaron sus armas, a la vez que Luke comenzaba a pedir refuerzos.

—¿Conoces la salida trasera? —me preguntó Mattia mirándome directamente a los ojos. Me costaba mucho concentrarme; los disparos resonaban, era cosa de tiempo para que alguien se animara a entrar al bar ¿no? —¡Sophia!

—Sí, sí, por el pasillo.

—El pasillo —repitió alargando la palabra —Vale, iremos por ahí —puso ambas manos sobre mis hombros —Escúchame bien Adams, hay alguien esperando ahí por nosotros.

—¿Q-qué?

—Están intentando guiarnos por donde ellos quieren. Yo me ocuparé de ellos, pero tú debes correr.

—No, no voy a correr...

—Sí, lo harás. Debo mantenerte a salvo, así que a la primera oportunidad que tengas, corres por esa salida. No te detengas por nada e intenta zigzaguear entre los edificios. —puso un arma en mis manos —Tengo otra para mí; este es el seguro —me indicó sacándolo y poniéndolo nuevamente —Si alguien intenta hacerte daño apunta y dispara a muerte.

—Mattia...

—¿Listo, Luke? —preguntó ignorándome. Luke sonrió arrogantemente.

—Vamos a acabar con ellos.

Mattia se desplazó un poco hacia delante y agarró firmemente la esquina de una de las puertas de los gabinetes frente a nosotros y usando sus piernas se impulsó hacia atrás. Dio varios tirones hasta que con un desagradable sonido la puerta cedió y terminó en manos del agente.

Vaya, o este sitio estaba en peores condiciones de lo que pensaba o realmente subestimé la fuerza de Mattia.

Luke le siguió e hizo lo mismo, y pronto los tres usábamos las puertas como escudos hasta que atravesamos la puerta del pasillo.

Al instante los disparos se detuvieron, y no sabía si alegrarme de que Mattia supiese que esperar de la situación o morir de miedo por una muerte inminente.

Un último disparo [Vittale #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora