PESADILLA
Sophia...
Las últimas dos semanas siendo amiga de Mattia fueron las más tranquilas y amigables que había tenido desde que toda esta locura comenzó.
Nos llevábamos bien; seguíamos discutiendo, pero eran discusiones solucionables sin sentimientos encontrados ni rencores profundos.
—¿Qué hay para hoy? —pregunté saltando junto a él en el sillón —¿Aún no han dado con mi padre?
Mattia hizo una mueca dejando su tazón con cereales en la mesa de centro. Ya estaba vestido, perfumado y listo para el trabajo con el típico uniforme del FBI; la camisa blanca abierta en los primeros botones y arremangada en los codos, pantalones oscuros y supuse que el chaleco grabado con el nombre de la institución lo estaría esperando en la sede.
—No me lo recuerdes.
—El viejo se sabe esconder —admití —¿Quién lo diría?
—No hemos avanzado. No tenemos algo que una todas las pistas y simplemente no sabemos por donde continuar.
—Me gustaría ayudarte, pero no tengo ni la más remota idea de como solucionar un crimen.
—Por eso yo iré a la sede hoy a trabajar mientras tú te quedas aquí. —se levantó para ir a lavar el tazón —Habrá oficiales perimetrando el edificio en el tiempo que yo no esté contigo.
—¿Quién te asegura que te voy a hacer caso? —pregunté siguiéndole.
—Mi firme creencia de que tienes algo de sentido común e instinto de supervivencia.
—¿Quién te asegura de que tu creencia es correcta?
—¿Podrías por favor quedarte aquí? —preguntó directamente, rindiéndose y girándose hacia mí —Las veces que has salido recibimos un tiroteo, han intentado secuestrarte y más de una vez te han seguido basándonos en la música satanica que escuchas.
Hice una mueca.
—No lo digas así parece que soy una loca que escucha cosas que no son.
—Como verás, no es poco.
—También me pueden secuestrar aquí —rebatí.
—¿Y para qué crees que es el perimetraje?
—Bien —gruñí saliendo de la cocina. Tendría que pensar que hacer hoy. Supongo que contestaría algunos correos, leer artículos y eso. Podría limpiar mi cuarto...
Madre mía ¿existía un plan más aburrido?
—¡Odio esto! —grité para que Mattia me escuchase desde la cocina.
—¡Y yo odio tener que estar pegado a ti como lapa, pero te jodes! —respondió gritando también.
—Piri ti jidis —repetí abriendo el agua de la bañera y esperando que se llenase.
ESTÁS LEYENDO
Un último disparo [Vittale #3]
Детектив / ТриллерMattia Vittale tiene toda su vida en control; es jefe del departamento criminal del FBI, vive en un lindo apartamento en Washington y superó completamente lo que Sophia Adams le hizo años atrás. Sin embargo, cuando le asignan el caso más importante...