Capítulo 41

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Pov Leonor:

¿Que qué pasó después de eso? Nada. Bueno tuvimos algunos encuentros de ese estilo pero nada más ya que tampoco había pasado mucho tiempo pero lo importante es que hoy era EL día. Hoy se jugaba el partido donde todos apoyaríamos a Tino, luego de comer cogí una de las pancartas de la clase de plástica y me encaminé hacia el campo aunque hice una pausa al ver a Alexia sola ante la puerta de la directora.

-¿Vendrás al partido? Tino necesita tu apoyo-

-Lo sé pero mi madre ha venido de sorpresa y se está quejando de quién sabe qué, lo que sí puedo hacer es encontrar un hueco para verte si me necesitas- comentó guiñándome un ojo.

-Que feo por tu parte no poder animar a tu mejor amigo pero sí poder venir a comerme la boca- le eché en cara –Te recordaba más humilde-

Sin más dilación salí del instituto y llamé a Juan para que me viniese a buscar. Tardamos unos cuantos minutos en encontrar el sitio ya que el Google Maps nos mandaba por la dirección opuesta.

-Este cacharro no funciona, saca el mapa- se quejó él.

-Juan hoy en día nadie usa mapas, ¿tú sabes usarlos?- cuestioné.

-No pero molaba decirlo-

Cuando llegamos había muchísima gente con banderas y obviamente Ornella tenía que destacar por lo que llevaba una camiseta fucsia con la cara de Constantino y con el mensaje: "Amor de maricones". Reí y me acerqué a ella.

-¿Quieres una camiseta?- negué con la cabeza -¿Te puedo pintar un arcoíris en la frente?- asentí y agarró mi cara con una mano mientras con la otra pintaba –Listo- dijo enseñándome un espejo.

-Ornella estas líneas están de todo menos rectas-

-Esa es la intención-

La gente empezó a animar más fuerte pues empezaban a salir los jugadores, Nico llegó poco antes de que saliese su novio, supongo que le estaría ayudando con algo, nos saludó con un beso en la mejilla y se sentó a mi lado. Cuando salió Tino todos comenzamos a gritar para demostrarle que estábamos allí por él, se emocionó al vernos y nos saludó desde la distancia.

...

La verdad es que yo no entendía cómo se jugaba, simplemente veía a hombres sudorosos placando a otros y corriendo tras un balón ovalado, simplemente me levantaba cuando los demás lo hacían y ya. Había un empate y quedaba muy poco de partido, no sé cuánto pero era poco, podía sentirlo, vi como nuestro amigo corría con el balón en sus manos hacia un lado mientras esquivaba al resto y llagaba a la ¿línea de meta? En fin que marcaba gol. Vino corriendo hacia nosotros para celebrarlo, se subió a las gradas y besó al danés y todo el mundo pareció volverse loco. Excepto una señora y su hija, exacto, las holandesas, pude ver que la madre de Alexia ponía cara de asco y se la llevaba del recinto así que las seguí.

-No puedo creer que permitan estas cosas aquí- se quejó la mayor.

-Pues mira, se permite porque es lo normal- le respondió mi "novia".

-Como sigas con esas ideas te vamos a tener que llevar a un psicólogo-

-Que sí mamá déjame en paz, ya sé que no voy a reinar así que me dan igual tus amenazas-

Decidí dejar de escuchar su conversación y volví a mi habitación.

Lesbimonarchy Leonor Y AlexiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora