Lesbimonarchy Leonor Y Alexia

Capítulo 56

Pov Diosito aka Matías Prats:

La pelirroja estaba perpleja por el descaro de la que había sido su novia, aquella cercanía la ponía más nerviosa de lo que debería, al fin y al cabo eran amigas, ¿no? Alexia no podía evitar desviar su mirada hacia los rosados labios de su acompañante y parecía que Leonor tampoco, poco a poco sus respiraciones fueron mezclándose hasta el punto de estar rozando sus labios.

-Me muero por besarte- susurró la mayor sin separarse ni un mínimo, ambas tenían los ojos cerrados.

-No sé a qué esperas- respondió de la misma manera y aquello fue suficiente como para que la holandesa cerrase la distancia entre ellas.

Ese no era un simple beso, sino que significaba algo mucho más profundo, una segunda oportunidad quizás o tal vez una situación comprometedora. Lo que había empezado como un pequeño roce se transformó en una animada batalla entre sus lenguas, haciendo que la pelirroja tuviera que separarse mínimamente apoyando una mano en la cintura de la rubia.

-Ha sido intenso- comentó intentando coger aire.

-Cállate y bésame- habló la española antes de lanzarse de nuevo a sus labios, rodeando su cuello con sus brazos para evitar que se alejara.

Tras eso las jóvenes herederas pasaron una tarde encantadora disfrutando de la compañía que se hacían la una a la otra.. Para Leonor era confuso comportarse de esa manera cuando estaba con la pelirroja pero no era capaz de alejarse, deseaba pasar todo el tiempo del mundo junto a ella y más si era de esa forma. Por otro lado, la situación era completamente diferente para Alexia puesto que ella sabía perfectamente que estaba volviendo a caer en sus redes y eso la aterraba pues no quería ilusionarse para nada.

Las dos chicas deseaban lo mismo sin saberlo y por ellos sus interacciones se volvieron más discretas, por miedo a que los comentarios de sus compañeros y amigos complicasen su idílica relación. La pelirroja sabía que no podía contarle nada a nadie ya que quizás la respuesta sea la misma que su confidente Nico. Solo le quedaba esperar a que su amigo se arrepintiese de lo dicho, cosa que no parecía que fuese a suceder. Su hermana tampoco ejercía mucho de impedimento ya que estaba completamente abducida por su adoramiento hacia Sam, a la mayor no le preocupaba mucho su acercamiento ya que suponía que aquello era un crush adolescente sin mucho trasfondo que además le ayudaría a recuperar a su amada.

...

Un buen día de camino a clase a la española se le ocurrió hacer una parada en el baño ya que se había olvidado de ir en su habitación, lo que no esperaba encontrarse allí fue a una apurada Alexia frotándose las manos con torpeza. Le pareció un tanto gracioso como la espuma y el agua salpicaban hacia todos lados y decidió acercarse a ayudarla. Cerró el grifo y agarró sus manos observando las manchas de tinta negra que parecían no querer irse.

-¿Te has marcado un heartstopper?- preguntó Leonor con gracia.

-Ja ja, mira como me río. No, ayer estaba tatuando a una compañera cuando entró mi hermana y del susto me tiró todo encima. Me he duchado cinco veces y no se va- puso un puchero que no acabó de convencer a la otra heredera, pues el haber nombrado la compañía de otra persona le había incomodado, algo que no pasó desapercibido ante Alexia -¿Celosa princesita?- comentó girándose hacia ella e intentando atraparla.

-¡Ah! Aléjate de mí, estás guarra- se quejó escapando de ella, cuando volvió para limpiarse de nuevo, se acercó abrazándola por detrás, dejando su cabeza en su hombro. La rubia se dio cuenta de que la frustración estaba sobrepasando a la más alta y decidió ayudarla -Trae, dame- pidió arrebatando de sus manos el jabón y pasándolo suavemente por sus manos.

La escena era digna de una película o quizás de una novela romántica, el tiempo se paró en ese instante como era costumbre y para ellas dejó de existir el resto del mundo. Una imagen que podía interpretarse de mala manera por la prensa rosa y que desataría miles de escándalos dentro de ambas monarquías. Para suerte de ambas nadia frecuentaba el baño a esas horas por lo que estaban libres de filtraciones o comentarios juzgones, pero quizás no tanta suerte como para que no fuesen interrumpidas. El sonido de una cisterna se hizo presente haciendo que ambas salieran de su burbuja y se separasen inmediatamente, Leonor salió del lugar casi corriendo secándose las manos en su pantalón beige, cosa que creó algunas gotas negras dejando marca posiblemente para siempre. Cualquiera podría decir que nadie se iba a dar cuenta de que eso estaba allí pero Nicolás de Monpezat no es cualquiera como todos sabemos y su mente le dio vueltas a diferentes hipótesis de por qué la princesa que normalmente vestía como los chorros del oro, hoy había decidido vestirse con algo así. Sus dudas se resolvieron al ver a su otra amiga de la misma manera o peor , no le agradaba la idea de que se juntasen de nuevo porque si salía mal otra vez, tendría que consolarlas a ambas y le dolía verlas mal. Tampoco podía negarse a que pasase ya que él mismo sabía que el amor era complicado y a veces retorcido.

Pasaban las horas y la madrileña no era capaz de sacar de su mente el comentario de su amada, si bien el que estuviese pasando tiempo con otra chica no significaba nada, no se quedaba tranquila sabiendo que mantenía ese tipo de intimidad con una persona. ¿Dónde debía estar haciendo el tatuaje como para que su hermana no pudiera verlo? Se levantó de su escritorio y se apresuró hasta el campo de atletismo rezando para que no hubiese acabado el entrenamiento, se sentó en las gradas haciéndole señas a la heredera para que al salir del vestuario acudiese a su encuentro. Pasaron unos minutos y al fin se encontraron una frente a la otra.

-No pensé que ibas a ser mi mayor fan-

-No vengo por eso- exhaló el aire que contenía en su pecho -¿Quién es la otra chica?- la heredera levantó una ceja -La del tatuaje, ¿quien es?-

-Uuuuuh, sí que estás celosa- rió pensando que se trataba de una estúpida escena de celos.

-No me hace gracia, no sé de qué te ríes. Yo intentando darte otra oportunidad y tú te vas con otra- la pelirroja no terminaba de comprender qué le había dicho que la pudiese hacer reaccionar así.

-Leonor, era un simple tatuaje en el brazo, solo que mi hermana no sabe que sé hacer eso. No entiendo qué te molesta de eso- no quería decir que estaba sacando dinero a escondidas para poder hacerle un regalo a la chica que le robaba la respiración ya que se aproximaba su cumpleaños.

-Perdón, estoy muy estresada y tengo miedo de que te sea más fácil irte con otra aunque no debería molestarme porque claro, no me estarías siendo infiel porque tampoco somos y nada y entonces- la rubia estaba nerviosa por haber desconfiado de ella y no sabía como gestionarlo por lo que acabó dañando el corazón de su amiga.